El Ama deseada

Nos habíamos conocido gracias a un chat de internet, habíamos chateado y acordamos una cita, me pidió que la invitara a mi apartamento a cenar, pero de una manera especial... y por fin llego el día. A la hora acordada sonó el teléfono y por fin escuche su dulce pero firme voz, me dio las ultimas instrucciones para que todo fuese a su gusto y mi corazón parecía que iba a estallar... me había depilado y comprado la comida que ella me había ordenado y todo estaba preparado, incluso la televisión en el canal que ella me había indicado. 
 Me desnudé y adopté la posición de espera que ella me había pedido, detrás de la puerta, de rodillas y con la cabeza agachada y por fin, escuche sus tacones por la escalera, mi corazón estallaba, por fin iba a conocer a mi Ama...  
Abri la puerta, sin levantar la cabeza y divisé sus pies, enfundados en unos zapatos negros de tacón, me ordeno que cerrara la puerta y que la siguiera, de rodillas. Me ordeno que levantara la cabeza y admirara a mi Ama, lo hize con sumo gusto y así me tuvo unos minutos, en silencio y admirándola. Me coloco un collar de perro, unas muñequeras y unas tobilleras de cuero con presillas. De esta manera me ordeno que le preparase la cena y le sirviera su vino que degustó con agrado. una vez preparada la cena me ordeno servirla, dos platos, uno para ella y otro para mi, con la salvedad de que el suyo en la mesa y el mío en el suelo, cual perro... y así tuve que comer, sin usar las manos, como si fuera un perro de verdad, recogiendo las migajas que mi Ama me tiraba de vez en cuando...
Acabada la cena, me ordeno recoger todo y postrarme a sus pies, cosa que hize con agrado, y me ordeno que lamiese sus pies  y lentamente subiera por sus piernas, así lo hize, deleitándome con el sabor de su piel, siempre sin levantar la cabeza. Después de unos minutos lamiendo sus pies empece a subir con mi lengua, recreando en sus piernas hasta llegar por fin a su fuente de néctar, el cual para mi sorpresa y agrado no estaba cubierto por tela alguna... Tenia ante mi el delicioso olor y sabor del néctar de mi Ama, que me ofrecía para que su perro disfrutara...
lo que paso a continuación, lo contare en próximas ocasiones, porque la noche fue larga y de recuerdo imborrable.