Vestidistos para jugar

El siempre está dispuesto a un juego, así que al decirle "Me han dicho que los probadores del Corte Inglés son grandes!!" sabía perfectamente que se prestaría al juego... y no me equivoqué.

Quedamos unos días antes. Esta vez fui yo quien lo recogió, así que baje con mi minicoche dirección Santa Cruz, aparque y nos dirigimos hacia el Corte Inglés, con una mezcla de excitación tan grande que ya llevaba mis braguitas muy mojadas, lo que hizo que las cosas fueran mucho mas fáciles. 

Al azar elegimos la planta de moda joven y deportiva, en principio era él quien se tendría que "probar" ropa, pero nada mas entrar vi un vestido que me decía pruebame, así que lo cogí y para rellenar y tardar mas tiempo, cogí dos mas, y enfilados hacia los probadores.

Elegimos el del fondo, muy grande si, y nada mas dejar las cosas me comenzó a besar como el sabe que me gusta, me levantó y me subió al banquito de madera, y me dijo que me desnudara, mientras me seguía besando de forma apasionada. Me desnudé por completo, y de hecho me probé el primer vestido, pero era muy estrecho, así que fuimos pasando de uno a otro, hasta que me quedé con el tercero y con ése decidimos jugar, me puso contra el cristal y mientras me besaba se agachó un poco y me penetró desde atrás. Como dije antes, el hecho de ir muy humeda, hizo que la maniobra resultara muy rápida.

Pero no era lo más cómodo, así que  me giró ligeramente y mientras yo apoyaba mis manos en el banquito de madera, estando de pie, el comenzó a evestirme de tal manera que lo único que deseaba era gemir y gritar, pero no podía.

En un acto de querer dominar la situación (cosa que me pasa siempre con el) le dije que se sentara, pero el banquito era tan pequeño que mejor se sentó en el suelo y yo encima suyo cabalgaba con tanto deseo, movida por el morbo de la situación, de saber que al lado de nosotros había gente probándose ropa sin saber que el probador de al lado estábamos follando como locos, pues tanto fué lo que me excitó que no tardé en conseguir que se corriera.

Y todo con uno de los vestiditos que efectivamente se quedaron en la tienda porque no me quedaba bien... La verdad que fué una tarde de "compras" muy exitante y que me encantaría repetir...