Habíamos conocido a un chico al que llamaremos Blas con rol de amo y él quería seguir manteniendo el contacto, asi que una vez a la semana iba a su casa, pero una tarde, tendidos en su cama me comenta que tiene un amigo que hace mas de 20 años que no mantiene relaciones sexuales con su pareja y que si no me importaría follar con él, pero eso si, no podía verlo, eso me impactó y le pregunté que como era eso y me contesta que tenía que hacerlo con los ojos vendados. Yo me quedé a cuadros, diciendo para mis adentros que si estaba loco y para quitarle la idea de la cabeza le dije que lo hablaría con mi marido, esperando que él, cuando se lo contara me dijera que de eso nada.
Llego a casa y lo primero que hago es contarle lo que me había dicho mi amigo y cuál fue mi sorpresa que mi marido me suelta “que morbo”, pero yo quiero verlo, al final cuadramos todo para quedar todos en casa de Blas, llegamos y al rato se oye el timbre del portero automático y él me dice, vete a mi dormitorio, coge la venda que hay sobre la cama, tapate los ojos y espera allí. Yo hice lo que me dijo y al rato sentí entrar a Mario, no sabía si era rubio o moreno, guapo o feo, solo que era de mi altura más o menos, nos presentamos y nos dimos dos besos de cortesía, y en ese momento, él me tira sobre la cama, me desnuda y empieza a besarme apasionadamente, a repasar cada poro de mi piel con su lengua, yo sentía sus gemidos, me besaba como si fuera el último día de su vida, después de un buen tiempo así, le dije si quería follarme ya, pero él decía que no, que quería seguir disfrutándome. En ese momento, sentí que Blas se acercaba a mirarnos y nos preguntó que como íbamos, a lo que le dijimos que bien y ni corto ni perezoso le dice a Blas que se dé prisa que él quiere estar conmigo también, luego volvió a irse, pues Mario era muy celoso de su intimidad y no permitía que los demás nos miraran. Estuvimos así mas de una hora y cuando por fin se decide a penetrarme siento a Blas acercarse de nuevo : ya terminaron? Y Mario contesta que está en ello, pero Blas con un tono muy contundente, sacando su vena de amo, le dice: levántate, vístete y vete que me toca ahora disfrutar de mi sierva, el otro cual autómata, hizo lo que le ordenó y al momento siento la puerta cerrarse tras Mario. Yo aproveché para quitarme la venda y enseguida tenia a Blas a mi lado, diciéndome:
¿Sabes que me dijo Blas?
¿Qué te dijo?
Que pensaba que iba a estar 3 o 4 horas contigo, jeje, pero ahora le toca al amo disfrutar de su perrita.
Seguimos hablando un poco y al momento ya lo tenía sobre mí deseando devorar todo mi cuerpo y lo que siguió ya forma parte de otra historia.