Aquel verano fue de los que dejan huella. Las tardes pasaban lentamente bajo el sol abrasador. Cumplía 18 en unos días y se presentó el plan de pasar unos días con el grupo de colegas en una casa rural.
El plan prometía, así que tras los no poco apresurados preparativos, nos plantamos en lugar.
Un sitio fabuloso, cerca de la playa, con mucho sitio y muy tranquilo, apartado de todo.. ideal!!
Yo no podía quitarle los ojos de encima a María, era la primera vez que la veía en bikini y tenía un cuerpazo impresionante. Bajo aquella ropa ancha que solía llevar entonces no se adivinaban esos pechos, tan perfectamente esculpidos. No podía dejar de observarla mientras andaba descalza por la casa. Las demás chicas habían desaparecido para mi. Su forma de moverse, su voz, su risa, el conjunto resultaba hipnótico.
Por la tarde se quedó todo muy sereno, la mayoría haciendo la siesta, las parejitas en sus quehaceres y yo como si me hubiera tomado tres cafés, así que decidí bajar a la piscina. Me estiré en una tumbona y traté de relajarme y como venida de un sueño apareció María. Apareció y se estiró como una gatita justo delante de mi. Lo hizo con los ojos cerrados, levantando los brazos y en ese momento no pude resistir la tentación de darle un buen repaso con la mirada. En ese instante tuve una fuerte erección. Noté como mi erección se abría paso por la pierna del bañador. Mientras María no miraba traté de ocultarlo, así que traté de meter la mano en el pantalón muy rápido pero en aquél momento bajó la vista y para mi sorpresa exclamó:
_Baya!, todo eso es tuyo?.
_Bueno... es que.. aquí... con el calorcito...
_Ya ya, que te crees que no me he dado cuenta que llevas todo el día desnudandome con la mirada..
Dicho esto, se dirigió a la ducha de la piscina, y sin quitarme los ojos de encima ni un instante, se quitó la parte de arriba del biquini. Creí que me explotaría la poya. El pantalón no daba más de si y yo tampoco quitaba los ojos de María. Se acariciaba los pechos y metía la su mano bajo la braguita del bikini. Yo comencé a tocarme sobre el pantalón, se respiraba mucha tensión sexual en el ambiente. Decidí unirme a la ducha, Me levanté de la tumbona, lo que hizo mucho más evidente mi fuertísima erección. Mientras me acercaba, ella no quitaba ojo a mi entrepierna.. y cuando llegué a la ducha la abracé por detras. Suavemente acaricié sus preciosos pechos, que sensación, perfectos!!, ella notaba mi erección en su culito. Se le notaba muy excitada, jadeando y contoneandose con mis caricias. Mi poya ansiaba libertad, asi que baje un poco mi pantalón y María sin apenas dejar que me lo quitara del todo, agarró mi poya firmemente y se apartó la braguita del bikini. Sin más rodeos comenzó a jugar con la puntita de mi poya en su coñito mientras me besaba. Lo que realmente me sorprendió es que sin más rodeos, se dió la vuelta, se apartó el bikini y se metió toda mi poya enterita. Tenía ganas de tenerla dentro, estaba realmente mojada y me follaba con bien profundo. Yo apenas notar el calorcito de su coñito tan húmedo y suave en toda mi poya, creí que me correría enseguida, llevaba todo el día muy cachondo. En ese momento María comenzó a gemir y me susurró, _voy a correrme. Yo estaba estupefacto, se la acababa de meter y estaba corriendose, realmente estaba muy excitada, comenzaron a temblarle un poco las piernas y tras un pequeño silencio emitió una exclamación de placer. Yo estaba a punto de explotar, me había estado conteniendo no se ni como, cuando María me besa, se sube el bikini y me pide que entremos a su cuarto... Yo realmente apunto de correrme no podía más que seguirla al fin del mundo si ella quisiera... Una vez en el cuarto nos quedamos desnudos... La tumbé en la cama y empecé a besar sus pechos, rodeando sus pezones con la lengua, besando su barriguita, seguí bajando hasta sus muslos y me acerque a su coñito ... no me podía creer que María fuera tan cachonda.. Seguía muy mojada, y a medida que me acercaba a su coño ella arqueaba su espalda sobre la cama. Comencé a lamer su clítoris suavemente. Lo rodeaba con mis labios y lo besaba, poco a poco comencé a meter la lengua bien adentro, y ella me pedía más y más moviendose arriba y abajo. Mi poya estaba realmente apunto de explotar. Me agarró de los brazos y tiró de mi para que me colocara encima. Quería tenerla dentro otra vez. Esta vez tomé el control. La acaricié un poco con la puntita de mi poya y le metí solo la puntita lentamente, ella no paraba de luchar para que la follara mas profundo, asi que de forma muy lenta comencé a meterle toda mi poya. De vez en cuando paraba y seguia comiendole el coñito y haciendole un dedito. En una de estas, noté que María no aguantaba más. Esta vez se corrió con más fuerza. Ver como se corria hizo que yo tampoco aguantara ni un segundo más, entonces María me sorprendió metiendose mi poya en la boca. Me follaba con su preciosa boquita. Tan solo contemplarla mientras lo hacía era todo un espectaculo. cuando ya no pude más exclamé... _me corro..., pero ella no paró de chupar y chupar sin dejar de mirarme a los ojos, así que me dejé llevar y me corrí dentro de su boca y ella chupaba cada vez con mas fuerza... nunca me había corrido así... y tengo que decir que María hizo que tuviera una de las mejores corridas de mi vida.
Los relatos son fictícios aunque suelen intercalar pizcas de momentos reales. Los Nombres y los lugares son fictícios y cualquier coincidencia se debería a una casualidad. Gracias por leerlos. Si lo has disfrutado dale al like o deja un comentario. Un saludo
elreymono | 18/06/2016 13:29
😃 gracias a vosotros por leerlos.