Me encanta cuando nos duchamos juntos. Nuestros cuerpos desnudos bajo el chorro caliente. Me gusta como me miras con ternura mientras enjabonas mi cuerpo dulcemente. Soy un niño en tus manos expertas.
Contemplo el agua discurrir por tu piel brillante, tersa. Se vuelve más elástica al enjabonarte, mis manos resbalan por su superficie vagando y explorando. Te excitan mis manos y así me lo haces saber. Yo también estoy excitado y te lo digo al oído, aunque es evidente.
Sientes como crezco entre tus manos, como un artesano modelando el barro y contemplas tu obra terminada. Me vuelven loco tus caricias, suaves e intensas, más intensas debido al jabón y al agua que cae sobre mi.
Quieres tenerme en tu boca, hacerme tuyo. Te acuclillas en la bañera y me posees, tus labios me besan ardorosamente. No puedo pensar en otra cosa que en tu lengua vibrante sobre mi glande. Consigues volverme loco de placer.
Me gusta mucho sentirme en tu boca, que dirijas mi placer. En este momento te pertenezco totalmente, soy parte de tí. Me engulles totalmente, me acaricias con tus labios, me siento desarmado, a tu merced, en tus manos y te deseo tanto…
Te deseo tanto que no puedo esperar más. Te ayudo a levantarte. Te abrazo, nuestros cuerpos resbalan y se acarician mutuamente. Siento mi virilidad deslizarse entre tus muslos. Nos fundimos en un beso húmedo y apasionado.
Te vuelves de espaldas a mí, ofreciéndome tu culo reluciente. Te sujetas a la jabonera inclinándote ligeramente. Puedo ver tu joya asomando entre tus nalgas. La abres con tus manos para mí. Entro en tí profundamente, me recibes con tu abrazo íntimo.
Te cuelgas totalmente de la jabonera, parece que se fuera a romper de un momento a otro. Me muevo dentro de tí, te siento, me sientes, todo, todo. Quiero entrar, quiero estar, quiero morir, ten, soy tuyo, te ofrezco mi preciado tesoro, disfrútalo, disfrutémoslo, sintamos juntos.
Me quieres de nuevo en tu boca, me tomas, me saboreas, disfrutas golosa. Me tienes, ya no soy, no soy nada, soy tu, tu eres yo