A ciegas

Las sesiones con mi Amo son siempre una sorpresa, su mente sádica sabe como satisfacer mis más morbosos deseos.
Después de unas semanas sin poder sesionar, nuestro encuentro iba a ser toda una sorpresa. Mi Amo ya me había advertido que sería una velada diferente, y tanto!!
Ese día, por orden suya, iba con mis arnés, tanto de tronco, como de cintura y piernas, además de medias de látex, eso ya me indicaba que la sesión iba a ser caliente.
Cuando llegamos y después del protocolo de ponerme el collar y la correa, me puso unas esposas, me ordenó coger la pala y mi bolso donde llevo las pinzas, velas, antifaz...
Una vez hecho nos encaminamos a la zona de juegos, me ordenó subir directamente al columpio, puse mis piernas abiertas en los estribos, en ese momento me ordenó ponerme el antifaz. ¡¡¡ El antifaz!!!, nunca me lo había puesto antes, mi corazón empezó a latir muy fuerte, luego sujeto con las esposas a la parte alta mis brazos y la cadena de mi collar tirante para que  mi cabeza no pudiera moverse.
Estába totalmente expuesta, las voces de las personas al rededor eran confusas, ni sabía cuánto de cerca estaban y ¿dónde estaba mi Amo?, no lo oía, no lo sentía, mi coño empezó a latir, caliente. Mis piernas abiertas hacían que sintiera como chorreaba mi coño, solo un soplo y me correría, estaba ¡¡tan cachonda !!
Mi Amo empezó con caricias, entre mis tetas, mi estómago, ya me retorcí de placer, esperaba el azote, la fusta, pero no llegaba, llegó un frío inmenso a mis pezones, que se pusieron duros como piedras, mi grito de placer creo que se oyó fuera del local. Mi Amo estaba jugando con hielo, me lo fue bajando y me lo puso en mi coño, mi clítoris dolía con el hielo, pero fue increíble otro orgasmo hizo que volviera a retorcerme. Mis manos sujetas, mis pies y mi cabeza también, sólo era mi espalda la que se retorcía.
No sabía dónde estaba mi Amo, si a mis pies, o a mí cabecera, a la derecha o a la izquierda. De repente aún con el frío en el coño, siento como cae cera caliente en mis pezones, joder!!!!!, Me voy a volver loca, juega conmigo, con frío, calor, por arriba, por abajo..., mis sensaciones aumentan. Esto era solo el principio, hubo un parón ¿dónde estás Amo?, ¿Se habría ido?, sentí el roce de una mano que no era la de mi Amo, me asusté, pero en unos segundos supe que mi Amo estába a mi lado, empezó a usar la pala. Azotes en mis tetas, mi coño, cada vez más fuertes. Si Amo, más, dame más, gracias Amo decían entre gritos y gemidos, . No te corras puta, ahora no y mi Amo empieza a meter su puño en mi coño. No he parado de gemir, gritar, retorcerme, soy un juguete, SU juguete, quiero volver a correrme, el columpio está totalmente mojado con todo lo que mi coño ha soltado y mi espalda ya casi ni lo toca, estoy suspendida con mis piernas y mis brazos. 
Ahora sí mi Amo está a mis pies quiero que me folle, quiero estallar, pero me ordena que no me corra aún. Su puño ya ha entrado en mi coño, enterito lo mueve rápido, empujando y haciendo que quiera morir de placer, hasta que me ordena "correte puta" junto con su puño salió todo el líquido que quedaba en mí, mi orgasmo se mantenía, va a seguir?, me va a azotar? Seguía con mis ojos vendados, hasta que vino a destaparlos.
¿Has disfrutado puta?, fue su pregunta, ¿Disfrutado?, estaba exhausta no se cuántas corridas tuve, mis manos dolían, mi cuerpo lleno de cera y rojo por los azotes, mi coño dolorido de tanta corrida y de su puño, y yo..., feliz solo podía dar las gracias a mi Amo