Un taxista...

Un taxista...

era una noche de un sábado, mucha gente en la calle, con lo cual los taxis escaseaban bastante en la ciudad, aunque mis amigos tenian muchas ganas de irse a dormir, yo tenia el instinto bastante despierto, mientras íbamos cada uno a su casa apenas me fije en quien levaba el coche, como cada sábado apenas miraba su cara pues los taxistas suelen ser muy reservados. por casualidades de la vida la ultima casa por la que debían pasar era mi casa... en algún punto de nuestra ya lo tenia en mis redes y estábamos subiendo en el ascensor. en cuanto cerro las puerta mi mano instintivamente fue directa a su paquete, el huyo un poco pero le pudo el morbo, entre por su vaquero y aunque no era una gran poya estaba los suficientemente  dura para seguir a delante. Al abrir la puerta no fui lo ágil  que   a mi me hubiera gustado, pero sin embargo para darme la vuelta y agacharme, torpemente desabrochamos los botones del vaquero y directamente me meti su poya en la boca. mame desesperadamente, el simplemente se dedicaba a levantar los brazos y dejarse llevar. como no podía ser de otra manera pues me levante y me di la vuelta, el dio un paso a tras, y yo me volví a agachar para seguir mamando, a lo cual se relajo un poco mas, para ser un hombre tan maduro su polla estaba demasiado dura. y eso me ponía muy cachondo, me volví a levantar y adopte una pose de lo mas sumiso, parece que esta vez si lo convencí, al acercarse sentí  su polla en mi culo y me acorde de que no había podido ir a buscar los condones.. con lo cual que me pare en seco, lo invite a entrar al fondo de mi salón y lo senté en el sofá, a lo que no me pude resistir de volver a meterme esa polla en la boca, siempre suelo tener condondes y lubricante cerca del sofá por lo que pueda pasar, saque un condon con la mayor velocidad por si se arrepentía y se lo puse, me coloque en mi posición favorita del sofá que es a cuatro patas y me entregue a este desconocido. con un poco de inseguridad se acerco a mi y me rozo con su polla, con cierta torpeza me la me tío y a mi me dio igual todo lo demás, simplemente me deje llevar. Para mi sorpresa sus movimientos fueron con bastante mas soltura, y a mi descaradamente me encanto, me relaje todo lo que pude y para mi sorpresa el también el también se relajo bastante, empezó a darme con mas fuerza y yo no podía contener mis gemidos mientras que el me daba con mas fuerzas... me agarro de las nalgas para sujetarme todo lo fuerte que podía, y yo simplemente me dejaba llevar, el morbo lo supero y no fue capaz de sacarsela para correrse. yo mientras me masturbaba y con todo este morbo me deje llevar y también  me corrí. El simplemente se limito a quitarse el condon y limpiarse con un papel, luego se marcho y yo di una noche sin ningún sentido, por absolutamente satisfehca.

Publicado por: peterpunkxxx
Publicado: 06/11/2016 23:57
Visto (veces): 529
Comentarios: 3
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Comentarios (3)

lois-y-peter | 27/11/2016 18:07

Por que esos encuentros fortuitos nos parecen siempre tan placenteros? Muchas gracias por compartirlo con nosotros

discr-tfe | 07/11/2016 16:33

Uf, que moreno. Me ha encantado tu relato.

discr-tfe | 09/11/2016 07:42

Quise decir morbazo, el dichoso corrector...

ramon40 | 07/11/2016 08:43

muy buen relato, me la puso dura solo de imaginarmelo

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