Un día mirando videos de entrenamientos físicos por internet decidí comentar uno de ellos, sin ánimo más que de hacer un aporte. De repente alguien me habló, escribiéndome por privado me pidió consejos para sus rutinas de gimnasio, petición a la que accedí con gusto. Se trataba de una chica a la que llamaré “Lucesita” de una ciudad andaluza, muy agradable y muy atractiva, e interesada en aprender cosas nuevas para sus entrenamientos.
Rápido entablamos conversaciones, por Messenger en aquella época, y lo que en un principio consistía en compartir consejos y rutinas de gimnasio, a los pocos días se fue convirtiendo en algo más, nos empezamos a atraer entre charla y charla, hasta que sin pensarlo demasiado decidimos emprender un viaje para estar juntos.
Definimos el lugar en el que pasaríamos un fin de semana y Madrid fue la ciudad que nos sirvió de escenario para ese encuentro tan prematuro pero a la vez deseado, y es que solo habían pasado un par de semanas desde aquel comentario en esa página. Corría el mes de Junio de 2010 cuando entre incredulidad, adrenalina, pero sobretodo ganas de pasarlo bien, cogí el avión rumbo a la capital. En Barajas era nuestro encuentro desde donde partiríamos hacia el hotel que habíamos elegido.
Arribé al aeropuerto un par de horas antes que ella, impaciente, y temeroso se me pasaban muchas cosas por la cabeza, pero el tiempo de espera acabó, Llegó!, y con ella se despejaron muchas dudas de mi mente, se trataba de una chica muy bella, de cabellera morena que llevaba suelta, mientras un conjunto negro moldeaba su figura y enseñaba sus encantos, y con una bonita sonrisa me saludó. Ahí estábamos, frente a frente dispuestos a pasar un gran fin de semana juntos, desconocidos pero con ganas de cambiar esa circunstancia.
En un principio todo fue muy cordial, de manera amistosa pero sin volcarnos en los placeres del beso que llevábamos días deseando.
Una vez alquilado el coche emprendimos rumbo al hotel, y entre risas y buen rollo nos fuimos conociendo un poco, entrando en confianza y cosechando esas sensaciones de deseo que habíamos sembrado días atrás, la complicidad hacía acto de presencia.
Llegamos al hotel y fue en el ascensor en donde por primera vez pude probar sus bellos labios, carnosos y muy suaves. En ese momento liberábamos gran parte de la tensión acumulada de varios días y de paso encendíamos de manera real la hoguera del deseo.
Ya habiendo roto el hielo, entramos a la habitación y sin apenas descargar nuestro equipaje no pudimos contenernos, después de unos apasionados besos la tumbé sobre la cama, y mientras la besaba fui desnudándola poco a poco, ella hacía lo propio conmigo, no existía el mundo, en ese momento el universo se llamaba “Lucesita”.
Empecé a recorrer todo su cuerpo con mis labios, no quería dejar ni un centímetro de su piel sin besar. Mientras deslizaba mi boca por su cuello, mis manos palpaban su exquisita figura, y así fui bajando por sus pechos, su abdomen, y recorriéndola de arriba abajo llegué hasta la parte interna de sus muslos. Poco a poco fui acercándome a su sexo, cuidadosamente depilado, era un manjar del que quería empacharme, y mientras más me acercaba a él y con mis manos acariciaba sus curvas podía sentir cómo estaba deseando que llegara a ese punto tan íntimo, me tomé mi tiempo pero llegué, la puntita de mi lengua rozó muy sutilmente su clítoris y la aparté, para 3 segundos más tarde volver a pasar pero con un poco más de contundencia. Se estremeció y fue ahí cuando decidí aterrizar definitivamente, con movimientos muy suaves pero con firmeza saboreaba sus partes, las cuales iban empapándose cada vez más hasta el punto de mojar toda mi barbilla. Me animé entonces a empezar a jugar con mi índice derecho en su interior.
Era latente su disfrute, y yo al verla estaba maravillado, muy excitado viendo cómo se estremecía de placer, no podíamos parar, yo de jugar con mi lengua y mis dedos en su vagina, y ella de gemir y retorcerse. Fue de esa manera como por primera vez la vi llegar al clímax.
Después de esa primera toma de contacto sexual era momento de ir a recorrer las calles del centro de Madrid, (…)fue así como inició nuestro gran fin de semana.
Continuará…..
silencio | 06/12/2018 18:08
Lo había abandonado pero por ustedes voy a retomar la historia.. jejeje un saludito
pareja-hot | 13/09/2022 17:14
Creo que vas a tener que comenzar otro relato, esta vez eso si, basada en un viaje a Fuerteventura que acabo siendo de lo mas excitante y morboso. 😉