Hace algunos años, la búsqueda de información sobre BDSM era complicada y, obvio, era aún más difícil encontrar personas afines con quien practicarlo. En la actualidad, el internet y las redes sociales han permitido una apertura hacia estos temas y es precisamente en estas últimas donde nos permitimos explorar en grupos con esta temática. Así, al agarrar valor, nos presentamos y publicamos cosas, damos nuestra opinión o subimos alguna pregunta a algún foro. Cuando ya nos sentimos seguros, nos damos a la tarea de buscar un compañero de juego.
Pero, ¿cómo hacerlo si no podemos asistir a reuniones de ningún grupo por tiempo, trabajo o dinero? ¿Cómo poder conocer a alguien con quien podamos practicar y llevar a cabo nuestras fantasías y poder servir o que me sirvan?
Bueno, pues nos animamos a subir una publicación de “Se Busca” y es aquí donde se centra el tema de mi reflexión, ya que al publicar dicho anuncio aparecen “los jueces”. Y ok, no todos tenemos una preparación académica superior o a otros (básicamente a los más jóvenes) no les interesa mucho la ortografía y mucho menos la redacción, y acaban escribiendo cosas un poco lamentables. Entonces “los jueces” llegamos a criticar, incluso algunas veces de forma ofensiva, dichas publicaciones; desde la ortografía, hasta el nick o la foto. Como jueces, encontramos mil detalles para juzgar y criticar, pero ¿por qué no en vez de juzgar o criticar duramente extendemos la mano para asesorarle? Lo sé, es más fácil reír que ayudar.
Por otro lado, para las personas que suben el famoso clasificado, van algunos puntos que creo importantes recalcar:
• Si de verdad te interesa el BDSM, antes de poner “Se Busca”, lee, investiga, pregunta y así sabrás cuáles son tus límites, gustos, lo que puedes ofrecer y lo que pides
• Omite palabras altisonantes; es muy poco atractivo en una presentación y recuerda que sólo hay una oportunidad para causar una primera buena impresión
• Si sólo eres alguien que busca sexo fácil y rudo, los practicantes reales lo detectarán y por consiguiente no te prestarán atención, pero siempre puedes acudir a otras páginas donde esto es posible de conseguir. Por favor, no te arriesgues a las ofensas o pasar un mal rato
A los jueces:
• Aprendamos un poco más de tolerancia; nadie es perfecto
• Estemos abiertos y receptivos, ayudemos en vez de juzgar, enseñemos en vez de condenar
• Si lo que leemos no nos motiva a decir algo positivo, pues no digamos nada
Como decía mi abuelita: “Si al hablar no es para halagar, es mejor callar”. No digo que anden alabando a todos, pero ps así decía mi abuelita.
Para cerrar mi reflexión, recuerden que cada vez que apuntamos con el dedo el error de alguien, 3 dedos señalan los nuestros.