Hacía tiempo que él quería quedar con nosotros, le encanta la chica, y siempre miraba sus fotos y la saludaba, intentando que quedara con él. Gracias a la celebración de un evento anual por su zona, recibió la sorpresa de nosotros, de que al querer ir al mismo, le comentamos de vernos y conocernos, a lo cual sin ninguna vacilación por su parte dijo que sí, como no, con las ganas que le tenía.
Llegada la hora acordada, le recogimos en el punto indicado y nos guio para llegar al sitio y decirnos donde se podía encontrar aparcamiento. Tras esto, bajamos del coche y seguimos caminando hasta donde se celebraba el evento, pero como había tiempo de sobra, dimos un pequeño rodeo, y nos llevó a un pequeño mirador de la zona, alejados de la gente, donde nos pudimos sentar para hablar y conocernos.
Por la erótica conversación que mantuvimos, contándonos nuestra experiencia, nos fuimos calentando todos, así que empezaron la chica y él a tocarse, ante la morbosa mirada mía, empezando a subir el tono de los tocamientos, hasta el punto de empezar a tocar cosas directamente. Ella tocaba su polla y él, su mojado coñito y pechos. Tan caliente estaba la chica jugando con su buen miembro, que se agacha y empieza a disfrutar de él con su boca, joder como la comía, que buena mamada le estaba haciendo. Disfrutábamos todos, ella comiéndomela, él sintiendo su boca y yo, el cornudo de su marido, viéndolos.
Tan caliente estaba la chica, que terminó buscando la forma, sin quitarse su ropa, al estar en la calle, de sentarse sobre semejante pollón, para Dios mío, cabalgar sobre él, con seguridad (preservativo), y ver como saltaba gozando tanto ella como él de semejante galopada que le hizo y yo frente a ellos, tocándome mi polla. Mi madre, que mujer para cabalgar sobre una polla, y gracias a como tenía su miembro bien duro, para que no se saliera y disfrutara sobre ella, menuda follada le dio en ese lugar, vaya corrida le hizo tener.
Después de limpiarse ambos, nos dirigió hasta el lugar del evento y nosotros nos quedamos esperando por el mismo, aprovechando él para saludar y hablar con unos amigos, pero no acabando aquí la historia, puesto que terminado el evento, contactamos otra vez y nos reunimos nuevamente, para dirigirnos al coche. Tanto él como yo teníamos ganas de seguir con el encuentro y logramos forzar la reticencia de ella en continuar, por lo que buscamos algún sitio donde aparcar el coche, pero ante la falta de lograr un lugar adecuado, le dijimos de ir a su casa y ella aceptó.
Llegamos a casa y nos pusimos los tres cómodos, desnudos sin ropa, sentándose él en el sofá y volviendo a ofrecer su generoso miembro a esta buena hembra, la cual volvió a metérselo en su boca y a degustarlo con otra generosa mamada que hace. No vean como tragaba y tragaba el mismo, disfrutando de él y haciéndole disfrutar directamente de sentir su boca y a mí de ver semejante espectáculo.
A pesar de tener bastante aguante, para no correrse con su buenísima corrida, la puso a ella en el sofá, abriendo su piernas para empezar a comerle su delicioso coño, joder que buen coño tiene esta mujer dijo, que rico y mojadito está, decía, saboreando esos deliciosos jugos que suelta el mismo. A todo ello, yo, el cornudo marido, no paraba de tocar mi polla, estaba disfrutando de semejante espectáculo, más cuando él miraba para mí y me decía cosas de ella: “que bien la come”, “que buen coño tiene”, ….
Llegado el momento, la puso sobre una colchoneta a 4 patas y tras ponerse el preservativo, creo que era uno de sabores, y de tan mojado y abierto que estaba su coñito, se la clavó toda, logrando que soltara un grito de placer no de dolor, al sentir semejante polla en su coño, y de empezar a seguir embistiéndola con la misma, una y otra vez, haciendo que sus gemidos fueran cada vez más y más fuertes. No vean como gozaba semejante mujer con su polla dentro de ella, temblaba del placer que le estaba dando y mojándose cada vez más y más su coño.
Ya viendo esta escena, era tal mi calentura, que terminé corriéndome con mi mano, al no poder aguantar más el placer, pero ellos siguieron con la follada, pues ella estaba muy pero que muy a gusto con lo cañero que es, y él no paraba de seguir clavándole su miembro en ese húmedo coño.
Pararon de follar para volver a sentarse en el sofá y volver él ofrecerle a semejante hembra su polla, sobre la cual volvió a abalanzarse para tragarla de nuevo, volviendo a deleitarle con otra de sus ricas mamadas. Para no correrse todavía, le dijo que le comiera sus huevos y joder, se los comió tan rico como la polla, no vean que gusto le dio esa comida de huevos que le hizo, hasta el punto de volverla a poner delante de su polla y recompensarla con una muy buena corrida, llenando su boca y cara con toda la leche que le hizo sacar.
No vean que noche, tanto antes como después del evento, tuvimos. Ella y él con el contacto sexual mantenido y yo, el marido, con todas las escenas que me gocé. Espero volver a poder repetir nuevamente cuando esta hembra quiera.
mimosita | 25/05/2018 15:31
si, vigilando que nadie nos pillara, jaja