Los sábados se baila

Estaba bailando con mi chico, los dos semidesnudos, rozándonos, besándonos, acariciándonos... Me di la vuelta para pasarle mi culo por su polla para notarla bien dura contra mis nalgas, mientras él me besaba el cuello... Entonces vi a un chico que nos estaba mirando, estaba solo en la barra, me sonrió y yo le devolví la sonrisa. Me giré para seguir bailando con mi pareja de baile y noté que alguien se me pegó detrás, volví a notar una polla dura en mis nalgas, mientras tenía otra rozando entre mis piernas. Cuatro manos acariciándome de arriba abajo, uno comiéndome la boca, otro comiéndome el cuello. Me giré y cambiamos el orden. Entonces yo les cogí las manos y entramos a la zona de juegos. Mi chico se acostó en la cama, yo a cuatro haciéndole una mamada, el otro chico detrás comiéndome TODO, lamiéndome bien el coño, jugando con su lengua en mi culo. Él empieza a besarme la espalda y a meterme los dedos y a rozarme el clitoris. Cuando me noté supermojada me di la vuelta y, con el chico de pie al borde de la cama, empecé a comérsela, metiéndomela hasta la garganta y mi chico empezó a metérmela despacio hasta lo más profundo y empezó a follarme lento, pero duro. Yo seguía comiendo y mojándola bien para empezar a hacerle una paja. Mi chico cada vez me follaba más rápido. Paró y se puso de pie, yo me bajé de la cama y me puse de rodillas delante de los dos y empecé a chuparlas, a lamerlas las dos, mientras les miraba a los ojos. Mi chico me empujaba la cabeza para meterlas las dos hasta mi garganta hasta provocar una arcada. Volvió a la cama, empecé a chuparsela con ansia, le lamía desde el culo hasta el capullo, la metía hasta la garganta, se la llenaba de babas para ayudarme con la mano después... Entonces el otro chico empezó a metermela, primero despacio, agarrándome de las caderas, cada vez mas rápido y más fuerte, ayudando a que mi boca bajase y la polla de mi chico tocase mi garganta. Él empezo a acariciarme el culo, muy suave, escupio un poco y fue masajeando. Me quité y me subí encima dándole la espalda y empecé a cabalgar, nuestro amigo se subió a la cama y me puso la polla en la cara para que se la mamase. Empecé a comérsela y noté que la corrida vendría en breve, mi chico también empezaba a gemir cada vez más fuerte. Entonces me puse de rodillas, se levantó y volví a comérsela a los dos hasta que me llenaron la boca y las tetas de leche.