Sesión de fotos, una historia real...

Recuerdo estar ese día retocando unas fotos, cuando recibo la llamada de ella, y me dice que quiere unas fotos sensuales para regalárselas a su marido por su aniversario. Nos citamos para conocernos y entablar un pequeño vinculo de comodidad para las fotos que me pide, pues quiere sorprender a su marido, según ella por que cree que ya no la ve tan atractiva como antes, así que fijamos día y lugar para hacer la sesión, el cual fue en casa de una amiga suya, previamente le había dicho que si su amiga estaba mejor, así se sentiría mas cómoda al no estar los dos solos.

Llegué a la dirección que me había dado con mi equipo, y cuando entre estaba sola, que lo prefería así. Estaba preciosa la verdad, maquillada perfectamente y peinada de peluquería. Le dije que donde quería empezar para colocar la iluminación y empezamos por el salón. Mientras colocaba la ultimación ella fue a cambiarse, sorpresa la mía cuando la veo salir con un conjunto en lencería que le quedaba perfecto, no entendía como su marido no la veía atractiva, todo un esplendor de mujer así cuarenta largos. Con los nervios típicos del verse así delante mía, paso un poco hasta que se empezó a sentir cómoda, yo le regalaba palabras para que se diera cuenta de lo preciosa y estupenda que estaba. Roto el hielo, se cambio de conjunto, uno extremadamente sexi, tanto que el que se empezó a poner nervioso era yo. No se si fueron mis palabras de animo que se empezó a soltar, no tenia que indicarle nada, ella me dijo: tu solo dedicate a sacarme las fotos. Las cuales me pedía que le enseñara y al hacerlo nos acercábamos cada vez mas. Mientras miraba por el visor de la cámara veía como se iba quitando la ropa hasta quedarse desnuda y simular o eso creía yo que se masturbaba. La situación me pudo y no pude evitar evitarme mientras intentaba explicarme como era posible que su marido no la viera guapa y sexi, y evidentemente ella me lo noto. Empezó a masturbarse y vi que no lo fingía para posar por sus gemidos y empezó a mirar a la cámara mucho mas que antes. Quiero verlas me dijo..Yo estaba con una rodilla en el suelo, intentando disimular mi erección. Quiero verlas.. me repitió.. mientras iba hacia ella, tumbada en la cama, me noto lo que me pasaba y después me clavo la miraba en los ojos mientras me acercaba a ella. Le di la cámara desde una distancia prudencial a los pies de la cama, ella se incorporo y acerco a mi, cogió la cámara y me preguntó que me parecían las fotos. No entiendo a tu marido le conteste. Se levantó de la cama, se acerco a mi para darme la cámara, y pegándose a mi, me susurro al oído: Yo tampoco, mientras me ponía la mano en la pierna y empezó a subirla. Por favor no, le dije yo a lo cual ella me contestó, por favor no me hagas sentir como me hace sentir mi marido y empezó a besarme y en ese momento me descontrolé, no se fue la excitación o el pensar que se hombre no podia tener a una mujer de esa manera. Los gemidos de ella eran atronadores, me mordía para no gritar mientras la prenetaba salvajemente mientras se corria una y otra vez, hasta que ya no pude evitar el correrme yo y me pidió que lo hiciera sobre sus pechos, y así lo hice, dándome las gracias mientras se restregaba mi semen. La cosa no terminó ahi, me dijo de ducharnos juntos y así lo hicimos. Una vez en la ducha y hablando de todo un poco, me dijo que hacia años no se había sentido así mientras me sonrío, se dio la vuelta para calentar un poco el agua, y me pegue a ella cogiéndole los pechos y empece a masturbarla hasta que me pidió que se la volviera a meter y que la avisara cuando me fuera a correr, cuando ya estaba a punto de correrme me separo y se agacho, corriendo en su boca.
Terminamos tomando un café y despidiéndonos. Por el camino me hablaban el angel y el diablo por lo sucedido.Nada mas llegar a mi casa me puse a seleccionar las mejores fotos y editarlas. Al cabo de tres días la llame para decirle que ya estaban preparadas y vino a verlas. Estaba preparado para volver a hacerlo con ella, me duche arregle y demás.Vimos las fotos, las cuales les encantó y miraba con una sonrisa de felicidad.Muy bonitas, me encantan me dijo, mientras se levantó me pagó y despidió. No hablamos nada de lo sucedido ni volvió a pasar nada, simplemente se despidió y marchó.
Al cabo de cuatro días recibí un mensaje, dándome las gracias por las fotos, que su marido se quedó loco con ellas y que pasaron un fin de semana inolvidable. Nunca mas supe de ella y de pensar que poco valoramos a veces lo que tenemos al lado.