X negra

Hace ya algún tiempo, en una de mis visitas a un club, coincidí con una pareja francesa que ya conocia de otros encuentros; maduritos pero de buen ver, ella morena con gusto por la lenceria negra y/o de cuero, y el siempre de negro con tanga de piel o boxer transparente.

En la barra cuando nos vimos, nos saludamos, y comenzamos a charlar, yo con mi copa y aún con toda la ropa, y ellos en lenceria; en esto él se fué y me dejo solo con ella, y comenzó a tocarme por encima de la ropa, a lo que yo respondia con suaves caricias en su cuello bajando por su pecho hasta llegar a sus tetas "cubiertas por una sostén de tiras de piel", que solo tapaban sus pezones, y un tanga negro, dejando al aire el resto. No sé el tiempo que pasó, pero el hombre no aparecia por ahí, así que decidí irme a poner cómodo, se lo comenté a mi consorte de ese momento y dandome la mano me acompañó hasta las taquillas, donde entre ella y yo, y caricias mediante, me quedé con mis boxer negro solamente (aunque con el bulto debajo). Volvió a darme la mano, y esta vez nos dirigimos dentro del local, a una sala con "juguetes" BDSM; un potro, una cruz, una maquina de follar con algún dildo, etc. Mi acompañante francesa y yo miramos la cruz y con mirada complice, nos invitamos a probarla. Cogí una de sus manos y la ajusté a una de las esquinas con una hebilla de piel, luego la otra, una pierna, la otra en la base; ella no hablaba, solo me miraba; cuando ya estaba inmovilizada, comencé a comerle y morderle el cuello y comenzaron los suspiros; iba alternando mi boca a un lado y el otro de su cuello y el el tránsito paraba mi lengua por su jugando con esos pezones que cada vez se marcaban más debajo de las tiras que los cubrian. Mis manos acariciaban el interior de sus muslos, y rozaban por encima del tanga (muy húmedo), y exploraban el culo apoyado en la piel de la cruz. Comencé a masturbarla por encima del tanga, mientras nos cruzábamos las miradas, ella inmovil en su cruz de penitencia, intentaba mover sus manos, pero no podia.
Comencé a ccomerle el naciente de sus tetas mientras la seguía masturbando, y poco a poco bajando con mi lengua por su cuerpo llegué al mojadisimo tanga, lo aparté y comencé a comer esa fuente que en ese momento ya era cu coño, atrayendo hacia mi su pelvis ella y yo agarrando su culo y junto a un dedo dentro, arrimaba su vulva y clitoris a mi boca.
Los gemidos se intensificaron y se corrió abundantemente en mi boca.
Cuando se tranquilizó, la desaté lentamente mientras me miraba, y entonces vi a su pareja que no se había perdido el expectaculo; entonces ella me bajó el boxer y dejo a la vista mi polla que brillaba; cogio mi mano de nuevo, pero no para salir, sino para atarme a la cruz ahora a mí; yo me deje atar, y cuando estaba inmovil, ella se giró y con un pañuelo o algo así me tapó los ojos.
Así atado y con los ojos vendados, comencé a sentir como me acariciaban, mis pezones, me mordian el cuello, y notaba una boca en mi polla, un dedo lubricado que que jugaba con mi culo, y hasta un buen rato después no cai en la cuenta que estaba siendo devorado por 2 bocas y cuatro manos.
Notaba una boca que comia de maravilla mi polla, y otra un poco menos habil pero que lo hacia distinto, unos mordiscos en mis pezones, una boca en mi cuello, una polla chocando con la mia y masturbando ambas a la vez. Al punto que noté que mientras una boca me comia mi polla, una mano se puso entre mi espalda y la cruz empujaba mi culo lo que podia, pero no paraba ahí y volvia húmeda a meter un dedo en mi lubricado culo.
Yo estaba a mil de sensaciones, y entre la mamada que me estaban dando, un dedo en mi culo que hacia lo mismo que yo antes, y el trato de mordiscos y pellizcos que estaban recibiendo mis pezones, me corrí y tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida, largo, muy largo y muy profundo.
Cuando me quitaron la venda, pude ver a ella con las tetas llenas de leche, y como con un beso compartia mi semen con su pareja.
Acto seguido me desataron y nos fuimos los tres a la ducha, y entre ambos comenzamos a comernos la polla que (por lo menos delante de nosotros aún tenia leche), cuando la pusimos bien dura, recostó hacia mia a su mujer y el se la metió en el coño con fuerza mientras yo la sujetaba por las tetas pellizacando unos duros pezones. Aguantó poco pero fue muy intenso, como los gemidos que soltó ella con su nuevo orgasmo.

Descansamos un rato mientras charlabamos y quedamos en vernos otro día..., que fue muy distinto

Saludos a tod@s