Esta historia es totalmente real sin nombrar a nadie.
Una mañana soleada, hace muchos años, abriendo mis sentidos al despertar denoto que algo en mi ha crecido, es como una palanca que no baja, nos suele pasar a los hombre al levantarnos, no se por que pero ese día estaba muy cachondo, decidí ponerme en marcha a ver si surgía algo ya que había estado hablando con una pareja desde hace unos días pero no cuadrábamos, contacté con ellos y cual fue mi sorpresa que no solo me contestaron si no que esa misma tarde querían conocerme, mis nervios al leer el mensaje me envolvieron de tal manera que me temblaban las manos hasta al escribir, es normal, era una situación en la cual no conocía a nadie y en lo primero que piensas en en la seguridad y el morbo que da claro está. Decidí quedar con ellos en un bar de un hotel para conocernos y hablar un poco. Me di una ducha y me puse guapo, habíamos quedado sobre las 7, me puse en marcha y llegué al hotel, mis nervios hacían que el morbo de la situación se disparara y me pusiera mas cachondo aún. Llegué al hotel y me dirigí hasta el bar, el cruce de miradas era abrumador, no sabía quienes eran y todas las parejas eran sospechosas, mi cerebro ponía imágenes con cada pareja, será esta, será esta otra, ummmmm ojalá sea esta, hasta que noté que una pareja en concreto me miraba mas de lo normal y los dos, eran ellos seguro y justo eran los mas atractivos, la chica era muy guapa, un pelo precioso, una cara muy linda y un cuerpazo que no deslumbré hasta que se levantó a saludarme, me acerqué, les saludé y hablamos un rato, eran buenas personas, y me dio confianza para seguir dejándome llevar, hablamos de nuestros gustos, nuestros límites en el sexo y un poco de nuestra vida para conocernos, ella no paraba de mirarme, parecía un escaner, me escaneaba de arriba a abajo ya que estaba sentada a mi lado, yo igual pero menos y disimuladamente, me comentaron si podía estar varias horas follando y me sorprendió la pregunta, a la cual contesté que si pero algún descansillo para hidratarse uno al menos de tanto esfuerzo y que aquello vuelva a subir les comenté, y nos reímos un montón, claro que si me dijeron, sin problema, al final de la conversación quedamos en el apartamento y cual fue la sorpresa del morbazo que me iban a proponer, yo tenía que esperar 15 minutos y después subir a la habitación, mi corazón no daba mas, el pulso se me triplicó y la boca se me secó, ella me esperaría en la cama a 4 patas y el marido al lado, la puerta estaría abierta y solo tendría que abrirla y así fue, mojé mis labios de tanta secura y decidí subir a los 15 minutos, mientras pasaba por los pasillos mil imágenes se me pasaban por la cabeza, esta situación me ponía a mil y mi erección era completa, disimulaba con la camisa algo larga, y así duro como una piedra y con los nervios a flor de piel abrí la puerta que estaba abierta como me habían dicho, la cerré haciendo un poco de ruido para que supieran que entraba, no se oía nada, di varios pasos hacia delante y encontré una habitación de la cual salían una especie de gemidos muy suaves, respiré profundo y entré, ella estaba imponente, era espectacular, tenía un corset muy sexy negro, el marido estaba en la cama delante de ella y ella se la estaba chupando, me di cuenta que tenía en su cara un antifaz para no ver nada, quería sentir sin ver y eso me gustó y me dio mas morbo aún, con el morbo subido a un punto extremos me dispuse a quitarme la ropa, me puse detrás de ella y empecé a acariciarla suavemente, sus muslos se iban entreabriendo mas y mas con cada segundo que pasaba, su boca estaba ocupada y me ofrecía todo su cuerpo, me cogió las manos y fue pasándola por sus pechos, cintura mientras me apretaba sus nalgas contra mi para sentirme, empecé a quitarle el corsé por arriba y sus pechos eran grandes, hermosos, y muy bien puestos, tenía un gran pezón que se erizaba mucho cada vez que los rozaba, sus nalgas tanto se menearon hacia mi que puse mi miembro en sus partes, no paraba de gemir, empecé a rozar mi miembro contra el suyo como si de una masturbación se tratara, la tenía tan dura que en un momento dado me la cogió con su mano y de espaldas con su boca ocupada empezó a masturbarme, muy lentamente, acariciaba su miembro con el mio como si de un consolador se tratara, cuando acerque mi mano a su miembro estaba chorreando, mis manos entraron en acción después de dejarme llevar y comencé a hacerla gozar, mis dedos fueron entrando y acariciando sus partes, paraba y la masturbaba con mi sexo, era un combinación que le encantó, sin llegar a la penetración, así estuvimos un rato hasta que se dio la vuelta, se quitó el antifaz, me miró con esos ojazos que tenía, le puso sus partes a su marido para que jugara con ella y me besó, los besos la verdad que me ponen mucho también, besaba muy bien y su olorrrrr, uffff, como olía de bien, me comió literalmente la boca y el cuello para seguir bajando por mis pezones y llegar a mi pene, me miró y se la metió en su boca rojo carmín, su mirada mientras me lo hacía era algo increíble, unos ojos azules y unas pestañas largas que me tenían loco, mientras miraba a su marido y veía que no la tenía dura, enseguida mi cerebro se preguntaba el por que, ella no paró de jugar con mi pene hasta verme correr, me hizo correr en su boca como nadie lo había hecho jamás, me temblaron hasta las piernas y un gemido de placer salió de mi, me dispuse igualmente a hacerla disfrutar, la coloqué acostada y le levanté los pies, su marido miraba, se acercó y me aguantó los pies mientras la besaba, mis manos empezaron a acariciar sus piernas lentamente, sus nalgas, a mordiditas fui bajando hasta llegar a lo mas preciado, su sexo, tenía unos labios granditos y un clítoris muy hinchado de la excitación, mis dedos empezaron a entrar en ella poco a poco, intercalando caricias, besos y mordidas suaves, mi lengua no podía estar ya tan lejos de su sexo y empecé a pasarla por sus nalgas hasta llegar a el, ella ya estaba a mil y me agarró la cabeza y me metió en su mas preciado tesoro, tras varios minutos en esta situación, sus piernas empezaron a dar unos pequeños temblores, estaba lista para correrse, ella me guiaba donde le gustaba mas con su mano y yo la hacía vibrar, en este justo momento me incorporé y juntamos nuestros sexos de una embestida, me agarraba la cintura y empujaba con fuerza, yo empecé despacio pero como sabía que estaba en el punto empecé a imprimir cada vez mas velocidad, su novio seguía besándola, yo estaba tan empalmado y tan excitado que ella no paraba de decirme a la oreja, que dura la tienes, me encanta, fóllame massss, uffff, eso me ponía aún mas, empezamos a movernos al unísono, no parábamos de gritar de placer hasta que ella se corrió, cambiamos de postura y el marido seguía sin ponérsela dura, ahí me di cuenta que tenía un problema, al principio me trinqué pero después lo entendí y seguí como si no pasara nada, ella seguía con el antifaz, el la seguía besando y tocando y yo al no haberme corrido y tenerla a mil, me tiró en la cama y se puso encima mía, tenía ganas de follarte todo, no te muevas, uffffffffffffffff, esas palabras solas hicieron que mi pene recuperara al 100% la erección nuevamente, se sentó encima mía, la cogió con sus manos y se la metió hasta el fondo, se quitó el antifaz y me lo puso a mi, quiere sentirlo como yo me dijo, vale le contesté, me puso el antifaz y empezó a cabalgarme, dios mio como se movía, solo sentir es algo que le recomiendo a todo el mundo es muy enriquecedor ya que al o ver uno imagina y el morbo se dispara, me folló como nadie lo había hecho, mientras me decía al oído cosas como, me encanta tu poya, cómeme las tetas, me metía mis dedos en su boca uno a uno y los chupaba uffffffffffff, toda esta situación era nueva para mi e imaginaros con los ojos vendados y una tremenda mujer encima tuya haciendo que disfrutes sin moverte, no quería me moviera, me decía, concéntrate, relájate y disfruta, uffffffffffffffff, los susurros de su linda voz junto a su aliento caliente y sus movimientos de cadera hicieron que finalmente me corriera de un estallido de placer, el marido al final me comentó de su problema pero que siguiera que el disfrutaba igual viéndola a ella disfrutar, tras unos minutos hablando una nueva erección hizo que todo empezara de nuevo, ummmmm, que rápido te pones me dijo, ufffffffffff con este morbo y lo guapa que eres se me pone a mil enseguida le contesté, nos colocó a los dos acostados y empezó a jugar con la dos poyas, hizo que las juntáramos para meterselas las dos en la boca, esta mujer estaba ya muyyyy cachonda y no paraba de tocarse, tanto hizo que me puso a mil, viendo que la mía era la única que funcionaba pensé pues habrá que darlo todo y así fue, después de un rato comiéndonosla a los dos volví a ponerla a 4 patas para que se la comiera a su marido y yo a ella, estaba muy muy mojada, ufffff, mi lengua recorría cada centímetro de su sexo mientras sus manos presionaban mi cabeza, le encantaba el sexo oral, empecé a jugar con mis dedos y fui metiendo uno al principio, dos, tres, y hasta cuatro dedos, no paraba de gritar y decirme que siguiera, mi lengua jugueteaba con su clítoris y mis dedos la llenaban de mas placer, tardó un poco mas en correrse pero llegó al clímax y de que maneraaaaa, uffffff, sus gritos se oyeron seguro desde el piso de abajo pero estábamos en un hotel, nadie nos iba a molestar y estábamos con todo cerrado así que seguro tanto no se oyó, ella se corrió en mis manos, noté sus jugos calientes, ufffffffffffffffff, me puso a mil, me quité el antifaz, la cogí en peso, me levanté de la cama y de pié en el suelo la puse encima mía sin que tocara sus pies el suelo, su marido me ayudaba a quitar un poco de peso y así podía aguantar mas, ella me miraba con esos ojos mas lindos que tenía, me besó, apretó sus pies mientras mi pene iba entrando en ella, de un empujón la metió toda de golpe, ya estaba muy lubricada, y así en esta postura tan morbosa, empezamos a movernos al compás como de un vals, seguimos con un reaguee y terminamos como no con un heavy metal jajajaj, me mordía suavemente las orejas y chupaba mi cuello y me besaba de tal manera que en esta postura es como que se la clavas totalmente, uffffffffffff, es mucho disfrute esta postura, os la recomiendo, estuvimos un rato así hasta que nos cansamos y seguimos en la cama, la puse de lado, levante una de sus piernas y me coloqué en medio, coloqué mi miembro en la entrada y entró sola nuevamente, su marido se apartó a unos centímetros y la acariciaba y besaba continuamente, en esta postura empezamos a movernos alternando la velocidad, sus pechos eran una hermosura, no paraba de tocarlos mientras follábamos, me coloqué en una postura en la cual podía comerle los pechos a la vez que la follaba, uffffffffffffff, como la ponía eso, me dijo que no paraba, mas fuerte me decía, no paraba de sudar ya que ya llevábamos bastante tiempo en acción pero hasta eso le gustaba y me lo decía, era muy morbosa, en esta postura estuvimos un buen rato, dándonos besos, jugando con su cuello y mucho en sus pechos ya que sabía que le gustaba bastante mientras follábamos, e increíblemente al unísono nos corrimos los dos entre gemidos y apretones, es algo difícil de lograr pero maravilloso si lo logras. Después de tanto sexo ya descansamos, nos vestimos y cada uno para su casa, nunca mas los vi pero en el recuerdo están como una de mis fantasías mas bonitas y morbosas que me hayan pasado, por la casualidad, por el momento en el que ocurrió y por haber salido todo tan bien.