Otro viaje exitante

Otro viaje exitante

De nuevo me encontraba en otra ciudad, una que conocía lo suficiente para no estar obligado a hacer turismo y menos con el calor reinante... así que tras una jornada de trabajo me dirigí a mi habitación del hotel, me duché, puse el aire acondicionado y me tumbé en la cama.

Me puse a navegar por internet y llegué a un chat de la ciudad donde me encontraba con el original nick "canarioenhotel", después de estar un rato chateando me abrió un privado una chica:

- Hola
- Hola, ¿cómo estás?
- Bien
- ¿No eres de aquí?
- No. Soy de Canarias, estoy por aquí por trabajo.
- ¿mucho tiempo?
- Llevo desde el domingo y me voy pasado mañana.
- ¿En qué hotel estás?
- En el H...
- Buff, ese es de lujo
- Si, paga el cliente. Por cierto me llamo Canariox 
- Yo Marta y mi amiga Eva
- Encantado
- Edad?
- Tenemos 19
- Yo 20 más, supongo que no quieren hablar con un viejo
- No nos importa
- ¿Qué les gusta hacer?
- Mira, vamos a ser claras... queremos que nos coman en coñito a las dos, pero sólo eso. Nada más

De repente no sabía que contestar, no sabía si era una broma o qué... pero comer coños es lo que más me gusta hacer y decidí seguir un poco más el juego.

- Me encanta comer coñitos... y hoy tengo mucha hambre.
- jajaja... ¿quieres vernos por cam?
- Claro

De repente nos ponemos las cam, son dos chicas jovencitas, algo rellenitas, marta era rubia y con cara de niña, Eva era una oriental con carita de mala.

Después de charlar un ratito por la cam, quedamos en un centro comercial cercano al hotel. Ellas llegaron nerviosas y bastante cortadas. Les ofrecí tomar algo y me dicen que si podemos irnos al hotel. Las veía mirando hacia todos lados por alguien las reconocía.

Una vez dentro de la habitación no parecían menos cortadas, pero Marta tomó la iniciativa:

- Mira, nos levantamos las faldas y nos comes el coñito, primero a una y luego a otra... y sólo eso.
- Perfecto, ¿Por quién empiezo?
- Por mi - Dijo Eva

Las dos se sentaron en la cama, una junto a la otra, se levantaron el vestido y dejaron dos coñitos totalmente depilados al aire, sin ningún tipo de ropa interior.

Comencé a pasar mi lengua por la cara interna de sus muslos mientras los iba mordisqueando y mi dedo empezaba a acariciar la entrada de su coñito, le hice abrir más las piernas y arrodillándome delante de ella, lamiéndola las ingles y por dentro de sus muslos, acercándome cada vez a lo que yo había puesto como mi meta, ella se ponía cada vez más caliente y notaba como su precioso y sabroso líquido empezaba a manar de su coñito, y me fui acercando más y más con mi boca hacia su tesoro,  me detuve, lo que a ella no pareció gustarle mucho, empecé a acercar mis manos a chochito, muy suavemente separé con mis dedos sus labio, dejando al aire su clítoris que había crecido como nunca y brillaba a causa de sus jugos que la humedecían cada vez más, y empecé a soplar sobre su clitoris muy suavemente. Y mientras acercaba y alejaba mi boca, soplándole sobre su botoncito, sin previo aviso, le di un lenguentazo con la punta de mi lengua, a lo que ella contestó con un gran grito de placer y agarrándome la cabeza con sus dos manos, me obligó a que mi boca entrara en contacto con su clítoris a lo que aproveché para abrir mi boca y, en ese beso tan delicioso de mi boca con su coño, empecé a jugar con mi lengua en su clítoris. Dando lenguetadas muy rápidas y fuertes. 


Ella me decía que no parara, y empezó a besarse con Marta, mientras yo seguía saboreando su coño. Y sin
que ella se lo esperara, le introduje directamente dos dedos a su ya muy húmedo y dilatado coño; reaccionó en principio con un gritito de dolor, pero siguió con gemido de gran placer.


Así estuvimos un buen tiempo, mientras le seguía comiendo ese maravilloso y formidable chochito, y ya cuando lo tenía completamente dentro, acompañando a sus suspiros de placer, metí un nuevo dedo, lo que ella respondió aumentando sus gemidos y acelerando su respiración, diciéndome que no parara.


Metía y sacaba los dos dedos a la vez, y poco a poco fui metiendo hasta tres dedos,  mientras seguía saboreando su jugoso coño. Así estuve un buen rato hasta que ella, que seguía agarrando mi cabeza con sus manos, empezó a tirarme de los pelos muy fuerte, dejó de gemir, se estiró para atrás y dejó escapar un gritito y un suspiro enorme de su boca, quedándose en un instante completamente flácida, corriéndose entera en mi boca, y yo aprovechando hasta la última gota de sus jugos tan sabrosos.


(Continuará)

Publicado por: canariox
Publicado: 06/09/2017 18:37
Visto (veces): 313
Comentarios: 1
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Comentarios (1)

tr0nc0 | 06/09/2017 20:35

wwwooowww, sigue, sigue.

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