¿Qué somos?

¿Qué somos?

Qué más da lo que somos, somos como nos queramos llamar, ni más ni menos, así sin más.

El tiempo compartido nos define, el tiempo vivido nos engancha, los momentos disfrutados nos hacen volar, volar nuestros cuerpos, nuestra imaginación, nuestro yo.

¿Qué somos?
Amigos, pareja, amantes o meros desconocidos con ganas de morbo y deseo... sin parar.

Nos contamos secretos sin hablar, nos tocamos solo con la mirada para después, que sean nuestras manos las que nos hagan disfrutar.

Reímos a carcajadas, ya sea en la ducha, en la cama o en cualquier otro lugar.
Somos lo que queremos en el momento indicado, abrazados, besándonos o follando.

Somos como niños con juguetes nuevos que probar, niños que jugamos a ser adultos acariciándonos a escondidas, descubriéndonos los sentidos y las ganas de experimentar.
Esquivando compromisos y ataduras que no nos llevan a nada en particular.

¿Qué somos?
Los mejores amantes, que no necesitamos que nos den ni dar explicaciones.
Tenemos sentimientos y emociones que, sin darmos cuenta, surgen cuando nos besamos... y cuando nos penetramos.
No nos mentimos, porque todo en nosotros es magia, disfrute, placer y muchas ganas.

Sin tabúes, sin reglas, sin egos ni celos.

Dejamos que la perversión y la lujuria fluya, que salgan nuestras "bestias" en su más pura apariencia, buscándonos con nuestras lenguas, manos y esencia.

Somos amantes en la noche, amigos en el día, somos poetas del sexo dejando entrever la pasión que nuestras pieles reflejan.

Si, eso somos, eso que ni nosotros mismos sabemos, pero sí conocemos con nuestros cuerpos, nuestras almas y nuestros deseos.