... tanto como tortura tener dos bocas, dos lenguas y cuatro manos acariciando, chupando y dando todo el placer del mundo a mi polla no lo debería considerar, el éxtasis empezaba un rápido recorrido por mi cuerpo y por un momento pensé que estallaría con una tremenda corrida.
Marta y Jose se separaron de mi y ella siguió lentamente masturbándome mientras el se ponía en pie y buscaba su parte trasera. Dejando mi polla a un lado, se apoyo en mis muslo mientras Jose la penetraba a cuatro patas, con una cadencia suave, rítmica y constante, Marta disfrutaba de sentir su poya en su mojadísimo coño acariciándoselo con una mano dándomelo a probar, un flujo espeso y suave que yo deleitaba entre mis labios.
Marta seguía manteniendo mi excitación y la dureza de mi miembro con pequeños roces de sus labios, algún pequeño lametón de su lengua e incluso agarrándome con fuerza mis testículos.
Jose paro un momento sus suaves embestidas y Marta se giro hacia el, Jose me miro y me dijo: ¿ Te apetece follártela?. Mi cara lo evidenciaba, me apetecía, me moría por follar es coño estrecho. Marta interrumpió el momento diciendole a Jose: Creo que en eso tengo yo mucho que opinar, ¿ no crees?, se hizo un tenso silencio y Marta se volvió hacia mi y dirigiéndome una mirada que difícilmente podre olvidar nos dijo: Quiero que me folléis los dos, a la vez. Nuestras pollas que por un momento habían perdido un ápice de dureza, volvieron a retomar su vigor y por mi parte, el corazón daba muestras de querer salirse de mi pecho.
Marta ordenaba y nos colocaba, tu aquí, tu de pie, Jose, tu por el culo, Alex tu por mi coño, pero antes necesito que mi culito este bien lubricado y la polla de Jose igual.
Marta me coloco a la altura de su poya y se sentó junto a mi, ahora te toca a ti solo, quiero que se le prepares bien para que me entre con suavidad por detrás y que se la pongas a reventar de dura.
A pesar de la experiencia de hacia un rato, me costaba llevar la inciatíva de volver a chupársela y Marta lo advirtió y son su suavidad característica me llevo la mano hacia su miembro y empece de nuevo a masturbarlo lentamente, Jose respiraba profundamente y la confianza del momento y sentir a Marta junto a mi me hizo de nuevo metérmela de nuevo en la boca, su glande estaba hinchado y se notaban todavía los jugos del coño de Marta, la recorrí de arriba a abajo buscando esos jugos y poco a poco le iba haciendo lo que a mi me gusta que me hagan, creo que iba por buen camino por que Jose suspiraba cada vez mas rápido y por un momento me temí lo peor... Marta me separo y me tumbo de nuevo en el sofá boca arriba y con un rápido movimiento coloco su culo sobre mi boca, mi lengua no lo dudo y empezó a ensalivar su rosado agujero metiendo parte de la lengua en aquella cueva, caliente y extremadamente suave, una de las dos bocas se había adueñado de mi poya preparándola también para la doble penetración...
Continuara...