... Me comentó que había trabajado en el Black Friday, y que en nada empezaba Diciembre y con ello los interminables días con sus respectivos fines de semana de abrir y trabajar, con lo cual la subida al Teide le iba a ayudar a oxigenarse y a coger fuerzas... "ganas de cogerla en término latino si tenía yo... jajaj pensaba mientras intentaba que mi sonrisa y brillo de ojos no fuera muy expresivo".
Quedamos para vernos el viernes sobre las 11 de la mañana en la Avenida de La Trinidad en La Laguna. Ya las tardes son cortas y sobre las 18 prácticamente es de noche y queríamos que la noche cerrada no nos sorprendiera en plena subida y a mucha distancia aún del refugio.
Yo había llamado al Centro de Visitantes, y les había preguntado por la posibilidad de reservar dos plazas en el refugio. Me las confirmaron... pensé que llevar o si quedaba algo por comprar..., una buena botella de vino, una botella de Ron miel, unas tabletas de chocolate para hacerlo en el propio refugio y para el camino, y... unos preservativos...
A las 11 estaba con mi coche en La Laguna, en el maletero mi mochila llena con todos los artilugios comprados. Allí junto a la última parada del tranvía estaba Atenea. LLevaba un conjunto gris con pantalones largos ajustados, una chaqueta a juego con muchos bolsillos, una cantimplora a la cintura, en la espalda una mochila marrón más pequeña que la mía, y el pelo recogido en una coleta.
"Hola Pepo, buenos días..., me ayudas"... me bajé del coche y metimos la mochila de Atenea en el maletero junto a la mia. Nos subimos y empezamos a subir por la Esperanza, íbamos hablando del tiempo, de la duración estimada de la subida... que si abría mucha gente en la subida ese día, etc. Cuando llegamos sobre el pueblo de la Esperanza, paramos en la Cafetería Km5, a comprar unos bocadillos, unas cervezas, unas Coca Colas y una bolsa de papas fritas extra crujientes, que me comentó con dominio claro del asunto que al comerlas, haría que nos deshidrataremos menos ya que produce la sal retención de líquidos...
Fuimos subiendo a buena velocidad, hacía la falda del Teide. El cielo estaba entre nubes y claros, no hacía viento y no llovía.
"Jooo, que buena está, pensaba... me ponía hasta el hecho de que le gustarán los elefantes de peluche y durmiera con uno en la cama... que suerte tenía ese elefante... "
Continuara