Me preguntaba cada día "dónde quieres mis besos, en tus labios, en el lóbulo de tu oreja o en tus manos".
Le contestaba "quiero que me los des donde más te atraiga, quizás en mi cuello, en mi boca o en mis nalgas. Lo que sí sé es que los quiero suaves, húmedos y lentos, sin prisa pero sin pausa, con tacto y con riesgo a ser descubiertos".
"¿Estás segura?" preguntaba deseoso de ser besado, tocado y acariciado.
A lo que yo le respondía "a qué esperas, bésame con tu lengua solo como tú sabes, con ese sabor que desprendes y que difícilmente borraré de mi mente"...
pareja45lp | 09/12/2023 09:09
Buenos días, lo he escrito yo, Marta. Si es mío originalmente, besitos