Después de las fiestas navideñas, llegaron las rebajas y cambios de ropa en las tiendas.
Un día pasé por una tienda del centro buscando algo de ropa en rebajas.
Eran las 7 y media de la tarde y subí a la planta de chicos, no había nadie atendiendo y empecé a mirar ropa. Camisas, pantalones, algo de abrigo...
Solo habían dos chicos y al ratito uno de ellos se marchó.
Quedó uno que tenía varios pantalones en el brazo para probarse, la verdad que el chico era mono, no parecía de aquí, rubio, delgado, no muy alto y de unos 40 años más o menos.
Yo seguí viendo ropa mientras ese chico iba al probador, al estar solo en esa planta me dio por ir a probarme una rebeca y un pantalón y me fui hasta allí.
Solo habían 3 probadores, él estaba en el tercero y yo me fui al segundo, el sabía que estaba allí por el ruido que hice con las perchas de una manera exagerada para que me escuchara, así que salí un momento para afuera al ponerme la rebeca pero el seguida dentro probándose el pantalón, y en ese momento salió para vérselo en el espejo desde fuera, nos miramos, pero seguimos viéndonos como nos quedaba la ropa, me dio por mirar su culo al subirse el pantalón, le quedaba muy bien, ajustadito.
Me entró un calor por el cuerpo, que enseguida mi polla fue empalmándose, seguidamente él se metió de nuevo al probador cerrándolo casi del todo con la cortina. Yo entre también al mío y me probé el pantalón, e hicimos lo mismo, en cuanto le escuché salir al rodar la cortina, hice lo mismo para vernos en el espejo del probador. Ahí nos volvimos a mirar, me abrochaba los botones y me ajusté la polla, y él sonrió. Me puse nervioso, pero ya supe que le molaba la situación, me hizo un gesto con la cara para entrar en su probador y así hice, cogí mis cosas y me metí con él.
Nos quitamos los vaqueros y nos morreamos mientras nos íbamos pajeando.
Que morbazo me dio ese instante, se nos notaba el nerviosismo, tanto a él como a mí nos temblaba las manos. Fui a su polla a mamársela lo mas rápido que podía, ya que en cualquier momento podría aparecer alguien.
Nos mirábamos al espejo como se la iba mamando, le agarre bien de sus glúteos sin dejar de parar. Me cogió de la cabeza y me levantó, le tocaba a él comérmela, aunque yo ya estaba a punto de caramelo, me iba a correr, el vio como estaba mi polla de lubricada, aún así empezó a mamar muy rápido y en italiano me decia que me encantaba, hasta que no aguanté más y le aparté para correrme, eché toda la leche al espejo, y el aprovechó para hacer lo mismo.
Menudas dos lechadas nos pegamos!
Nos apresuramos a ponernos nuestros pantalones y salir de allí.
La verdad que muy excitante ese rato que pasamos, sobre todo el pensar que podría aparecer alguien y pillarnos.
Espero que les haya gustado mi relato.
Un saludo a tod@s!
chicharron | 20/02/2024 23:54
Cuando quieras!!!