Todo sucedía en los baños de un centro comercial...
Hace ya un tiempo, mientras solía pasar por el centro comercial, coincidía con un tío maduro en los baños, el cual su apariencia nada tenía que ver con su edad. Rapado, cuerpo atlético y musculado, vestía con vaqueros apretados, camisa ajustada y alguna vez ropa deportiva y gorra. Me daba mucho morbo cuando lo veía en los urinarios mientras nos hacíamos unas pajas..
Pocas veces hablamos, con gestos nos entendíamos, solo era cuestión del desahogo que hacemos cuando aprovechamos a ir al baño, alguna vez me cogía la polla con tantas ganas y me pajeaba hasta terminar en correrme. Alguna vez ocurrió de pasar el guardia de seguridad y eso hacia ponernos mas cachondos aun sabiendo de que algo nos podía decir pero nos marchábamos.
Un día me pidió el teléfono para poder quedar en otro sitio o en su casa, era lo ideal.
Al par de semanas, me llamó y quedamos al par de días.
Me invitó a su casa y subí, me recibió con un pantalón corto de licra y una camisa ajustada de deporte. Al vernos nos besamos sin mas.Me cogió de la mano y me dijo : pasamos a la habitación. Una cama enorme y varias almohadas encima.
Nos empezamos a rozar nuestras pollas, mientras nos morreábamos sin parar.
Metí mi mano para acariciar su gran polla, y masajear sus huevos, el me cogía de mis nalgas con fuerza.Nos acostamos en la cama, y empezamos a desvestirnos. Estaba todo depilado, con una piel muy suave, parecía haberse untado con crema ya por el olor tan rico que desprendía como la suavidad de su piel, piernas robustas y brazos fuertotes no podía de dejar de tocar.
Comenzamos a comernos nuestras pollas, un ’sesentaynueve’ en condiciones. Lo tenía encima mía agarrándole su culo y metiéndole algún dedo, eso le gustaba, jadeaba con mucho placer.
La tenía a punto nieve, lubricada por el líquido preseminal cuando me pongo cachondo, el lo saboreaba con gusto.Nos pusimos de rodillas encima de su cama acariciando nuestros pechos y lamiéndole sus pezones.
Utilizando aceite que tenía en su mesa noche, le untaba su espalda hasta llegar a sus nalgas volví a meterle los dedos en su rico agujero... con placer me dice: Fóllame.
Me puse el condón y poco a poco empecé a introducirsela... su culo lo apretaba tanto que a veces me costaba hasta que se relajó y se la metí hasta el fondo, jadeaba sin cesar...
Su espalda brillaba, le cogía por su cadera y le daba palmadas a sus nalgas, que rico! sus culo estaba en pompa, moviéndose de un lado a otro tan delicioso.
Ya no podía más, necesitaba descargar... Me corro... !!
Que gustazo. Me estiré en la cama, y comienza a pajearse. Le ayudo masajeando sus duros huevos, hasta que empieza a correrse, salía una espesa leche blanca por su polla hasta su pecho.
Acabamos flipados, que ajustito y sensación tan placentera.
Nos duchamos y me marché... fue la única vez que fui a su casa, aunque hayamos coincidido alguna vez en los baños del centro ya no sería lo mismo.
Así fue esta experiencia, espero que les haya gustado ...
Un placer haberla compartido, saludos a todos!.
chicharron | 28/11/2016 10:09
jejeje, muchas gracias lois-y-peter!!