Somos una pareja que llevamos dos años en este mundo, aunque solo unos meses activos. Mi chico tenía muchas ganas de probar el ambiente liberal mientras yo, más tradicional me resistía, me parecía una locura. Un día, él creó nuestro perfil en esta página comentándomelo previamente, solo por morbosear, colgar algunas fotos y demás, acepté aunque bastante dudosa, en realidad acepté por su insistencia pero no tenía ningún pensamiento de contactar ni quedar con nadie. Mi chico seguía insistiendo sin éxito, hasta que en una escapada que hicimos a otra isla, él me propuso ir a un club swinger, lo cual seguía pareciéndome una locura, hasta que acepté con la condición de solamente ver de qué se trataba aquello, tomar una copa y curiosear. Nos arreglamos esa noche bastante nerviosos de saber dónde íbamos, sobretodo yo, que estaba más que tensa, pero en parte, tenía mucha curiosidad de ver lo que había en ese lugar. Me puse un vestido negro, escotado, pero no demasiado llamativo, quería pasar desapercibida, zapatos de tacón y ropa interior negra transparente. No dejaba de cuestionarme que pasaría, a pesar de que no pretendíamos que pasara nada.
Llegó el momento, terminamos de cenar y cogimos el coche para acudir a aquel local. Aparcamos y continuamos caminando cogidos de la mano hasta la puerta, ya llegando, empecé a arrepentirme y a cuestionarme ¿ qué locura íbamos a hacer?. Mi chico me dijo entonces, cariño, tranquila, entramos, nos tomamos una copa y nos marchamos, accedí, en parte tenía curiosidad de saber cómo iba a acabar nuestra aventura clandestina. Bajamos las escaleras de aquel lugar hasta que llamamos al timbre, mientras nos abrían, yo no dejaba de apretar cada vez más y más fuerte la mano a mi chico, de repente, nos abrió la puerta el RRPP del local, era un travesti, me llamó bastante la atención, saludamos y nos acompañó hasta la barra, quería que me tragara la tierra, nada más entrar, fuimos el centro de atención y eso que queríamos pasar desapercibidos, por lo menos yo, pero éramos "los nuevos". El RRPP nos mostró el local, nos explicó todo estupendamente, las señas de si queríamos que participara alguien o no y tuvo el detalle de avisar a la gente que había allí, de que era nuestra primera vez, después, volvimos a la barra, pedimos una copa y yo no era capaz de relajarme, no era capaz de mirar a mi alrededor, no apartaba la vista de mi pareja, pues me moría de la vergüenza... ¿ cómo me había dejado liar?, me preguntaba. Él intentaba tranquilizarme en todo momento, pero yo sentía las miradas clavadas detrás de mí y no me podía relajar.
Pedimos una segunda copa y Salva me propuso curiosear un poco por el local y buscar un sitio tranquilo nosotros dos solos donde tomarnos la copa, así que nos adentramos en las instalaciones y empezamos a ver en una sala con muchas camas, un intercambio de parejas en plena acción, chicos solos que se cruzaban en nuestro camino, yo miraba para el suelo, me atacaban los nervios, así que llegamos a una estancia pequeñita donde había un sofá y una mesita. Nos sentamos y comenzamos a hablar sobre lo que habíamos sentido, entonces ya, al estar solos, me empecé a relajar un poco más. Mi chico empezó a besarme, poco a poco, empezó a acariciarme y yo me relajaba más y más, empezó a subir la temperatura y el alcohol, yo me iba desinhibiendo más y más. De repente, Salva me dijo... sería súper excitante si en esta situación metieras mi pene en tu boca, uffff, entre besos y caricias, cumplí su deseo, poco a poco fui acercándome a su miembro, duro, caliente y empecé a lamerlo mirándole a los ojos, me encantaba ver su cara de placer, mmmm, fue muuuy excitante. En ese instante, se asomó un chico, pero con una seña, Salva le indicó que se marchara, no me esperaba ese respeto en ese ambiente. Después, Salva me propuso salir al pasillo donde habíamos caminado antes, a ambos lados habían camas, una de ellas, tenía unas cortinas, lo cual, indicaba si queríamos o no, ser observados, cierto es que una fantasía nuestra era ser observados. Con el calor que ya había invadido nuestros cuerpos, deseosos de más placer, nos tumbamos en aquella cama y empezamos a jugar, a pesar de todo, yo seguía reacia a jugar con nadie más, y me ponía muy nerviosa ver gente a nuestro alrededor, aunque me excitaba. Empezaron a rodear la cama chicos solos y parejas, un chico de repente posó su mano en mi cuerpo y yo, que no era capaz de hablarle, le pedí a Salva que le pidiera que la retirara, y así lo hizo. Me excitaba ver a aquellas parejas y chicos alrededor deseándonos, aunque no quería que pasara de ahí, así que continuamos haciendo el amor tremendamente excitados y siendo observados, nuestros cuerpos estaban ardiendo, empapados de sudor, seguíamos dándonos placer, hasta que llegamos al clímax.
Nos retiramos de la cama, y nos dirigimos a las duchas entre risas y complicidad, había un jacuzzi impresionante y decidimos probarlo. ¡¡Qué morbo me daba ese jacuzzi!!, entramos y continuamos hablando e intercambiando sensaciones cuando empezamos a besarnos, a acariciarnos y volvimos a hacer el amor, empezó a acercarse gente a observarnos, lo cual aún nos excitaba más y más. Entró en el jacuzzi uno de los chicos que habían estado observando en la cama y se puso a nuestro lado solo a observarnos, entendía nuestra situación, así que continuamos mientras mirábamos a nuestro alrededor e intercambiábamos miradas furtivas con otras personas, nos encantaba esa situación, era de lo más caliente y morbosa. Acabamos y nos quedamos relajados un momento en el jacuzzi charlando, después, salimos, nos duchamos, nos vestimos después de que habían pasado horas y no nos habíamos dado ni cuenta.
Volvimos a la barra, entre risas, porque yo iba sin braguitas ya que las había perdido dentro del local, una vez allí, se nos acercó el RRPP del local de nuevo a preguntarnos cómo nos sentíamos y si nos había gustado la experiencia, la verdad es que nos encantó que estuviera tan pendiente, fue muy amable, de repente, empecé a notar un leve mareo, cada vez escuchaba las voces de Salva y el chico más distorsionadas, hasta que me desmayé y el chico me cogió en un abrir y cerrar de ojos en sus brazos. Me sacaron al exterior para que me diera el aire, me sacaron todo tipo de refrescos, agua, y me sentaron hasta que me recuperara, salieron más camareros del local y estuvieron muy pendientes, fueron muy amables, lo cual agradecimos. En cuanto me encontré mejor, me incorporé y les dimos mil gracias por toda esa atención, pues debió ser toda la tensión que llevaba acumulada en mi cuerpo, el calor, los líquidos que había perdido... jeje. Después de estar un rato charlando con ellos, nos despedimos, dimos de nuevo las gracias y nos marchamos de allí, muertos de risa, "esto sí que es empezar con buen pie, jajaja acabar en el suelo el primer día y "sin bragas" jajaja, "desgraciadamente" no se olvidan de aquello, jajaja, y la vez que hemos vuelto a visitar el local, nos recuerdan perfectamente, jejeje. La verdad es que a pesar de aquel contratiempo, nos encantó la experiencia, y a pesar de no haber tenido contacto con nadie más, estábamos satisfechos de haber traspasado de alguna forma esa línea, ya que esto era el inicio de un nuevo mundo donde ambos queríamos seguir conociendo y así ha sido, de lo cual estamos muy contentos de haber descubierto e iremos contando en este blog nuestras mejores aventuras, esta fue la primera, aunque sea muy light nunca la olvidaremos.