Sorpresa laboral

La verdad que soy de respetar mucho en mi ambiente laboral y separo lo que es mi vida sexual-privada con la del trabajo y sobre todo hacia mis compañeros/as.
Pero una vez ocurrió en un trabajo que tuve, sólo fue de un día para esa empresa donde me tenían que vestir para poder trabajar en dicho curro.

El chico que estaba en ese departamento era muy particular, porque iba con una indumentaria muy moderna, pantalones y camisa muy largos y una especie de gabardina bastante ancha también, llevaba botas militares y una gorra que casi le tapaba unos bonitos ojos negros. De barba y bigote, (aunque se les tapaba por la mascarilla) y una argolla en la oreja.

Me trajo la ropa que me iba a poner para ese evento y me ayudó a ponérmela, le noté que miraba de vez en cuando mi trasero, pero con discreción y nada fuera de lo normal.
Al terminar el evento me dijo que me desnudase y que dejara la ropa en una bolsa que en breve pasaría a darme la mia y con mis zapatos.

Al poco rato apareció y me entregó mis cosas, él muy cuidadoso recogió la bolsa y la fue colocando en unas perchas, mientras sutilmente, me miraba de reojo, yo de alguna manera me hacía el loco como si no me diese cuenta, pero de ahí no pasó nada más.
Al terminar de vestirme me despedí agradeciéndole su ayuda y así finalizando ese día de trabajo.

Pasaron unos días y me conecto a la aplicación, y comienzo hablar con un chico, el cual era muy atractivo y tenía un buen cuerpo, nos molamos y seguimos hablando para quedar en esos días. Me comentaba que venía de Madrid por unas semanas para trabajar y que antes de irse quería que nos viésemos, y así fue.

Quedamos en su hotel, me recibió en unos slips blancos que se notaba toda la forma de su polla y de sus huevos, la tenía lista para usarla, así que me fuí desvistiendo con agilidad por que estaba muy cachondo.
Estuvimos de pie, frente a la cama y un espejo frotándonos los bultacos empalmados, estaba muy rico, nos íbamos morreando mientras seguíamos con los roces.

Nos quitamos la ropa interior y nos tumbamos en la cama. Comenzó a mamármela abriendo bien la boca, metiéndosela hasta el fondo de su garganta, verle era una gozada, estuvo así bastante rato.

Yo me giré y nos hicimos un 69, él tenía una argolla de goma en su polla aguantando bien su erección, estaba muy rica y un capullo muy hinchado.
A la vez le iba tocando su culo y metiéndole el dedo, le iba gustando hasta que ya nos comenzamos a comer el culo los dos a la vez. Estábamos a tope, y jadeando de placer, como gusta hacer eso !!.

Me dijo que le follara, ya que tenía el culo bien abierto, así que me levanté de la cama y me dirigí a su culo, poniéndome de frente y así poder verme como le follaba desde el espejo. La cama se movía bastante y el gritándome que siguiera más duro, yo estaba ya a puntito de disparar, le daba nalgadas y eso más le ponía. Estábamos dándodolo todo.
Hasta que ya no aguanté más y eché toda la leche que llevaba aguantada dos días, me tumbé en la cama y aprovechó para correrse en mi pecho.
Que agusto nos quedamos!!.
Luego fue al baño a traerme una toalla para limpiarme su leche y comenzamos a charlar.

Me comentaba que estaba por un tiempo y que se marchaba pronto, le comenté a que se dedicaba y me responde que era diseñador y que solía trabajar para empresas en los departamentos de vestuario.
Uf, eso me llamó la atención y me quedé mirándole fijamente a sus ojos. Unos bonitos ojos negros, los mismos que los del chico que me ayudó a vestirme hacía unos días.

Me había quedado sin palabras. Le pregunté si me conocía, y me responde: "claro que sí, estaba deseando poder quedar contigo y follar agusto, ya que aquel día era imposible, pero no quise comentarte nada en la app por si no te gustase".

Yo seguía en shock, ya que no se me parecía en nada, y como él dijo, "como me vas a reconocer si estaba casi tapado, era irreconocible".
Así fue, no pensé en ningún momento que pudiera ser él, fue una sorpresa la verdad. Antes de marcharme y despedirme, me fijé que detrás de la cómoda tenía las botas militares, cosa que cuando entré a la habitación no me percaté en eso, evidentemente.
Eso si, disfrutamos muchísimo, una pena que se marchaba unos días después.
Así que al final, como se suele decir, que nos quiten lo bailao, o mejor dicho lo follao.
Espero les haya gustado mi relato.

Un saludo a todos y todas.