Conociendo a Ana

Ella no tenía muchos más años que yo. Solo 4 ó 5, pero los suficientes como para tener más experiencia en la vida que yo. Era una mujer casada. Casada sí, pero sin pareja. Su relación hacía tiempo que había muerto y ya no compartían ni tan siquiera dormitorio, ni siquiera para las apariencia ante su hijo. O al menos eso fuer lo que ella me contó y la verdad, no me importaba si esa parte de su vida era verdad o no. Simplemente disfrutaba de las conversaciones que manteníamos. Las cuales, según se sucedían las jornadas aumentaban en erotismo. 

Llegó un momento, después de varias noches de conversaciones picantes, en el que decidimos vernos. Para ello yo debería trasladarme de isla, lo cual no me supuso sacrificio alguno. Simplemente me apetecía hacer realidad aquellas interminables conversaciones mantenidas vía chat. 

Quedamos delante de un centro comercial, simplemente por que no convenía a ambos. En cuanto llegué con el coche no se lo pensó en absoluto y se subió en el asiento del acompañante. Había tráfico, así que no teníamos tiempo más que para salir de allí a un lugar tranquilo. 

Durante el camino, posé mi mano en su muslo. Y le recriminé que no traía falda como me había prometido. Me contó no se que escusa. Que la verdad no me importó. Mientras acariciaba su muslo noté que le gustaba mi atrevimiento. Si no me hubiera puesto tan calienta las últimas noches, nunca me hubiera atrevido a ser tan lanzado. Mientras subía mi mano cada vez más arriba... más cachonda se ponía. Y más se echaba hacia adelante para que yo alcanzara mejor. 

Llegamos a un sitio tranquilo. Era pleno día. Pero el sitio estaba solitario. Al fondo unas pocas casas que con suerte no nos verían. Pero lo cierto es que poco no importaba si no veían o no. Nuestras ganas eran tan grandes que simplemente queríamos disfrutar el uno del otro. 

Al parar el motor... ella se desabrochó el cinturón de seguridad y yo también. Ahora libre de ataduras ella se podía "vengar" por lo excitada que la había puesto en el camino de ida. Así que sin dudarlo me sujetó "el paquete" mientras me besaba. Recuerdo el sabor a tabaco de sus sus besos. Pero no como algo desagradable, si no como distintivo. Eran besos apasionados, calientes, húmedos, con lengua. una lengua a la que estaba a punto de conocer en toda gloria. 

Mientras nos besamos y mis manos trataban de llegar a sus pechos ella dirigió sus manos a mi cinturón y luego a mi bragueta. Estaba ansiosa por ver la polla que había visto en fotos y que ahora sentía lo dura que estaba por ella, como lo había estado cada noche desde que empezaron a hablar. 

Al sacar la polla a la luz, solo pudo espetar un "JODER" y rápidamente meterla en su boca. Estaba ansiosa por probarla y así me lo demostró. Si antes sentí su boca calida, ahora la sentía ardiendo. Qué manera de comerme... en la vida y sí digo en la vida me habían hecho una mamada como esa. Ahora el que decía JODER era yo. Sabía donde lamer y chupar, donde morder y acariciar... era como si me la hubiera chupado un millón de veces antes. Me vergüenza decirlo, pero me hizo correrme más rápido de lo que me sucedía normalmente. Al principio me autoconvencí de que era por las ganas acumuladas por verla... Pero lo cierto es que fue ESPECTACULAR. Me corrí en su boca y se lo comió todo, haciendo el acto mucho mas especial. Mientras me la chupaba... yo no me quedé con las manos quietas...  

Logré colar mi mano en sus pantalones y desde atrás llegué a su coño, gracias a que ella se desabrochó alguno de sus botones mientras ella estaba de rodillas en el asiento del acompañante. Mi dedos por poco se queman de lo caliente que estaba su coño. Estaba empapada, está claro que paseo como mi mano en su mulo y las caricias en su entrepierna había funcionado. Mi dedo anular, logré meterlo dentro de su vagina... Decir que estaba caliente es quedarse corto. Mientras jugaba con la entrada a su vagina trataba de encontrar y abusar de su punto G. Y parece que funcionó. Pues tras hacerme correr a mi en su boca... y yo seguir masturbándola ella también se corrió y gimió...  

Otro día la segunda parte de esta historia.