En la playa nudista (parte I)

Desde entonces me encantan las playas nudistas. Esa sensación de libertad es increíble, bañarse sin nada que te moleste y luego tumbarte al sol y sentir el calorcito en todo el cuerpo es inigualable.

Esa primera vez, fui con una amiga. Pensé que iba a ser un poco incómodo, pero ella se quitó la ropa con tanta naturalidad y se se sentía tan cómoda desnuda y con tanta normalidad, que todo fue muy sencillo.

En aquella época trabajaba en el sur y ella también, además los dos teníamos libre entresemana así que nos íbamos a descubrir calas y disfrutábamos de ellas cuando estaban completamente vacías (casi siempre). Muchos días, nos poníamos cachondos y follábamos al aire libre junto al mar. Era fantástico. Unos de esos días, cuando acabábamos de echar un polvo, llegó una pareja de nuestra edad. No sabíamos si nos habían visto follando y estábamos un poco cortados. Nos hicimos la pregunta de siempre: se desnudaran completamente los dos? Pronto salimos de dudas: Sí. y ni siquiera llevaban bañador, sino que habían venido en ropa interior. Se notaba que también eran deportista y estaban completamente depilados como nosotros.

Costó muy poco empezar a hablar y comenzamos a compartir experiencias de lo que nos gustaba de la isla. Risas y buen rollo. Mientras hablábamos la chica se ponía en posturas con las piernas entreabiertas y veía su preciosa rajita rosada y el chico estaba con la polla gorda pero sin empalmar del todo y no se sentía incomodado en absoluto. Mientras estábamos de charleta, me salió tocarle una teta a mi amiga, con la misma naturalidad con la que lo hacía cuando estábamos solos y noté su pezón muy duro y excitado. No debí ser el único, porque la chica aprovechó para ponerse al lado de mi amiga y, medio recostada, con una mano le acariciaba suavemente la espalada y baja hasta sus nalgas.

A ella no le importaba nada, la miré y vi que las dos se sonreían con complicidad
(continuará... )