Les voy a contar una de mis últimas experiencias (reales) y si me animo, iré poniendo alguna que otra más.
Todo empezó cuando me contactó un hombre de la península, me dijo que eran una pareja y que por temas de trabajo venían varias veces al año a las islas, y que les gustaba conocer gente.
Nos envíabamos whatsapps para ir concretando e hicimos un grupo los 3, y así hasta que llegaron a la isla.
Se quedaban en El Puerto y como soy de La Orotava, me iba muy bien.
Quedamos en un pub y mientras llegaban, yo busqué una mesa apartada y discreta.
Los ví llegar: él, un tío alto, con barba, con buena imagen, y ella, una preciosidad de mujer, con un traje largo que le quedaba muy bien.
Nos sentamos, dejándola a ella en medio, y empezamos a charlar, primero de cosas sin un tema concreto, y luego cada vez de cosas más sexuales.
A medida se iba caldeando el ambiente, nos íbamos acercando más a ella, hasta estar los tres pegados.
El marido no se cortaba en tocarle las tetas para decirme lo duras que las tiene, o en agarrar sus muslos.
Yo al principio me cortaba más, rozaba discretamente sus pechos o sus caderas, esperando su reacción, pero cada vez lo hacía más seguido y menos disimuladamente, y parecía gustarle.
Ella llevaba al cuello una cadena de oro con un colgante, y con el disimulo de ver como era el colgante, lo cogí entre los dedos, pasando mi mano por su canalillo, a lo que ella suspiró fuertemente.
El marido se levantó para pedir otra ronda mientras nosotros seguíamos hablando.
Le dije que el traje era muy bonito, pero que no era muy cómodo para poder tocarla bien, que era dificil.
Ella sonrió y dijo que sí, que era más dificil pero no imposible...
Así que bajé mi mano hasta casi el suelo y la metí por debajo de vestido, y la subí acariciando su pierna, su muslo, y con cuidado de poner el traje bien para que apenas se notase.
Notaba cómo se estremecía a medida acariciaba su muslo.
Le acariciaba suavemente los muslos por dentro, mientras iba subiendo, hasta rozar su braguita (luego descubrí que era tanga)
Yo sentía como latía mi polla y como mi bóxer se estaba mojando.
Ella se levantó un poco, para que mi mano pudiera tocar su culo (ahí descubrí que era un tanga jejeje)
Tenía un culo bien puesto, no muy grande, pero bien puesto.
Le estaba agarrando el culo, y algún dedo se deslizaba debajo de la tira del tanga, rozando alguna vez su ano, y ella se estremecía, y acercándose a su coño.
Ella se sentó, y seguí acariciandole los muslos, rozando ya siempre su coño sobre el tanga, mientras separaba sus piernas para facilitarme el trabajo.
Mis dedos fueron entrando bajo el tanga, acariciandola … estaba totalmente depilada, estaba muy suave .Ella se acomodó de manera que yo pudiera acariciar su coño, y de vez en cuando le hacía alguna ruindad, como frotarle el clitoris cuando bebía o cosas así .
Noté cómo se iba humedeciendo, y más le acariciaba su coño: su clitoris, le separaba los labios y deslizaba un dedo a lo largo de su la raja de su coño, que estaba muy caliente y mojado.
Mis dedos estaban mojados de sus jugos y no costó nada que primero un dedo y luego dos, se colaran dentro, a lo que ella se puso a empujar hacia abajo, para que mis dedos entraran bien dentro.
Le saqué los dedos y mirándole a los ojos los chupé lentamente y me dijo que eso la ponía muy cachonda y que si estaban ricos... y ufff, vaya si lo estaban.
En eso llegó el marido con las copas y nos dijo que si nos lo estábamos pasando bien. Ella empezó a contarle como la había estado acariciando hasta meterle los dedos, y que casi se había corrido.
Apuramos las copas, pagamos y nos fuimos.
Ellos no querían ir al hotel (no sé por qué), que querían algo diferente... y me preguntaron por mi coche.
Les dije que lo tenía en el parking de las pirámides, muy cerca de allí, y que casualmente estaba en una de las esquinas mas lejanas, en un rincón bastante discreto.
Así que fuimos al parking. Al llegar al coche, les dio un poco de reparo pero pronto se les fue quitando... yo la besaba a ella mientras la acariciaba y su marido se desnudaba.
Le quitamos la ropa entre los dos y nos metimos en la parte de atrás del coche.
Mientras ella le chupaba la polla a su marido, yo le comía el coño y el culo mientras se estremecía.
Luego dijo que me tocaba a mí, y se puso a 4 patas en el sillón del coche, y mientras me la chupaba muy ricamente, el marido se puso detrás de ella y se la metió. Estaba tan excitado que a los pocos empujones se corrió dentro de ella.
Ella se afanaba en chupármela desde la cabeza hasta los huevos, cuando iba a correrme, la sacó de su boca, se sentó y le eché toda la leche sobre las tetas... se reía con todos los chingarazos de leche que le echaba.
El marido se apresuró a coger un poco de mi leche y se la puso en los labios de ella, y la besó, saboreando los 2 mi leche.
Luego cogió un poco más en sus dedos y la lamió...
Nos vestimos y nos fuimos cada uno por su lado, esperando a que vuelvan a la isla.
Ojalá la próxima vez quedemos en su hotel y terminemos lo que empezamos... y me parece que no sólo ella va a querer disfrutar de mi polla y de mi leche...