La morenita y sus amigos.

En mi relato anterior comenté que conocí a una chica (la morenita) en redes sociales que luego resultó ser liberal jejej, pues bien, esta es la segunda entrega.

Sábado noche, la voy a buscar a su casa y nos vamos para el sur de Gran Canaria, habíamos quedado con unos amigos suyos (una pareja) para tomar unas copas.Llegamos a lugar y me los presenta, él un tipo que doblaba mi edad podía ser mi padre ( lo cual me sorprendió mucho) ella una ESPECTACULAR chica madurita de entre unos 39-43 rubia de origen alemán me sacaba dos cabezas con unas curvas y atributos que no había visto antes, vamos que era de esa clase de personas tan llamativa que impresionaba, el morbo que desprendía era indescriptible, las rubias no son lo mío pero en cuanto la ví ya me imaginaba un super interracial con la morenita jeje.
Tomamos unas copas y charlamos más bien poco, el "chico" era muy simpático y se notaba que allá donde fuera era el centro de atención, con don de gentes envidiable y muy peculiar, vamos una risa de tipo.
Al rato nos fuimos a su casa, nos tomamos alguna copa más, yo ya estaba contento con dos copillas, apenas había cenado, entre risas y risas su mujer se acerca a él y empieza a besarlo y tocarle sus genitales, la morenita mira para mí, se ríe de forma picarona y me susurra - me encantan las rubias, se levanta y se va donde ellos, mientras miro, comienzan un juego de flirteo con toqueteos y le quitan la camisa al tipo, luego entre ellas empiezan a besarse y ahí ya veo que la cosa pasa a mayores , se tocan, se lamen mientras el tipo empieza a tocarse y a tocarlas, mira para mí y me pregunta - ¿qué te parecen estas dos guarras?, era la primera vez que escuchaba a alguien "faltar al respeto" en una situación así, él le tiraba del pelo a las dos y les decía lo putitas que eran y que me iban a follar, yo no daba crédito a lo que oía pero pronto comprendí el juego y más morbo me daba, estaba empalmado y no había recibido ni una sola caricia. Se acerca la morenita con la carita que me puso en el jacuzzi, empieza a besarme y a tocarme, luego se acerca la rubia y entre lambeteos y caricias me quitan la ropa, se van besando y el tipo mira con disfrute lo que esta viendo.
Me quitan la ropa interior y empiezan a lamer mi pene las dos, mientras él le da azotes en el culo a una y a otra, y parece que a ellas les da morbo, pues con cada azote me la chupaban con más intensidad, el tipo se agacha y empieza a comerles el culo y el coño por detrás y ellas se exitan muchísimo. Estamos todos en el salón y él propone ir a la cama, nos vamos hasta allí y tras ponerme el condón la morenita me tira en la cama y se sube, introduce mi pene en su vagina y empieza a saltar cada vez con más intensidad, la rubia se acerca por mi cara y pone sus piernas a ambos lados de mi cabeza, ahí empiezo a comerme su coñito mientras apreto su culo, y de fondo oigo a su marido jaleando para que les diera caña, - vamos dales que a estas zorras les gusta. Yo me ponía más "burro" como se suele decir, la morenita cambia la posición tras intercambiar besos de los más jugosos con la rubia, se da la vuelta, sigue saltando encima de mí y empieza a gemir gritando -Qué polla, que polla. Mientras el tipo sigue jaleando a su mujer ( la rubia) para que me de caña ella se pone más cachonda y mi reacción es apretar más y más su culo mientras lambio todo su coñito y juego con sus labios vaginales, la exitación es máxima cuando de repente oímos un CRACK, y nos movemos todos.- Qué ha pasado!! grita la morenita, el tipo se ríe, yo me incorporo y... joder se ha roto la cama, jajajaj comenzamos todos a reirnos, fue una situación muy divertida, la recompusimos como pudimos y cambiamos de estancia.
Había pasado un buen rato desde que empezamos el juego del toqueteo en el salón, estábamos en otra habitación vestidor, me toca lidiar con la rubia, para no perder el calentón que traíamos, ella empieza a chupármela, mientras el tipo pone a la morenita a cuatro patas y empieza a menterle los dedos por su chochito, parece que penetrar no le da placer pensé, él se divierte con situaciones morbosas.
Las únicas prendas que no se había quitado la rubia, eran sus taconazos, su ligero, y sus medias, tras hacerme una felación de escándalo, empezamos a follar en el suelo del vestidor, intercambiamos varias posiciones hasta que se levanta va a la pared del vestidor me llama y me pide que se la meta, es tan alta que su culito quedaba de forma perfecta a la altura de mi polla, la giro contra la pared y le abro las piernas, la penetro cojo su cintura y empiezo a darle caña ( lo que me pedía su marido) ella al escuchar las guarradas que le grita su marido se pone cachondísima y eso me ponía más a mí, tras un rato me dí cuenta que estábamos chorreando en sudor, en la habitación se notaba el ambiente muy pero que muy caliente, mi cuerpo resvala con el de la rubia pero me da igual sigo dándole caña, mis manos cada vez apretaban más su cintura mientras el vaivén de mi cuperpo parece ser mecánico y cada vez más rápido, sus gemidos y jadeos me ponen tanto que siento mi pene tan duro que tenía la sensación aunque poco me importaba que si seguía aquel ritmo me iba a partir la polla literalmente, de jadeos intensos comienzas los gritos, la rubia se estaba corriendo- córrete zorra, le dice su marido mientras juega con la morenita, yo no sé lo que habían hecho en ese transcurso de tiempo, estaba centrado en darle caña a la rubia.
Tras un lapso, la rubia necesita sentarse, parece estar agotada físicamente las luces de la habitación se reflejaban en su cuerpo sudoroso, mira para mí y me dice- ¿Tú no te corres? tienes demasiado aguante, mira a su marido y le dice... joder con el chico, yo sonrio orgulloso de lo que oigo, (pero ellos no saben que es la primera vez que duro tanto follando sin correrme y peor aún, no me habían entrado ganas) lo único que tenía en mente en esos momentos era en darle placer a la espectacular rubia, era como mi misión.
Aún empalmado, es el turno de la morenita, sus caderas son de otro mundo, me excitan tanto como su culo, nos vamos a la ducha y allí me la follo mientras el tipo nos mira mientras se toca, nos lambiamos mutuamente bajo el agua, tras varias posturas y el disfrute del tipo viéndonos follar nos secamos, yo seguí sin eyacular (no era normal), la morenita me preguntaba si quería seguir, yo le dije que sí, la polla me dolía un poco pero el dolor era aguantable, eran las cuatro y algo de la madrugada, y empezamos a jugar según ellos sobre la una y pico.
Ya la rubia hacía rato que ni se movía, estaba sentada en el salón tomando algo y viéndo como se desarrolaba la cosa, su marido se sentó junto a ella y miraron, mientras la morena y yo nos pusimos al lío, me senté en una silla (conocedora de que su culo me ponía muchísimo) se giró y llevó mi polla hacia su coñito, yo veía su espada y su pedazo de culo, se agachaba y veía como entraba me pene en su coñíto, ella estaba caliente pues su flujo iba cayendo por el condón mojado, cada vez movía más el culo de arriba abajo como si estuviera bailando tweking, me tenía loco, y ya no pude más, mis gemidos eran tan intensos que lo tuve que cambiar por gritos, la pareja seguía mirando, pensaba en el morbo que me daba, miraba al culo de la morenita cómo se movía y ... - me corro!!! me corro!!! grité, ella quitó su culo de mi polla rápidamente, me quitó el condón y se metió mi polla en su boca, comenzó a zacudirla como una loca y yo gritaba como si me estuvieran matando, ahhhhhhh me había corrido dentro de su boca y a ella le gustaba, joder como me miraba y sonreía, sacudía mi polla cada vez más suave pero sin quitársela de la boca, luego se la quita mira para mí y me enseña la lengua, se había tragado toda mi lechita, que cosa más rica, por favoooorrr, esa noche no sé cómo duré tanto, desde que empezamos hasta que me corrí habían pasado más de tres horas de sexo casi sin parar, la pareja miraba casi diciendo, estamos ya cansados...
lo cierto es que esa noche superó con creces la experiencia anterior del jacuzzi, nunca he disfrutado tanto como esa vez, fue apoteósico.