En que universo?

Miró hacia arriba y me dijo _ a lo mejor quieres que te la chupe.

_ Si, eso es!, contesté con sarcasmo.


Debió tomarselo en serio porque subió las escaleras y me cogió de la mano. Subimos hasta el descansillo de la azotea y nos abrazamos. Me empujó y caí sentado sobre un pupitre y bajó la cremallera de mi pantalón, sin delicadezas, sacó mi verga por el agujero del pantalón y comenzó a chuparla con ganas. Yo notaba como succionaba fuerte mientras la metía casi entera en la boca. Hacia bastante ruido, slurp, srrbb, mmmgg, y aquello me ponia bastante cachondo. Hizo que se me pusiera rapidamente como una piedra, nunca antes me habían comido la poya con semejante maestría.
_ Joder, que bien lo haces!_ le dije mientras seguia con lo suyo.


Me pajeaba con fuerza mientras se acercaba a mi oido y me hablaba  susurrando. _ Quieres correrte?,
me darás esa lechita?_
Luego volvía a meterse mi verga en la boca y cada vez que lo hacía me daba más y más placer. 


_Mmmm, la tienes como un chupachups_ dijo en un par de ocasiones. Tengo que decir que mi glande es especialmente grande. Sentia como le llenaba con él toda la boca. Joder, solo habían pasado unos minutos y ya quería correrme, asi que saqué mi poya de su boca. Ella succionaba con fuerza aún y al retirarla de su boca hubo un sonoro "pop!" como al descorchar una botella.. Desde luego, aquella muchacha sabía como hacer una mamada. Aún jadeante la sujeté por la cintura y de una forma un tanto brusca la subí a la mesa. Le besé en los labios y por el cuello y agarré sus pechossobre la camisa. Hasta entonces no había advertido lo grandes y redondos que eran. Queria verlos, y sentir su suave piel, asi que desabotoné su camisa, recuerdo que algún botón salió despedido y, de pronto, de aquella muchacha menuda surgieron dos enormes pechos. Sus pezones eran duros y puntiagudos, curiosamente largos. Mamé aquellos pezones como un niño de teta y luego fui bajando a su entrepierna. Abrí su pantalón y tiré de él desde la pierna para sacarselos por completo y aun hoy me estremezco tan solo con el recuerdo  de su imagen desnuda sobre aquel pupitre. Solo tuve la intención de dirigirme a su entrepierna y ella hizo el resto cogiendome por la nuca y llevandome a donde quería. Ohh, santo cielo!, hundí mi lengua tan profundo como pude en aquel coñito humedo, ella se retorcía de placer mientras yo daba rienda suelta a todo mi repertorio de habilidades. lamí todo su coño alrededor y succioné aquel clítoris como si no existiera otra cosa en este mundo. Presté especial atención a sus jadeos y estertores y descubrí qué le gustaba. Se extremecía cuando entraron en juego mis dedos y al mismo tiempo cogia su clitoris entre mis labios y lo succionaba, mi lengua se encontraba con él dentro de mi boca y con la puntita lo acariciaba en movimientos circulares. Notaba como cada vez estaba mas y mas cachonda, como se abandonaba al placer del momento, como gemía de placer y acompañaba mis movimientos con sus caderas.
Ya no aguantaba más, asi que me incorporé y ella rodeó mi cintura con sus piernas. Cogí mi poya y di unos golpecitos con ella en su coñito para entonces muy mojado. Comencé a hacer movimientos de arriba abajo frotando en él mi enorme glande haciendo ademán de meterlo dentro y frotandolo contra su clitoris. Comencé a hacerlo más rápido y hasta sonaba una especie de chapoteo al hacerlo. Ella seguía gimiendo y retorciéndose al compás,   Coloqué mi poya en posición y la hice entrar toda entera sin apenas encontrar dificultad. Apenas unas pocas embestidas y me gritó _ voy a correrme, voy a correrme yaa!!_
Joder!, seguí metiendole toda la poya. Dentro y fuera y me ayudé de mis dedos una vez más para frotar su hinchado clitoris mientras ella agarraba mis brazos hundiendo en ellos sus uñas. Noté como aguntaba la respiración y su cara se enrojecía para soltar un gemido que inconfundiblemente indicaba que estaba ya inmersa en el más intenso placer.


_Joder!_ volví a exclamar.


Yo estaba a punto de estallar también, y comencé a masturbarme. Ella se levantó de la mesa, se acuclilló y comenzo a mamar como solo una experta sabe hacerlo. 
_Quiero sacarte yo esa lechita_ dijo aun jadeando.
Y metió toda mi poya en su boca. Es curioso como aquellos sonidos que hacía al succionar todavia consiguen ponermela dura mientras escribo. Fue aumentado el ritmo mas y más, cuando sujetó mis pelotas supe que me correría sin poderlo evitar. Le dejé hacer. Noté cómo mi corrida recorria toda mi poya hasta salir a borbotones y ella no paraba de chupar con ganas mientras llenaba su boca con ella. Mi orgasmo se intensificó así mucho más, como si tuviera uno seguido de otro más y ella seguía mamando aquella verga con ahínco dejando caer sobre sus grandes pechos la corrida y mirandome con una sonrisa de satisfacción dibujada en su cara.


El mismo instante, en esta dimensión...


_ A lo mejor quieres que te la chupe.
_ Si, eso es!, contesté con sarcasmo.
Bajé la escalera, cogí mi maletín y tuve que aflojarme la corbata de camino a casa. 


FIN