Sin respiración...

Ayer mi mente sufrió algún tipo de enajenación... aún estoy por descubrir que me ocurrió, porque jamás me había pasado antes...  


Todos dicen que soy dulce y picara, alegre y divertida, pero con ese algo en la mirada de travesura, pero ayer mi compañía era diferente, y sorprendente, me hizo sacar el lago oscuro que llevo dentro. Para empezar llevaba todo el día con la excitación en el cuerpo de que alguien nos pudiera descubrir, pues tenemos conocidos comunes que no queremos que descubran nuestras dobles vidas jajajaja y claro es difícil hablar cuando puede que uno de ésos amigos vean por encima del hombro con quien hablas y se pregunten que nos traemos entre manos, pero al mismo tiempo eso me parecía tan excitante. 

Conforme pasaban las horas, en las que me tocó hacer de más en el trabajo el nivel de morbo que suponía la situación era cada vez mayor. Se conocen pensaba y ahí frente a mi ésta sin saber que me voy a ver con su amigo jajajaja y si se entera? que pensará de nosotros? se querrá apuntar? mientras mi cabeza pensaba todas esas cosas, las horas pasaban y cada vez el deseo de salir pitando del trabajo era mayor...   

Paso por la tienda de móviles un segundo y subo como un tiro me decía, pero los de la tienda se retrasaban, y yo pensaba, por dios que estrés que acaben ya que me están esperando... y el corazón latía cada vez mas fuerte. Me di especial prisa en llegar hasta el coche, pero oh! noooo... una yaga en mi dedo no me dejaba dar un paso más así que busque como loca una farmacia donde pillar unas tiritas para seguir con mi carrera al placer. 

Al fin llegué, la puerta del portal se abrió y entre sin tocar ni siquiera al portero. Toqué al timbre y allí estaba, tan amable como parecía desde la distancia, me había preparado un plato de comida, que saboree con gran placer, pues llevaba horas sin probar bocado y estaba realmente hambrienta. Continuamos hablando y de repente se levantó y comenzó a besarme, no me lo esperaba la verdad, me agarró de una mano y me llevó hacia la habitación. Me besaba y me acariciaba suavemente, nada mi hizo sospechar lo que ocurriría después...  

Se sentó al borde de la cama, era bastante baja, estando yo de pie y el sentado le quedaba la cabeza a la altura de mis pechos así que me quitó la camisa el sujetador y comenzó a besárlos, a chupar mis pezones delicadamente mientras me agarraba el otro pecho y la espalda al mismo tiempo, y tenerlo a esa altura me provocaba tal sensación de poder que creo que ahí empezó a fraguarse mi delirio...  

Nos fuimos desnudando el uno al otro, la verdad es que a mi sólo me quedaban los zapatos y mi pantalón, pues no llevaba ropa interior. Fue tanta la excitación durante el día que a esas alturas ya me la había tenido que quitar porque estaba mas que húmeda. Abrió el armario para sacar unas sábana, pues lo más que le excitaba de mi era mi capacidad de hacer squirting, él nunca lo había hecho pero le ponía mucho... pude comprobar lo muuuuucho que le puso. 

El día anterior ya le había enviado un par de vídeos donde se explicaba como se hace, pero por si acaso no había pillado la técnica, yo le dí mi clase magistral... y empezó, en cuanto me llegó el primero y salió se volvió loco y comenzó de inmediato con el siguiente, que dicho sea de paso fue más largo y de mayor cantidad que el anterior, y tanto se puso que enseguida quiso embestirme con su polla para intentar hacérmelo con ella.  

Poco tardamos en regresar un momento a la cordura y buscamos el preservativo, pero antes, no podía evitar querer saborear aquella polla tan preciosa y mas grande de lo que había pensado, así que le hice una de mis más exquisitas mamadas, de esas que les llega al alma, y con la que notaba con mis manos lo mucho que le satisfacía pues sus fluidos se agitaban en el interior... Póntelo le dije, pues ese movimiento de fluidos bajo las yemas de mis dedos me excitó tanto que quería follármelo yo a él y no al revés. 

En cuanto se lo puso me la metí hasta el fondo, y comencé a moverme primero despacio y comencé a subir el ritmo, le gustaba tanto que me agarraba la espalda con tal fuerza que todavía tengo sus manos marcadas en ella, y eso me excitó tanto tantísimo que me volví loca y por un momento le agarré del cuello, quería estrangularlo con mi mano mientras me lo follaba duro, y me corrí de nuevo, el me sostuvo la mano en su cuello y me acerco la cabeza a su hombro mientras me susurró al oído "muérdeme", momento en el que cobré la cordura y regresé a mi estado sumiso de costumbre. 

Su lado dominante casi me gustó mas que su lado sumiso, pues me agarraba del pelo mientras me folló a cuatro frente a un espejo, como nunca antes nadie lo hizo... Así hasta dejarme sin respiración...