Cuando tenía 19 años me fui a hacer la mili al norte de España, yo tenía muy buen cuerpo, de hacer deporte, 1, 78 y pesaba 87 kg, muy moreno de piel y con un culo que siempre llamaba la atención por lo respingon que lo tenía”bueno, me sigo conservando bastante bien a pesar de los años”
El primer mes haciendo la instruccion era de mucha caña... aunque yo estaba acostumbrado a hacer bastante deporte, hice muy buenos amigos allí. Dormíamos en literas, y a las 23 horas tocaban la corneta y no se podía oír absolutamente a nadie.
Mi compañero de garita de al lado era un cachondo de la ostia y muy caliente, no tenía otro tema de conversación que no fuese follar jejeje.
Un día salimos todos a correr en pelotón por el monte y luego fuimos al cuartel a ducharnos, allí estábamos todos desnudos en las ducha, y mi compañero no paraba de hacer bromas calientes.
Hubo muchas risas y al final los últimos en marchar de las duchas fuimos el y yo y note que me miraba de una manera especial y sobretodo que lo pille varias veces mirándome el culo y la polla y también fijamente a los ojos. Estaba muy excitado,
el era guapísimo, también tenía un culo espectacular, le botaba mucho al caminar, era alto, media sobre 1, 94 y pesaría sobre 89 kg, moreno, y unos ojos preciosos el era gallego.
Un día que estábamos de descanso nos quedamos allí los dos, la mayoría como eran de cerca se iban a sus casas de permiso, pero nosotros no podíamos, éramos de lejos.
Salimos a correr por el monte que hay cerca del cuartel y donde hay casas abandonadas, todo aquello es terreno militar íbamos con la misma idea los dos
Nos dirigimos a una casa de esas, entramos y fuimos al lugar más oscuro, nos empezamos a quitar la ropa, a lamernos por todo el cuerpo y a chuparnos las pollas fue un momentazo de morbo total, excitante al máximo el se tiro en el suelo y yo me senté encima de él y empecé a cabalgar como un loco, lo estábamos haciendo a pelo, pues no teníamos preservativos y teníamos tantas ganas que era imposible parar.
Comprobé que todo estaba bien, estuvimos charlando un poco y volvimos a follar, esta vez me lo folle yo a él.
Probamos diferentes posturas pero a él estar a 4 patas le gustaba mucho, aquel culo le botaba al darle fuertemente que era alucinante ver como se le movía me ponía a mil y el no paraba de gemir..no paraba de decir follame fuerte, rompeme el culo
y cuando estaba yo apunto de correrme me dijo, porfavor correte dentro y así fue nos corrimos los dos a la vez fue impresionante.
Estaríamos en esa casa más o menos 3 horas y luego volvimos al cuartel.
Un día salimos a la ciudad que hay cerca a dar una vuelta de permiso con la intención de alquilar durante una noche un hotel para estar juntos y así fue, estuvimos toda la noche follando, aquello era como si se fuera a acabar el mundo, el me dijo que también había estado anteriormente liado a escondidas con un primo suyo
Después de aquella noche loca de no parar de follar, dimos una vuelta por la ciudad y luego volvimos al cuartel, teníamos una complicidad total.
Luego estuvimos unos días que no pudimos estar juntos, estábamos con unas ganas inmensas de volver a estarlo, hasta que llegó otro día de descanso y se marchaban casi todos de permiso y nosotros allí. Salíamos a correr y ya nos dirigimos directamente a la casa donde ya habíamos estado y volvimos a follarnos mutuamente como locos así paso bastantes veces.
Al final yo creo que se notaba la complicidad que teníamos y un día que nos dirigimos a la casa para follar como siempre había un soldado profesional que se había quedado también en el cuartel y que debió de darse cuenta de algo y nos siguió.
Sin nosotros enterarnos y cuando estábamos desnudos follando a lo vestia, que llevaríamos allí sobre 15 minutos entra sigilosamente aquel chico y se nos queda mirando al lado nuestro, y nos dice.
ahora vais a acabar lo que empezasteis, es una orden.
Mientras se tocaba el paquete, estábamos flipando pero el morbo, era inmenso.
Seguimos follando y a la vez mirándolo hasta que tanto se calentó, que se quito la ropa y quiso participar.
Nos enculó a los dos y se corrió por encima de los dos, también nos pidió que lo penetraramos a él, y así hicimos, fue una verdadera gozada.
Hicimos un trio espectacular que nunca olvidaremos ninguno de nosotros.
Cuando terminamos, quedamos en nunca jamás decir a nadie lo que había pasado entre los tres.
Repetimos el trio en el hotel de la ciudad, cuando estábamos de permiso otras 2 veces más
Y otro día con mi compañero estando de guardia por la noche en una garita, bajando solamente el pantalón también nos follamos, el morbo y el placer nos envolvía
Estuvimos muchas veces juntos mientras hicimos la mili y cuando licenciamos cada uno se fue a su lugar y nunca más nos volvimos a ver, si hablamos por teléfono de vez en cuando y nos quedan los buenos recuerdos, volvería sin duda alguna.
Al parecer en los cuarteles había bastante personal que le iba el tema gay, pero era todo a escondidas, pues estaba muy mal visto en la sociedad.