Compañera nueva en la oficina y no se llama Chalara... pero es divina.

Bueno gente, comienzo a contarles mi vivencía hace unos días.
Hace unas semanas comenzo una chica nueva en el departamento, por lo que había espectación en la oficina sobre todo en el genero masculino. Pues, se hizo derrogar su llegada por las presentaciones de rigor como en todas las empresas pero al fin llego a su puesto situado en frente del mío, se presenta y dos besos de rigor y donde, pude apreciar el aroma que desprendía su piel.
Ella comenzo a acomodarse en su lugar de trabajo, mientras los chicos estaban alborotados no era para menos era una chica muy llamativa., llego la hora de la comida y como buen compañero me ofrecí a compañarla no negando la invitación. En el momento que se dispuso a levantarse de su asiento no pude apartar la vista de sus pezones que se marcaban en su blusa de gaza, se podía adivinar exactamente su volumen y grosor no era para despreciarlos.
En la comida, estuvimos hablando de lo normal trabajo, familia y sus experiencias laborales anteriores, por lo que el día pasó de esa manera.
Días más tarde tuve que acompañarla en un viaje para presentarla en las demás cedes que la empresa dispone, estuvimos todo el día juntos con nuestros roces y su correspondiente perdón como es usual entre compañeros que aún se están conociendo. Pero en uno de esos roces sin querer le rocé sus pechos en el coche, por lo que rápidamente le pedí perdón. Miré su cara y se sonrío y al cabo de unos minutos me dice no debías disculparte porque sé, que desde el primer día te hubiera gustado rozarte con ellos cuando te quedaste fijamente mirando a mis pezones erizados. Pufff me dejo patidifuso, pero el viaje continuo fue muchas horas en carretera pero al fin llegamos al avión reventados y más yo que estuve conducíendo 300 km. Pues nos acomodamos y nos dieron unas mantitas, fue ahí cuando me quedé traspuesto y sentí un gusto impresionante bajo mis pantalones pensé que estaba soñando pero eso seguía creciendo en intensidad siendo imposible que fuese un sueño, por lo que abrí los ojos y la ví a mi compañera dandome un masaje con su mano. Mi reacción fue de sorpresa pero como ella me había dicho con ganas, aprovechando me acerqué a su oído diciéndole que no se le ocurriera parar además de, que debería dejarme saborear sus pezones. Ella me miro a los ojos y me dijo al oído, no te preocupes que este finde nos saborearemos los dos.

Pues, ya les iré contando mi nueva aventura en el trabajo, besos mil.