Una cosa llevó a la otra

Conocí un chico 7 años mayor que yo, estuvimos hablando unos días, hasta que me invitó a tomar algo y vernos en persona. Así fue, primero aparecí por el lugar hasta que al rato, llegó él con bermudas y camisa blanca ibicenca, algo más alto, varias canas que lo hacía muy sexy y gran espalda. Nos tomamos un refresco y hablamos justo un par de horas, la conversación parecía interesante, con lo que decidimos cenar en otro local del centro comercial.
Tardamos un poco en elegir, el estaba muy contento de haberme conocido, y quería algo especial, por mi parte no era necesario ya que lo importante era compartir con él ese encuentro, al final decidimos por un italiano.

Seguimos conversando y aunque gran parte eran temas personales y de trabajo, alguna que otra vez salía algún tema de como nos gusta estar con alguien en la cama, posturas, los preliminares, los juegos, el morbo.. eso hacia que nos pusiéramos algo cachondos en plena cena, aunque siempre con la idea en hacer las cosas despacio, poco a poco hasta que llegase el día en que poder disfrutar juntos del sexo.

Terminamos con un postre de mango muy rico ya casi cerrando el local, le dije que lo acompañaría al aparcamiento subterráneo, en donde casi no localizaba el coche, al final lo encontramos.
Nos quedamos un rato por fuera hablando y bromeando. Me invitó a subir al coche para dejarme por fuera del aparcamiento y ya dentro, pues continuamos hablando un poco mientras la gente se iba marchando en sus coches. Estábamos nerviosos, hubo un silencio y le veo que se iba a colocar el cinturón de seguridad, y al abrocharse le miré sin pensar más le dí un morreo, le quité el cinturón, y nos abrazamos fuertemente. Parece que teníamos esas ganas contenidas y no sabíamos como desfogarnos.

Me estuvo acariciando la espalda, mientras yo le metía mi mano por dentro de su camisa y tocar sus pechos que tenía algo de vello. Seguimos morreándonos, besaba muy bien, su lengua era imparable y me absorbía totalmente. Nuestras manos no paraban de tocar y palpar hasta llegar a nuestros paquetes, yo estaba muy cachondo, me estuvo masajeando mi polla que se notaba de mi pantalón vaquero ajustado, así hice con su polla, la notaba perfectamente como se iba poniendo cada vez mas dura.

Veía luces de coches que nos alumbraban, coches que se marchaban, intentaba esconder mi cara bajo la suya, para que no me distrajese, supongo que nos verían allí morreándonos apasionadamente.
De repente mete su mano dentro del pantalón y me pajea, como me ponía eso, apretaba fuertemente mi polla a la vez que masajeaba mis huevos, como lo disfrutaba.
Igualmente hice, siguiendo sus pasos, abrí como pude su cremallera y cogí su rabo, lo tenía muy gordo aunque no era muy largo estaba bastante duro. A la vez nos comíamos el cuello, nos dábamos lengüetazos por toda esa zona dándonos mucho más placer.

Le escucho decir que ya no podía mas, y quería correrse, yo le dije que también y que lo hiciéramos a la vez, sin dejar de besarnos nos apretamos bien las pollas nos salió toda la leche contenida, calentita por toda la mano, quedándonos bien pringados. Paramos y nos limpiamos con unos clínex que tenía. Que agusto nos quedamos, al final una cosa llevó a la otra!.

Creo que ya era momento de marcharnos, quedaban muy pocos coches en aquel centro comercial así que me dejó fuera y nos despedimos..., con un beso en los labios nos dijimos, hasta la próxima!

Espero les haya gustado y disfrutado mi relato amigos!
un saludo