El baño del garaje

Siempre fantaseaba en alguna vez follar dentro del cuarto de baño del garaje, pero me parecía muy arriesgado llevarlo a cabo.

Un día conectado a la app apareció un chico que me molaba bastante, no era de la zona, estaba de paso unos días en casa de sus familiares y tras conversar y enviarnos fotos, decidimos quedar.

El tío era de mediana estatura, buen cuerpo moreno y unos ojos azul celeste. Estaba muy bien y sobre todo cachondo, solo me pedía que se la mamara, que fuera algo rápido que se iba de compras y no podia tardar mucho.
Pensé en el cuarto de baño del garaje como opción, pues estaba tan cachondo que no pensé en el riesgo que corría.
Estaba a 15 minutos de mi casa, me duché y esperé a que llegará a la puerta del garaje, me avisó que ya estaba allí y bajé con muchos nervios y la polla caliente y dura.
En el garaje habían pocos coches, muchos de ellos habrían ido a trabajar, y no esperaba que entrase nadie, o por lo menos eso pensé . Abrí el portón y entró, me siguió hasta el baño, y allí nos encerramos.
Llevaba un vaquero roto bastante ajustado con una riñonera, y camisa de asilla, estaba tremendo, la polla ya se le iba notando por el lado derecho de la cremallera, nos íbamos tocando el paquete. Yo llevaba un pantalón de deporte azul y corto y una camiseta.

Mientras nos sobábamos los bultos, también nos morreamos muy apasionados, sin hacer mucho ruido por si alguien podría entrar al garaje, la luz la teníamos encendida y ya estaba haciendo mucho calor y se quitó la camiseta.

Él estaba jadeando al comenzarle a comer su polla, con un glande muy gordete y una tranca bien larga.Le miraba arrodillado a sus bonitos ojos, viendo lo mucho que disfrutaba como los cerraba y abría, aprovechando además, a empujar con sus manos mi cabeza para tragarme toda la polla hasta casi la garganta, no me cabía del todo y hasta me daban arcadas, le cogía de sus nalgas duras mientras le seguía mamando.
Al rato escuchamos un ruido, y él apagó la luz, alguien había entrado a sacar un coche, nos paralizamos esperando a que saliera del garaje y al ratito se fue.

El tío estaba muy nervioso y dijo que quería correrse, así qué volví a mamarle la polla y metiéndole mi dedo por su culo, lo tenía calentito y con mi saliva lo iba abriendo un poco más. Estábamos disfrutando a tope hasta conseguir que se corriera, lo hizo en el lavamanos, donde le salió un buen chorro de leche que lo pringó todo.

Que delicia de polla al verla sacar hasta su última gota, y tras ponerse flácida, yo, a toda velocidad me pajeè y solté toda la leche junto a la suya, menudas corridas.
Limpié todo y él se marchó bien agusto.

Afortunadamente no nos pillaron, pero fue algo muy morboso, que aunque me gustaría repetirlo, no lo volvería hacer ahí, pero si ocurrió en otra ocasión y en otro lugar, que espero contarlo un día.

Esperando que les haya gustado mi relato, saludos a tod@s y feliz 2024.