Siempre hay cierta polémica acerca del comportamiento de los chicos solos con las mujeres liberales pero afortunadamente mis primeras experiencias fueron tan positivas que cuando reuní el coraje para cruzar la puerta de un club por primera vez una noche de primavera acompañada de dos hombres esculturales me alegré de no salir corriendo. Mis acompañantes eran muy muy deseables tanto que nos convertimos en la novedad del local. Chico bueno y chico malo-amante y amado.Nos ordenó una rubia que nos quitarámos la ropa de una forma un poco salvaje aunque hubiese preferido que me acomodara ella y antes de darme cuenta ya estábamos en una cama redonda con una noruega preciosa. Mientras ella y yo nos acariciabamos disfrutando de nuestras pieles y sabores ellos se tocaban. Decidimos obsequiarles haciéndoles una felación sin perder entre nosotras el contacto visual. Continuará...