Notaba la presión del culo de Marta sobre mi cara, cada vez que retiraba mi lengua un milimetro ella movía sus caderas para que no la retirara, por momentos me daba un respiro pero enseguida volvía a presionar para que la penetrara hasta donde mi boca llegaba.
Mientras dos bocas se alternaban en proporcionarme un placer único, la saliva bajaba por mi tronco hasta mis testiculos y un leve hilillo terminaba en mi ano. Un dedo pequeño y suave empezó a jugar con mi húmedo orificio presionando la zona perianal y la base de los huevos, esa presión de una mano experta me relajaba hasta limites insopechados, la dueña de ese dedo levanto la presión de su culo dejandomelo ver de nuevo, rosado, pequeño y estrecho ese agujero iba a ser perforado por uno de los dos.
Marta desde su posición y mirando un poco hacia atras me preguntaba en silencio casi pidiendo permiso, a aquellas alturas..., y yo afirmaba ligeramente con mi cabeza. Su dedo entro despacio, sin brusquedades, lleno de saliva de los dos mientas Jose se afanaba en mi polla, jugeteando con el glande en un alarde de sensualidad.
Me dejé llevar, el dedo de Marta entraba y salia buscando mi punto g hasta dar con el y las oleadas de placer electrico subian por mi poya que no daba mas de si.
Parad, por favor o me correré les susurré, Jose dejo mi poya y se acerco a mi cara, Marta se levantó de mi cuerpo y girando se quedo mirando hacia mi, su dedo seguia dentro, jugando, provocando pequeños espasmos en mi interior y con la otra mano me agarro la poya y se la metió sin contemplaciones. Un brutal juego de chupadas intensas, de arriba a abajo me estaban llevando al limite, volvía decirlo, me vais a hacer que me corra, pero ninguno de los dos decia nada, Jose cogio mi mano y la llevo a su mástil y me animo a masturbarlo y Marta seguia y seguia buscando que estallara en chorreones.
Poco a poco fué paulatinamente bajando el ritmo impidiendo que mi leche llegara a salir, su dedo abandono mi culo y mantuvo su mano con una suave paja. Jose acerco su miembro a mi boca y yo no dude en devolverle el favor, chupandola ahora con cierta ansiedad y sin miedo.
Llenase la de saliva me dijo Marta. No me lo tuvo que repetir, mi lengua recorria cada cm de misil de Jose que empezaba a suspirar aceledaramente.
Marta nos agarro a los dos de la mano y nos llevo a la cama, el sofa se nos estaba quedano chico y me hizo tumbarme boca arriba, se subio y de una rapida maniobra metio mi poya en su coño, ooohhhssss, era puro almibar, suave, chorreando, un flujo espeso y caliente que facilitaba que mi miembro entrara hasta el fondo sin el mas minimo impedimento, una suave y lenta cabalgada y se dejo caer sobre mi pecho, metiendo su lengua en mi boca y saboreando mis labios, Jose se coloco por detras y dejando caer gruesas gotas de saliva en su culo la penetro, nuestras poyas estaban separadas por milimetros en diferentes cavidades, podía notar el roce en la mia y como Marta movia sus caderas con precision para que nuestras poyas se adaptaran a su ritmo.
Lento y suave al principio y poco a poco convirtiéndose en una autentica maratón de cuerpos sudorosos que se movían como si una locomotora fuera.
La cara de Marta era puro placer como supongo que se vería la mia, extasis era la palabra para describir mi estado, me miro directamente y me dijo: cuando te quieras correr, avisame.. mi cara debió indicarle que eso estaba a punto de llegar y freno en seco sus movimientos.
Jose se retiro de su culo y ella se levanto dejandome completamente desorientado, apunto de estallar y tumbado en la cama. Me quede sin capacidad de reacción, pero rápidamente Marta me cogio de las manos y me levanto, mi lugar lo ocupó Jose que habia cogido un pequeño bote de lubricante y con dos dedos empezó a distribuirlo por su culo, Marta me acerco a la cama y nuevamente esos ojos no tuvieron que decirme nada mas, cogió mi poya y la acerco al culo de Jose, una pequeña resistencia al principio y empece a empujar suavemente hasta que todo mi miembro ocupaba el culo de Jose, Marta por su parte se habia colocado junto a el y empezó a hacerle una mamada espectacular mientras yo lo penetraba, en el aire se mezclaba sexualidad con olores maravillosos de nuestros cuerpos, yo no podía mas y descargue toda mi furia contenida durante la noche en el interior de Jose, jamas tanta leche habia salido de mi cuerpo y Jose al notar el calor, estalló en la boca de Marta.
Nos miramos los tres con una cara de felicidad inmensa y nos juntamos en un cálido abrazo, Marta me besaba y todavía podía saborear la leche de Jose, lo besaba a el y me besaba a mi intercambiando saliva y jugos en un frenesí absoluto...