Hace diez años, nos dimos nuestro primer paseo por las dunas .
Un verano decidimos irnos a Maspalomas de vacaciones. Teniamos algo de dinero, y muchas ganas de diversión . Contábamos con la suerte de quedarnos en un apartamento que nos prestaban, en una finca de Ingenio.
Por la mañana pasábamos por el supermercado, y nos haciamos un habituallamiento de bocatas, fruta, cerveza Tropical y agua.
Aun recuerdo la sensaciòn de llegar a aquella playa cuando los pies empezaban a caminar sobre arena; un paseo a la orilla del mar, mientras veiamos el ambiente de los kioskos. Nos habian dicho que el 4 era un kiosko swinger y el 7 un kiosko gay ... ¿o era al revès? . Daba igual, el ambiente ya se veia, y en realidad en toda la playa se respiraba mucho morbo. Miradas humedas. Parejas metiendose mano disimuladamente.
A un lado el mar y al otro un desierto con dunas, y gente que subia a veces o bajaba .
En un momento, parecìa haber una entrada al desierto que nos decìa:-ven, que lo desean ... -. Asi que eso hicimos. Subimos por esa entrada, que nos llevaba a un laberinto de dunas, pobladas algunas por habitantes que disfrutaban del sexo . A la derecha vimos una pareja de Amos, en la que ella estaba en el centro, vestida con un sexy pantalon corto ajustado de cuero, ligueros y una fusta en la mano, y alrededor muchos hombres, algunos masturbándose y otros nos, según la orden de su Ama .
Nos pareciò bastante excitante, y hasta me imagine que era yo la ama de ese elenco de esclavos cachondos .
Seguimos caminando y encontramos mas arriba una duna para nosotros. Estaba con parte en sombra, y parte en sol . Nos hicimos nuestro nidito, abrimos unas cervezas y nos sentamos en nuestras toallas.
De pronto empezamos a ponernos cachondos, sol, playa, cervezas, comentando lo que nos habian contado de Maspalomas, lo que percibimos al llegar ... poco a poco, se fue inflando la cosa, y fue un momento, en el que mientras yo abria mis piernas para que mi marido me chupara el coño, yo le chupaba la polla . Poco a poco, fueron llegando voyeurs ... Se ponìan alrededor de nosotros de lejos, pero iban acercándose un poco, mientras observaban como nos chupábamos nuestros sexos y nuestros fluidos. En un momento, el se puso acostado y yo encima de frente a los voyeurs. Queria elegir los que me gustaban para que se quedaran. Son muy respetuosos, y cuando le decìa a alguno: -Tu no . Se iban sin rechistar . Cuando le decia a alguno :-Tu si . Se quedaba con la sonrisa picara de poder quedarse y disfrutar del espectàculo que estaba viendo con la esperanza de ser elegido para la orgìa. Pero lamentablemente ninguno me puso lo suficiente cachonda y deseosa de el, para que viniera, que de eso ya se encargaba mi marido de decìrselo. Pero si me gustaba que estuvieran ahi, a tres metros masturbandose, y ver como reventaban cuando mi marido me enculaba, debìa de verse muy bien, porque algunos estallaban . Y volvìan a empezar de nuevo, porque cuando introducìa en mi boca la polla, y la mojaba, escupia, lamia sus huevos y finalmente estallaba en mis tetas. Me encanta que estallen en mis tetas y frotarme la leche .
Volvimos otro dia a las Dunas, pero eso es para el pròximo relato del Blog.
Freya