En un encuentro de 3, congenié con uno de ellos que me gustaba mucho. Un chico moreno, de 26 años y velludo.Acordamos de quedar en otra ocasión y así fue.
Al par de meses en una tarde fría hablando por WhatsApp, me dijo que si le apetecía quedar, calentarnos un poquito y disfrutar esta vez los dos sólos. Yo sin dudarlo acepté la propuesta. Su problema era el sitio, no podía ser en su casa pero tenía un trastero donde podríamos estar. No me importó y quedamos.
Era la segunda vez que lo vería y en este caso a solas..
Llegué a su casa y esperé en el portal. Él bajó y nos dirigirnos al garaje donde estaba el trastero. Él vestía con ropa deportiva, camiseta y unos pantalones cortitos donde se le apreciaba bien su paquete. Llegamos al ascensor y dentro nos tocamos y besamos.
Llegamos a su trastero, nos empezamos a morrear, tocándonos, manoseándonos, nuestras nalgas, nuestros paquetes, lo deseamos con mucha intensidad. Le quité su camiseta y empecé a chuparle sus pezones. Me decía si le gustaba su pecho peludo y que a la vez que me cogía de la cabeza y me restregaba la cara con su pecho, diciéndome: Disfruta de mi pecho! y así hice.
Seguidamente dirigió mi cabeza más abajo, iba lamiéndole su torso, su ombligo, hasta llegar a su rica polla, sus huevos me los lamí gustosamente chupándolos con ganas y pidiéndome que no los soltara, y tirase de ellos hasta sentir mas placer e incluso algo de dolor, me ponía muy cachondo verle su cara de gusto, se los soltaba y volvía a chupárselos... y luego turno con su polla.
Al terminar mi mamada, me dio la vuelta y se agachó para empezar a lamer mi culo, le gustaba mucho porque era muy peludo y eso le ponía bastante. Primero me hizo un masaje a mis nalgas, dándome algunos azotes y seguidamente abriéndome poco a poco mi agujero para chuparlo intensamente. Un rico beso negro.
Disfruto mucho cuando me comen el culo, le decía. Continuó así a la vez que me pajeaba, realmente no tenía ganas de parar pero era momento de corrernos no había mucho tiempo y decidió meterme su polla, era la segunda vez que lo hacía, y con mucho tacto dejó mi agujero a punto para introducírmela poco a poco me la metía agarrando mis caderas empezó a moverse, me agarré a unas estanterías de aluminio y allí me folló sin más.
Ya no aguantaba y dispuso a correrse, gimiendo sin parar. Al descargar, me giré para que me la mamase, hasta llegar a correrme en su pecho velludo. Que sensación más rica.
Éramos unos trastos en el trastero, haciendo de las nuestras... así en otrass ocasiones, un lugar donde solemos quedar cuando no tenemos sitio, ideal para descargar nuestras tensiones.
Hasta la próxima amig@s!!
un abrazo a tod@!
chicharron | 30/11/2016 00:47
al trastero ? :)