Hará unos 6 o 7 añitos, me encontraba en casa bastante aburrido chateando en un conocidísimo portal (terra) para pasar el rato, cuando encontré un nick de una parejita que estaban buscando chico para encuentro esa misma noche.
Pues les abrí un privado y comenzamos a hablar, en principio me comentaron que estaban buscando chico joven para esa misma noche, ya que querían probar un trío, les comenté que estaría interesado y decidimos darnos las cuentas de para vernos y ver si nos interesaba. Al abrir la cam, me encuentro con un chico de unos 30 pocos años (o sea 6 o 7 años más que yo en aquel entonces), sólo en una habitación, al ver esto a mi ya me pareció un poco raro y pensé que sería el típico pasivo que se puede ver en las redes intentando quedar con algún chico hetero (como yo) con el reclamo de trío con pareja. Después de levantarme y realizar el paripé de quitarme la camisa etc, me comentó que por él bien, pero que tendría que decidir su chica, acto seguido apareció por la cam, entrando en camisón, una chica morena de 1.70 aproximadamente y con un cuerpo muy bien cuidado, otra vez la vueltita de rigor, verme sin camisa, etc.
Por aquel entonces la verdad yo estaba en mejor forma física, aunque nunca he sido un adonis, y la chica me preguntó por el tamaño del miembro. En este momento después de un rato de conversación me temí lo peor, ya que normalmente cuando una pareja suele buscar un chico, suelen pedir dotados, buen cuerpo etc, y yo la verdad dotado lo que se dice no estoy, más bien es pequeña, gordita y juguetona.
Después de preguntar por las medidas y verlas, me comentaron los dos que sí les interesaba pero que tendría que depilarme (no me suele crecer mucho pelo por lo que no lo hago regularmente), a lo que accedí sin problema ninguno.
Me pasaron la dirección, (Ingenio) y hallá fui, mientras me dirigía desde las palmas, no paraba de pensar que ojalá no fuera una "negra" de personas que no tienen nada mas que hacer para entretenerse, y al llegar a donde habíamos pactado, aparqué el coche y toqué en el telefonillo de la vivienda, después de esperar aproximadamente un minuto y no recibir respuesta volví a tocar, y viendo que no me respondía nadie les llamé al número de teléfono que me dieron, nada no me cogían la llamada y no me contestaban al telefonillo.
Ya después de unos tres minutos de pié delante de su portal y temiéndome lo peor, me abre la puerta del portal el chico con el que hablé por cam, un chico más mayor que yo, de 1.90m aproximadamente y cuerpo de deportista, entramos a la casa y me conduce al salón, hablamos durante unos minutos, (yo estaba temblando de los nervios), y apareció su novia, tal y como la había visto por la cam, en braguitas y con un camisón semitransparente.
Nos presentamos y el chico me dice que vaya yo al dormitorio con su novia y así nos íbamos poniendo a tono, que el se uniría en un rato, nos vamos al dormitorio y empezamos dándonos carícias y besándonos, desde el primer momento en que empecé a acariciar su suave piel, mi miembro se puso tan duro que me dolía de tenerlo enjaulado en el calzoncillo. Ella suavemente me lo sacó y empezó a lamerlo y a meterselo casi entero en la boca, la verdad que hasta que entró el chico en la habitación todo iba a pedir de boca, pero al ver a su chico desnudo me entró cierta vergüenza de principiante, y la erección se me fue bajando poco a poco, en ese momento ellos dos empezaron a besarse y yo quedé como en un segundo plano, viendo como se acariciaban y se metían mano. Aquí ciertas dudas empezaron a pasar por mi cabeza, ¿me volverá la erección?, ¿se aburrirán y me invitarán a irme?, la verdad que siempre he tenído algún complejo por el físico, pero parace que en esas situaciones es cuando más afloran los malos pensamientos.
Temiendo lo peor decidí seguir adelante y para mí no hay nada que me ponga más cachondo que comer una buena "almeja" (perdón por la vulgaridad). Así que la agarré de los muslos y mientras ellos se besaban me puse a comer, muy despacio al principio, dejando que se fuera humedeciendo, mordiendo suavemente los muslos, y dejando complejos atrás.
Desde que noté como su mano me agarraba la cabeza para que lo realizara más rápido se acabaron los malos pensamientos y volvió la erección. Una noche que nunca olvidaré, y que pese a empezar como muchas películas de terror, acabó siendo una experiencia de las que nunca se olvidan.
Espero que os haya gustado y que perdonéis mi manera de escribir.