Parando la obra... dos veces

Parando la obra... dos veces

Historia real de nuestras vacaciones en costa adeje este verano

Acabamos de volver de nuestras vacaciones en Costa Adeje. Este año nos alojamos en una habitación en el cuarto piso del hotel con terraza privada con hamacas y vistas a la playa... y a una obra de otro hotel a unos 15m.

En principio esto podría ser un handicap, pero resultó ser de lo  mas morboso.
El primer día entramos a las 12, vamos a almorzar y luego retozamos un poco en nuestra habitación. Desde ésta, la salida a la terraza se hacía atravesando una puerta corredera de cristal grande, de solo dos hojas, de esas que si la dejas abierta ves perfectamente toda la habitación desde fuera. Yo me desnudé y me senté en la terraza a tomar el sol, mientras mi mujer fue al baño. Me sorprendió la cercanía de la obra del otro hotel. Los obreros estaban trabajando en una zona de jardín que quedaba a la altura de nuestra terraza, a solo unos 10 o 15 metros, con lo que podían vernos perfectamente.
En esto llega mi mujer, también desnuda y ataviada solo con sus gafas de sol. Se sienta en la otra hamaca, de espaldas a la barandilla de la terraza y a los obreros, abre sus piernas enseñándome todo su coñito depilado y me sonríe. Yo obviamente me empalmo al instante jejeje, me siento justo enfrente de ella (de cara a los obreros) y empiezo a acariciarla. Recorro con mis manos sus tetas, acaricio suavemente sus pezones -que se han puesto muy duros-, la beso en la boca con pasión y deseo, cruzando nuestras lenguas incluso por fuera de nuestras bocas y mientras mi otra mano se desliza a su entrepierna y acaricia ese coñito que ya noto mojado... mmmm. La penetro con uno de mis dedos y ella me responde agarrando mi poya y empezando a pajearme. Cada vez mas excitados, mi mano sube hasta su cabeza y se la bajo hacia mi poya a la vez que me recuesto un poco hacia detrás. Su boca llega hasta mi poya y empieza a deleitarme con una maravillosa mamada en la terraza. Yo, que quedo de frente a los obreros, puedo ver como estos miran hacia nuestra terraza y, disimulando todo lo que pueden para que el patrón no les diga nada, paran de trabajar y nos observan. Se nota que la boca se les hace agua -y la picha un nudo jajajaja- viendo como aquella hembra le está haciendo una mamada a su pareja a la vista de todo el mundo y no se cortan.
De hecho nos damos cuenta de que ser observados nos pone aún mas cachondos. Y mi mujer quiere más, así que se pone de pie y me dice que entremos a la cama. Así lo hacemos, pero dejamos la puerta de la terraza totalmente abierta, para que el "publico" pueda observarnos y nosotros a ellos.
Ella se pone de 4 patas sobre la cama y yo empiezo a comerle todo su coño desde atrás; me encanta esa posición porque así también puedo comerle su espléndido y tragón culito. Cuando ya la noto muy mojada y excitada, me incorporo y le meto toda mi poya en su coño mojado. La agarro por las caderas y empiezo a darle embestidas como a ella le gusta. Ella agarra la almohada y la muerde para apagar los gritos de placer que da mientras se corre. Yo disfruto de ese momento, pero aprovecho para mirar hacia la obra y puedo ver como varios de los obreros están de pie observándonos (y seguro que deseando estar en mi lugar jejeje) cosa que me excita aún más. Así que salgo del interior de mi mujer y me pongo de pie por el lado de la cama que da a la terraza, de perfil, para que se vea mejor, agarro por el pelo a mi mujer (que sigue a 4 patitas sobre la cama) y le meto mi poya mojada en su boca. La visión de los obreros es perfecta. Pueden ver como mi mujer me la chupa hasta el fondo, y ella y yo los podemos ver a ellos mirándonos, cosa que nos excita aún más. Yo ya a punto de explotar, saco mi poya de su boca y le digo que me chupe los huevos mientras yo me masturbo. Ella cumple mis indicaciones a la perfección y al momento empiezo a correrme... Sale mucho, ..., mucho más de lo habitual, tanto que hasta mi mujer se sorprende mientras se incorpora y con su mano termina de masturbarme y sacarme los últimos chorretes de leche.
Nos retiramos al baño, mientras los obreros vuelven a sus labores con un muy probable dolor en la entrepierna causado por el espectáculo visto jajajajajaja.
Los siguientes días seguimos disfrutando del sexo pero sin dar tanto espectáculo público. Yo, para estas vacaciones, le tenía una sorpresita a mi mujer: le había comprado en sexboutique unas tanguitas rojas que llevan un corte por delante para mostrar mejor el coñito de mi mujer y un minivibrador, para así juguetear un ratito por las noches. Y vaya que si dimos buena cuenta de ello! A ella le encantaba ponerse tangas bajo esos trajes de verano cortos... muy cortos... para bajar a cenar y provocarme, agachándose más de lo debido para que se viera parte de su culito o colocándose mi mano sobre su culo cuando paseábamos por el hotel. Por la noche subíamos a la habitación y disfrutábamos con mucha pasión de nuestros cuerpos... y juguetes jejejeje
Uno de los últimos días, estaba ella tomando el sol totalmente desnuda en nuestra terraza sobre una de las hamacas. Los obreros ya le estaban echando el ojo, pues mi mujer está espléndida y espectacular desnuda. Yo, me acerco a la puerta de la terraza y veo la situación. La excitación empieza a correrme por todo el cuerpo, siento ese hormigueo sexual y al momento mi poya está durísima. Me desnudo y salgo a la terraza. Me sitúo de pie junto a la hamaca de mi mujer, que está en posición de recostada semisentada, dejando mi poya justo a la altura de su cara. Me agacho, la beso en la boca con un beso largo y caliente, con mucha lengua, ella me corresponde. Me incorporo y ella gira su cara hacia mi cuerpo, viendo mi poya durísima a la altura de su cara. La agarra, me mira y me sonríe pícaramente, y se la mete en la boca. Empieza a chupármela mientras me masturba con su mano. Yo la agarro de la cabeza, pues se que le gusta, y la ayudo a que se meta aún mas mi miembro en su boca. Todo esto de frente a los obreros, que de nuevo parecen figuras paralizadas que nos observan casi sin parpadear y disfrutando de la visión que tienen delante. Mi mujer cada vez más excitada porque se sabe observada aumenta el ritmo, y yo cada vez más excitado la empujo cada vez más fuerte para meterle más adentro mi poya. A la vez, mi mano ha vuelto a deslizarse hacia su maravilloso coñito, y mis dedos ya se alojan en su interior, moviéndose adentro y afuera y provocando que se moje todo su interior. Ella se para, me mira y me dice: "cómemelo todo". ¡como me pone que me diga esto! Así que bajo, le abro las piernas y empiezo a lamer su coño todo mojado bajo la atenta mirada de nuestro público   Ella cada vez mas excitada se arquea de placer bajo los lametones, chupones y besos que le estoy dando en su ya chorreante entrepierna. Entramos a la habitación, dejando la puerta otra vez abierta, para que nadie pueda perderse nada de la acción. Yo aprovecho y cojo uno de los regalitos, el minivibrador, lo pongo en marcha con el movimiento más fuerte que tiene, y vuelvo a la entrepierna de mi mujer. Le lamo el coño con mi lengua mientras mantengo presionado el vibrador sobre su clítoris y mi otra mano le agarra una de esas tetorras que tiene. Ella disfruta como una posesa y me dice que quiere que le meta la poya, yo la hago esperar, quiero que se corra en mi boca, y disfrutar de sus jugos. Suelto el vibrador y a la vez que lamo su clítoris con mi lengua, la penetro con mis dedos. Ella jadea cada vez mas. De repente una pausa en sus jadeos, de apenas un segundo, y luego un grito de placer y un chorro de flujo sale de su coño directo a mi boca... dios como me gusta... me lo trago todo y mi poya se pone muy mojada. Cuando ella termina de correrse, me incorporo y le digo: "ahora si que vas a tener mi poya". La pongo de lado, pero yo sigo de rodillas, coloco una de sus piernas entre las mías y la otra se la levanto un poco para ver la entrada de su coño... la veo y meto mi poya directamente hasta el fondo, la agarro por esa cadera y la embisto con fuerza. Me encanta esta posición, y a ella le provoca mucho placer. Su cara de vicio lo revela y yo la imagino chupando otra poya en ese momento y se lo digo, lo que provoca que ella se excite aún más porque también la desea. Pero eso será en otra ocasión. Yo en ese momento estallo y me corro todo dentro de ella dando gemidos los dos. Me vacío completamente y caigo sobre ella, fundiéndonos en un apasionado y cómplice beso.
Los obreros vuelven al tajo, otra vez con dolor en la entrepierna, ... vaya dos días les hemos dado... dolor en la entrepierna y retraso en los trabajos... pero seguro que lo han disfrutado igual que nosotros.

Publicado por: parejaxmorbosa
Publicado: 09/07/2017 10:05
Visto (veces): 881
Comentarios: 1
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Comentarios (1)

tr0nc0 | 30/08/2017 02:28

Está muy bien, todo el relato es un puro folleteo, pero para mi gusto es muy largo, podrían haber sacado dos o tres relatos mas cortos siendo mas placenteros de leer. Solo es una opinión, por supuesto ustedes mandan en su blog. Saludos.

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