En el hotel

Nos habíamos ido un puente a un hotel del sur, el hotel estaba muy bien, el menú, las instalaciones, la verdad que todo era maravilloso, más aún con la pulsera del todo incluido. Y por su puesto, las vistas hacia el mar y La Gomera eran espectaculares.

Entre que uno bebe lo quiere y más, con los chapuzones en la piscina me entran unas ganas enormes de orinar, de esas que parece que vayas a reventar, por lo que decido ir a uno de los baños que hay al lado de las piscinas, nada más entrar había un montón de urinarios seguidos, después una pared con más urinarios y las cabinas con las tazas de váter. Me llamó la atención que al final del todo en el último había una persona y yo no me quería quedar tan cerca de la puerta, así que como me llamó la atención esa situación, me voy dirigiendo hacia atrás y me sorprendo al ver al hombre supuestamente orinando con su bañador de slip a la altura de los muslos, mostrando sus preciosas nalgas mientras me miraba, al ver que me acerco, se separa y veo como se masturba.

Prácticamente sin pensar me solté el cordón del bañador, me bajé delante de él mi bañador también de slip, por debajo de los huevos, mostrándole mi polla y mis huevos con algo de vello y comencé a orinar, solté la mano con la que me la estaba sujetando para que me viese bien, con descaro. Le faltó tiempo para separarse más de su urinario y mostrarme como se estaba masturbando, tenía una polla gruesas con el cabezote aún más grande, se le notaba que la tenía muy húmeda por el líquido preseminal, instintivamente me agarró la polla con su mano derecha húmeda mientras yo orinaba hasta que terminé, con la mano izquierda se seguía masturbando. Cuando ya había terminado de orinar, me la sacudió increíblemente bien, con mucho mimo y cuidado, y me comencé a excitar; seguía masturbándose y ahora empezaba a masturbarme a mí.

El morbo de ser sorprendidos por alguien me tenía extasiado. Por sorpresa me baja el bañador por completo y él también se quita el suyo quedándonos los dos desnudos, la verdad que mucho mejor así porque me estaba incomodando el bañador mojado, me la empieza a comer apenas unos segundos en los que empiezo a jadear de placer y decirle: más! sigue! Sin darme cuenta se pone detrás de mí, y me pide que separe las piernas y doble la cintura, le obedezco y comienza a chuparme el culo con su lengua de manera increíble mientras me seguía masturbando. Pocas veces me han dado tanto placer. En aquel momento lo que me daba morbo era que apareciese alguien más, aunque eso también tiene sus riesgos, me hubiese gustado que apareciese alguien más y se hubiese unido, pero no sucedió.

Finalmente, me da la vuelta, junta las dos pollas bastante humedas y las empieza a masturbar juntas mientras me pide que le meta un dedo en el culo, me falta tiempo para hacerlo y me grita, me corro, me corro! yo también le dije. Nos miramos y cada uno nos corrimos en nuestro urinario. Seguía metiéndole mano y cogiéndole los huevos después de corrernos y ya desnudos nos damos un pico rápido mientras agarramos las nalgas del otro. Nos pusimos cada uno su bañador, los dos eran negros, y me pidió que saliese yo primero. Cuando volví a la tumbona, me pregunta mi acompañante porqué había tardado tanto, mi respuesta fue: tuve que hacer algo más 😉