El invitado

El invitado

Creo que ya les he hablado de Leo, un vecino maduro que me ayudó con una mudanza. Venía yo de la calle mientras esperaba el ascensor que subía desde el garaje, al abrir la puerta ahí estaba Leo con otro chico, Berto, me lo presentó. Subíamos hablando de comida y tras un rato hablando en la escalera me invitaron a cenar. 

Cuando estaba en la cocina preparando un solomillo mientras Leo hacía una salsa y Berto en un tanga blanco muy trasparente nos servía vino, aunque ellos ya se conocían me comentaba que estaba casado pero que de vez en cuando le gustaba darse una alegría con chicos. Se fue al baño y volvió con el tanga mojado luciendo un muy buen pollón. Le metí mano porque no me pude resistir con esa polla gorda y rasurada; casi se me quema el solomillo. Como se reían los dos jodíos. 

Nos sentamos a la mesa Leo y yo en slip, y Berto en su tanga marcando paquetón. Entre bocado y bocado caía alguna caricia, algún beso, tocarnos el paquete... Tras el postre, el vino y una mirada que lo decía todo nos fuimos al dormitorio, yo me lancé a por el tanga de Berto mientras Leo me quitaba el slip y me empezaba a mamar la polla al tiempo que yo hacía lo mismo con Berto. Al poco tenía yo sus pollas en mi boca y sus dos lenguas en mi polla, pocas veces he disfrutado tanto con una mamada. Nos fuimos alternando los tres mientras el líquido preseminal se nos salía y nos ponía aún más. 

Leo se puso un condón y empezó a penetrar a Berto mientras éste con una mirada pícara me colocaba el mío. Empecé a penetrar a Leo, parecíamos un trenecito, estábamos los tres sudando como pollos pero eso nos ponía aún más cachondos. Berto se puso un condón y penetró a Leo mientras yo me cambiaba el condón para metersela a Berto, y otra vez el trenecito hasta que Berto dijo ¡chicos que me voy! 

Nos quitamos los condones y volvió a chupar nuestras pollas mientras él se masturbaba hasta que nos corrimos los tres, nosotros en su boca y el en nuestras espaldas resbalando su leche sobre nuestras nalgas. Después descansamos un rato para volver Berto y yo a hacernos un 69 mientras Leo nos metía mano y se masturbaba hasta que nos corrimos en su boca. Fue una noche fantástica.

Publicado por: discr-tfe
Publicado: 03/05/2016 15:26
Visto (veces): 361
Comentarios: 1
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Comentarios (1)

lois-y-peter | 04/05/2016 19:24

Mis mas sinceras felicitaciones, tener un vecino que te acompañe de esa manera es toda una bendicion

discr-tfe | 04/05/2016 23:39

Gracias.

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