Cuerdas y diamante

Cuerdas y diamante

Me subo en el coche, miro el móvil antes de arrancar y, entre otros, tengo un mensaje suyo: "ya estoy en casa, te espero". Un escalofrío recorre mi espalda y algunas partes más de mi cuerpo, una media sonrisa se dibuja en mi rostro. Me pongo el cinturón, doy al contacto y arranco.
Me desvío para pasar por el súper a comprar algo para la cena, me apetece una ensalada césar y un pan con ajo. Es viernes, así que también cojo una botella de vino. Vibrador. Cojo el móvil y otro mensaje: "Espero que ya no lleves bragas". Otra vez el escalofrío que sube por la columna. Y empiezo a notar cierta humedad entre las piernas. Ahora la sonrisa es más amplia y la acompañan los pezones. Yo y mi manía de no llevar sujetador.
Pago, cojo la bolsa, bajo al coche y me saco las bragas por debajo de la falda. Ahora estoy totalmente mojada. Me pongo el cinturón, arranco y empiezo a notar que se me acelera la respiración.
Empiezan a cruzarse imágenes por la mente: sus ojos, sus labios, sus brazos, su polla... Recorro mis labios con mi lengua, abro un poco la ventana y comienzo a jadear. Pongo música, necesito distraer mi mente, pero no puedo. Pienso en sus labios en mi cuello, sus manos recorriendo mi cuerpo... Otra vez su polla, su polla dura, su glande rosado, brillante, qué delicia, mucho mejor que la ensalada. Voy apretando mis muslos que cada vez están más empapados.

Llego a casa, dejo las cosas en la cocina. No oigo absolutamente nada. Subo las escaleras, la puerta del dormitorio esta cerrada, oigo su voz en baño: "Ven". Obedezco, lo veo de pie, con unos calzoncillo blancos. Me pasa la mano por la espalda para atraerme hacia él, mete la mano bajo mi falda, abre mis labios con dos dedos y empieza a juguetear con otro: "Mmmm muy bien, putita, estás empapada". La bañera esta llena, hay velas, me desnuda y cuando voy a entrar me para, me gira poniéndome de espaldas a él, me inclina hacia delante y noto algo frío en el ano, va haciendo presión hasta que entra un pequeño plug: "Lista. Date un buen baño, ahora vengo a buscarte".
Después de media hora de baño, aparece, viene con una prenda en la mano, un mono enterizo de rejilla con agujeros en lugares estratégicos. Me seco, me lo pongo, vuelve a inclinarme y saca el plug que tengo e introduce una cola de zorra.

Entonces me tapa los ojos y me guía hacia la habitación. Una orden, "de rodillas", me coloca para que me quede a la altura de su pene: "abre bien la boca, puta". Hago lo que me pide y noto la punta de su pene en mis labios. Va pasándolo lentamente, "saca la lengua", la roza con mi lengua y alarga el momento un rato, se separa de mi y me deja con las ganas de sentir su rabo caliente dentro de mi boca. Lo noto caminar, se sitúa detrás de mí, me coge el pelo, me hace una coleta alta y empieza a trenzar. Vuelve a ponerse frente a mí y me dice: "cómetela bien, no quiero que la toques con las manos". Empiezo a saborear esa polla como si fuese mi última cena. En este momento mi coño parece un charco y los pezones están completamente duros. Yo devoro el rabo de ese hombre como si quisiese sacarle brillo.
Me agarra la cabeza para detener la mamada, paro, aprovecha la erección de mis pezones para colocar unas pinzas metálicas, unidas por una cadena, regula la presión, siento como se van apretando y de mi boca sale un gemidito de dolor que se responde con un pequeño bofetón y un "¡silencio, puta!". Siento el frío de la cadena que se queda balanceando sobre mi abdomen y el calor en la cara donde se posó su mano. Me quita la venda de los ojos, se acuesta en la cama y me hace un gesto con la cabeza para que me coloque entre sus piernas. Subo, me coloco de rodillas y "come". La agarro y empiezo a lamerla, desde los huevos a la punta, despacio, disfrutando de esa pedazo de polla que, a estas alturas, esta dura como una piedra. Me la meto entera en la boca, subo y bajo varias veces, me ayudo con la mano. La saco y empiezo a lamer los huevos mientras sigo masturbándolo. Vuelvo a recorrerle el rabo con la lengua y vuelvo a metermela en la boca, succiono y, a la vez, recorro el glande con la punta de la lengua, empiezo a oírlo gemir, me la meto entera en la boca, subo y bajo unas cuantas veces y noto su mano en mi cabeza. Empieza a llevar el ritmo que él quiere, me agarra de la trenza y va aumentando el ritmo y la profundidad. Para, deja mi cara pegada a su cuerpo unos segundos y empieza a mover las caderas. Me empieza a follar la boca de una manera salvaje, de vez en cuando tira del pelo para levantarme la cara y dejarme respirar. Limpia todos los hilos de baba que aún unen su polla con mi boca, los restriega en mi cara y me da un un suave bofetón.

Sigo de rodillas, así que me empuja hacia adelante, dejando mi cara contra la cama, coge mis brazos y me esposa en la espalda. Me coloca en el borde de la cama, me amordaza, siento como me aprieta la correa y me esposa los tobillos a una barra para mantener las piernas abiertas. Mete su mano entre mis muslos y empieza a pasar sus dedos por mis labios mayores, estoy tan excitada que cualquier roce por esa zona se siente como un calambrazo en el el clítoris y empiezo a gemir. Sigue acariciando los labios menores, pasa varias veces alrededor del clítoris y juguetea en la entrada de la vagina. Yo creo que me derrito de placer. Siento que sonríe, se agacha y me muerde la nalga. Entonces grito y me da una nalgada. Me tira de la cola de zorra suavecito, va dando pequeños tirones hasta que sale totalmente. Me coge de la trenza, tira hacia atrás para levantarme la cara e introducir el pequeño plug por el aro de la mordaza. Le da unas vueltas y lo lanza en la cama. Vuelve a colocarse por detrás, veo en el espejo como me mira el culo con deseo, se acaricia la polla y se muerde el labio... Bufff, como me pone cuando hace eso. Pone un poco de lubricante, lo pone en mi ano y empieza a meter los dedos poco a poco, con la otra mano estimula mi clítoris, aún no se como lo hace, pero me mantiene siempre al borde de la explosión.

Tras juguetear un poco con mi culo, empieza a introducir su plug favorito, es más grande que el resto y tiene una piedra brillante, para mí es como si me hubiese regalado un anillo de diamantes, pero más útil y placentero. Una vez esta dentro me da unos cuantos azotes con la mano y me quita las esposas de las muñecas y los tobillos. "Ponte de pie". Lo obedezco, me coloca y coge una cuerda. Empieza a pasar la cuerda por todo mi cuerpo, va haciendo nudos y cruces, aprieta y afloja, me roza los pezones, pasa la mano por mi coño, me mira y se deleita. Me tira en la cama y termina de atarme. Me deja prácticamente a cuatro patas. Se aleja, vuelvo a ver como me mira por el espejo, tiene la polla como un toro. Me esta comiendo con la mirada... y a mí eso me encanta. Coge el látigo, yo cierro los ojos y lo oigo: "cuenta, puta". Empiezan a caer golpes en mis nalgas, en mi espalda y en mis muslos y yo, como buena sumisa, cuento. Para en veinte, me arden las nalgas y a él tiene que palpitarle el rabo. Viene de frente a mí, me quita la mordaza y me mete la polla en la boca y empieza a follármela. Mientras mete y saca la polla de mi boca, sigue dándome latigazos en la espalda y en el culo.

Vuelve a ponerse detrás de mí, me pone boca arriba y empieza a jugar con el plug de mi culo y con un vibrador en mi clitoris, cuando me tiene al borde del orgasmo para, me mete el plug entero. "No tienes permiso para correrte", un hormigueo recorre todo mi coño cuando lo oigo decir esas palabras. Lo miro suplicante, me mira desafiante, me sonríe y me guiña un ojo. Espera unos segundos mientras se acaricia y vuelve a repetir, esta vez, cuando me voy a correr saca el plug de golpe. Me azota con la mano durante unos minutos y para. Se acerca un poco a mí, me susurra "te quiero oír gritar, putita" y me mete la polla en el culo de un solo empujón, pero no se mueve. Se entretiene jugando con el vibrador en el clítoris, acercándome al climax sin permitirme alcanzarlo. Después de un rato, empieza a moverse lentamente mientras mantiene muy bajito el vibrador en mi clítoris. Yo estoy en un nivel de excitación tan alto que creo que voy a perder el conocimiento. Empieza a aumentar el ritmo, el vibrador bastante suave. Me levanta bien las piernas y me embiste lo mas fuerte que puede, me revienta el culo mientras va subiendo la potencia del vibrador. Empieza a notar mis contracciones, lo miro con desesperación, sonríe y me dice "córrete". Siento como una corriente recorre desde mi clítoris hasta mi coronilla y vuelve a bajar por mis brazos y mis piernas. Él saca la polla, se sube a la cama se acerca a mi cara y explota llénandomela de semen.Me desata lentamente y me va acariciando y masajeando, me ayuda a meterme en la ducha y a limpiarme bien. Me seca y me besa. Me besa lenta e intensamente. Recorre con sus labios y con sus manos mi cara, mi cuerpo, cada marca del látigo... Me abraza y me mantiene entre sus brazos. Baja a la cocina, prepara una ensalada césar, sirve dos copas de vino y disfruta de la cena conmigo.

Publicado por: tamadaba-74
Publicado: 29/12/2022 15:34
Visto (veces): 439
Comentarios: 3
A 36 personas les gusta este blog
Comentarios (3)

rjmencey | 30/12/2022 00:57

Intenso relato

tonyperezgc | 29/12/2022 23:25

Umm cuanto morbo y cuanta dedicación sin duda... Como me gustan a mi, ser Amo es lo que tiene que uno disfruta con estos relatos como nada chicos...

placerxmorbo | 29/12/2022 21:14

Estupendo relato, morboso, caliente, pura poesia erotica para los amantes del buen sexo.

Nuestra web sólo usa cookies técnicas para el correcto funcionamiento de la web. Más información