Te pensaré cuando esté entre mis sábanas, con mi cabeza apoyada, imaginando que nos estamos haciendo el amor con nuestras miradas.
Te pensaré mientras visualizo mis manos dibujando en tu piel lo que me gustaría hacer, eso que no esperas, pero que sé que anhelas y deseas.
Te pensaré mientras imagino apretando mi cuerpo contra el tuyo, sintiendo cómo el calor que desprendemos se escapa por cada poro de nuestra piel.
Te pensaré siempre que quieras, porque estoy segura que aunque la distancia nos separe, el deseo que sentimos nos une hasta en el más mínimo instante... te pensaré siempre que me hables, porque eso que nos une hace que nos pensemos a la misma vez, en el mismo lugar y con la misma intensidad...