Mi joven vecina que tendría unos 18, y vivía en el piso de al lado, una tarde llamó a mi puerta.
- Hola vecino, tienes impresora? Necesito imprimir unos apuntes de mis estudios y yo no tengo impresora.
- Claro, pasa - le dije.
Mi vecina, la llamaremos Vicky, no era muy alta, pelo castaño alborotado con una coleta hecha con prisas, pecas en la cara, tez blanca y casi siempre vestía de negro.
Entramos en mi piso, y nos dirigimos a mi cuarto.
- No están tus padres? - me preguntó
- No, están unos días en el pueblo, que mi padre tenía unos días de vacaciones y están aprovechando.
- Ah, que bien! tienes el piso para ti solo, que suerte. Yo nunca he estado a solas en mi piso. O bien están mis padres, ya que mi madre no trabaja, o si hay viaje tengo que ir con ellos, no me dejan quedarme sola todavía.
- Pues estar solo está bien - comenté - no hay horarios, puedes comer lo que quieras y hacer lo que quieras jaja - me reí
- Ya imagino! No sabes como te envidio!
Ya en mi cuarto, nos sentamos frente al ordenador y comencé a imprimir los archivos que trajó en su pendrive, y mientras esto sucedía seguimos hablando y de pronto ella me dijo...
- Si yo estuviera sola en casa por días, seguro traía alguna amiga o montaba una fiesta o también me encantaría ir desnuda por el piso, ya que nunca lo he hecho, y eso es algo que me daría morbo. O ver porno de internet, ya que nuestro ordenador está en el comedor, y si hay gente en casa no puedo verlo. Muy pocas veces he tenido ocasión de hacerlo.
- Vaya - le dije - yo como tengo el ordenador en mi cuarto, si puedo verlo. Cuando mis padres se acuestan, si me apetece pues me lo pongo - le conté
- Me pones un poco? Puedo verlo? - suplicó - es que yo apenas lo he visto unas pocas veces... mientras se imprime todo esto.
Yo me quedé algo sorprendido por su propuesta, pero me lo dijo de una manera, que de inmediato estaba abriendo el explorador de internet, para que pudiera ver algo. Entré en una web donde los videos estaban ordenador por temas, y le pregunté de cual quería ver: masturbación, sexo anal, trios...
- Trios? Sí, pon de trios a ver
Entré en la sección de trios y elegí uno que me pareció interesante, donde una linda muchacha rubia estaba con dos chicos.
- Uf, que pasada debe ser estar con dos chicos, mientras uno te la mete por la boca y el otro por abajo - dijo ella visiblemente excitada - tú has hecho un trio? - me preguntó
- No, que va, ya me gustaría y tú? - le respondí
- No, si yo no tengo apenas experiencia en sexo - me dijo - soy virgen
Seguimos viendo el video y vimso como iban cambiando de pose, hasta que en un momento dado, ambos muchachos apuntaron sus miembros a la cara de la muchacha y empezaron a eyacular sobre su rostro y su boca.
- Wow - exclamó mi vecina - como me gusta eso, debe ser una pasada sentir eso, me excita mucho verlo
- Pues hay una sección de mamadas y corridas, quieres echar una vistazo? - le pregunté
- Si, si, a ver qué hay - me respondió rápidamente, llena de curiosidad
En esa sección vimos varios videos de mamadas, que ella iba indicando, al señalar las miniaturas.
- Me estoy excitando, y tú? - me preguntó algo nerviosa
- Si, yo también, es normal al ver porno - dije quitandole importancia
- Y no te dan ganas de hacerte una paja? - replicó
- Si, un poco - dije sin pensar
- Háztela si quieres, que no me importa
- No sé, me da corte así contigo aquí
- A mí me gustaría verlo, que nunca he visto a un chico hacerse una paja en persona - insistió
Dudé unos instantes, pero es cierto que tenía la polla ya medio erecta, y me apetecía mucho, más con el morbo de que ella mirase, aunque es cierto que dudaba por si nos podiamos meter en un lio. Tras unos instantes me desabroché el pantalón, y saqué mi polla diciendo: está bien, lo voy hacer.
Ella se quedó mirando mi miembro ya bastante crecido, mientras yo me terminaba de bajar la ropa y acomodar en la silla.
- Hmmm, la tienes muy bien - me dijo - me gusta la forma y el tamaño
- Gracias - le dije - mientras ponía otro vídeo y comenzaba a masturbarme mientras lo veiamos juntos
Empezamos a mirar el vídeo, pero ella casi estaba más atenta mirando como yo me masturbaba, y como meneaba mi mano sobre mi ya erecta polla, bastante curiosa y fascinada por poder apreciar algo así por primera vez en persona.
Vimos varios vídeos, cuando ella se percató que de la punta de polla asomaba líquido presminal, y me preguntó si me iba a correr
- Si, no creo que tarde mucho - le dije
- Genial, tengo muchas ganas de ver como sale el semen - dijo expectante
Aquello acabó de excitarme lo suficiente como para empezar a correrme, tratando de ir con cuidado de no llenarlo todo de leche, así que la mayoría quedó sobre mi miembro y mano. Varios chorros espesos seguidos de alguno más líquido, mojaron todo a su paso. La miré y estaba muy atenta, y con una amplia sonrisa de satisfacción en su rostro.
- Uf, que corrida - susurré
- Si, que pasada, cuanto semen - me dijo, mientras seguia mirando todo el desaguisado sonriendo - puedo probarlo? - preguntó de pronto
- Cómo dices? - no acababa de entender qué me preguntaba
- Que si puedo probar el semen?
- Ah, como quieras... - le dije algo sorprendido
Entonces ella bajó los dedos a mi miembro, y huntó los dedos del semen, recogiendo una cantidad más que generosa. Estuvo unos instantes rozando sus dedos con mi polla llena de semen, y luego levantó la mano hasta su cara, miró los dedos manchados de semen unos instantes y comenzó a chuparlos uno a uno, mientras cerraba los ojos. Cada dedo mojado de semen que entraba en su boca, era apretado por sus labios, y al sacarlo lentamente, el dedo estaba limpio. Cuando hubo acabado, le pregunté, qué tal?
- Es como pegajoso - dijo como sorprendida, todavía saboreando y analizando las sensaciones que el semen le producía en su boca
- Y el sabor?
- Raro, pero no sabe mal, está curioso - dijo pensativa - bueno, me tengo que ir, que llevo ya aquí un rato y mis padres se van a preocupar, gracias por los apuntes y por este rato, ha estado genial.
Y dicho y hecho, salió bastante rápido de mi casa. Yo tuve un subidón de adrenalina por todo lo que había pasado y no dejaba de darle vueltas. Así que más tarde, casi en la noche, y muy excitado, tuve que masturbarme de nuevo para poder relajarme y dormir.
Al día siguiente sobre la misma hora, llamaron de nuevo a la puerta. Como no solía recibir visitas, di un brinco, y me pregunté si de nuevo volvería ser la vecina. Al abrir la puerta, ella entró como un rayo.
- He traido más apuntes - me dijo dirigiendose a mi cuarto. Al verla de esa manera, que casi ni me miró a la cara, la noté entre nerviosa y avergonzada, e imaginé que fue por lo que pasó el día anterior.
Ya estando en mi cuarto, al abrir los apuntes, vi que eran los mismos que el día anterior.
- Que has hecho cambios en los apuntes? Son los mismos, no?
- En realidad los apuntes son una excusa que le he dado a mis padres, para venir otra vez - me confesó
- Ah, entiendo - le sonreí, contento de que tuviera ganas de verme de nuevo
- Lo que te quería preguntar - comenzó a decir haciendo una pausa como sin atreverse a continuar - es si, tú, me dejas, es decir, si tu podrías...
- Dime, qué pasa? - le dije intentando sacarla de su atasco
- Pues que si te podrías correr en mi boca? Me gustaría mucho sentir eso, y como ayer ya probé tu semen y me gustó, pues me gustaría sentir la corrida en mi boca, la corrida entera, sentir como va saliendo y todo eso.
Mi cara debió ser un poema, y yo entonces también me puse bastante nervioso. Pensaba que me iba a pedir ser mi novia o algo así, y me pronto me dijo eso. Empecé a sudar y mi polla dio un salto dentro del pantalón, al tiempo que mi corazón se aceleraba.
- Ah, eh... quieres probar eso? - dije para asegurarme, aún asombrado por su propuesta
- Sí, me gustaría, vamos, si tú quieres, claro - me respondió dulcemente
- Pero y como lo hacemos, me masturbo y cuando me vaya a correr...
- No, no, si quieres te la chupo hasta que te corras, así no hay peligro de que se escape nada - me interrumpió solventando mi duda
- Vale - acerté a decir, mientras me levantaba para bajarme los pantalones.
Entonces me senté y ella se colocó entra mis piernas, cogió con su mano, mi erecto miembro, y tras mirarme y sonreir, cerró los ojos y se lo metió en la boca. Un agradable cosquilleo recorrió todo mi cuerpo al sentir los labios y la lengua de mi vecina chupando mi pene, lo cual hizo que este creciera aún más y se pusiera muy duro. Ella fue probando cosas, y debo decir que se notaba que no era una experta, pero se la notaba excitada y chupaba con ganas, sacando y metiendo el pene, jugando con su lengua, succionando de diversas formas.
- Qué tal? Lo hago bien - me preguntó
- Si, muy bien - le dije, porque realmente me estaba llevando al cielo
Como sabía que quería la corrida en la boca, y eso me excitaba mucho, sabía que no tardaría mucho en acabar, así que cuando comencé a sentir el cosquilleo que anuncia la corrida, la avise con la voz entrecortada, sujetándome a la silla - Me voy a correr...
Ella pareció concentrarse más, susurró una especie de "uhú" afirmando que había recibido el mensaje y yo ya no pude más, cerré los ojos a causa del placer y me dejé llevar. Sentí como mi polla comenzaba a palpitar, soltando chorros de semen que estaban llegando a la boca de mi joven vecina. Ella pareció apretar más y siguió moviendo mano y boca para "ordeñarme" del todo. Así estuvimos unos deliciosos instantes, en los que ya pude abrir los ojos y la vi todavía con mi polla en la boca, disfrutando del momento.
La habría dado asco mi semen? Lo tragaría o lo escupiría? En ese instante todo eran dudas en mi cabeza, pensando en su reacción, pero ella de pronto sacó mi miembro, y tras saborear un poco, me comenzó hablar, señal de que se lo había tragado ya todo.
- Uf, qué pasada, te ha salido bastante semen - me dijo algo sorprendida
- Te ha gustado?
- Si, más que el sabor es el morbo de tragarte uan corrida entera, tenía muchas ganas, aunque no creas que sabe mal, es raro, pero curioso, no sabría describirlo o compararlo con nada que haya bebido antes. Bueno, me tengo que ir, no quiero tardar mucho y que mis padres sospechen.
Al día siguiente mi joven vecina no apareció, y la verdad es que me rayé bastante. Algo le habría molestado? Se había arrepentido? Se había terminado nuestro juego? No dejaba de darle vueltas a la cabeza. Sin embargo, al día siguiente, después de la hora de comer, volvió a sonar el timbre de mi puerta. Fui raudó a abrir para encontrarmela de nuevo.
- Qué tal? - me dijo esbozando una sonrisa - ayer no pude venir que fuimos a ver a unos familiares, pero hoy tengo bastante rato que mi padre ha ido al trabajo y mi madre ha salido con unas amigas
- Ah, que bien, pasa - le dije haciendo un gesto de invitación a entrar
Nos sentamos como siempre en mi cuarto, frente al ordenador y me pidió que pusiera porno, pero pronto sus manos buscaron mi miembro y me pidió que me la sacara. Mientras veíamos porno, sus manos jugaban mi polla que crecía imparable entre sus dedos. Y en un momento dado, se colocó entre mis piernas y comenzaba la mamada.
Me encantaba verla como me mamaba, ya con más confianza y como lo disfrutábamos ambos. En algún momento le pregunté si quería que yo le hiciera sexo oral, o si quería tener relaciones, pero me dijo que no estaba preparada, que en este momento solo le interesaba hacerme sexo oral.
- Me corro - le avisé de nuevo, y esta vez ella controló mejor la situación con la experiencia de la anterior vez, y no se atragantó, ni puso cara de sorpresa. Tras correrme en su boca, y ella tragarlo todo, siguió chupando un rato, relamiendo mi pene y extrayendo las últimas gotas, hasta que perdí la erección.
- Qué pasada, como me gusta sentir la corrida en mi boca y tragarlo, es una experiencia muy morbosa - me dijo
- A mi me encanta como lo haces - le confesé
- Tienes agua o algún refresco o algo? quieras que no, se te queda la garganta como pegajosa - me dijo
- Claro, espera - y fui a la cocina a por un par de refrescos y unos snacks para picar
Empezamos a merendar, relajados y charlando. Ella me preguntaba cosas, como qué sentía yo, o que era lo que más placer me daba, y cosas por el estilo, intentando aprender y saber mi opinión. Luego me pidió poner un vídeo porno del cual se veia la miniatura del video en la pantalla, y empezamos a ver porno de nuevo, mientras hablábamos y seguimos merendando.
Su mano entonces se puso a jugar de nuevo con mi miembro, aunque este estaba pequeño, en estado de reposo, pero sus dedos iban jugando y acariciando mi miembro, siendo bastante placentero. Imaginé que lo hacía porque estaba excitada viendo el porno y allí conmigo, tras la mamada. En un momento dado mi miembro creció un poco, y ella cada vez estiraba más de él.
- Te está creciendo de nuevo - me dijo son una sonrisa mientras miraba mi polla - crees que podrías correrte de nuevo?
- No lo sé, no acostumbro a pajearme dos veces seguidas - le dije mientras ella dudaba y seguia jugando con sus caricias
- Bueno, podemos probar, quiero ver si es verdad que una segunda corrida es menos abundante
Y dicho esto, bajo de nuevo entre mis piernas, y se metió mi pene en su boca. Esta vez apretaba más su mano, y sus labios sobre él, y me generó tanto placer, que mi polla creció de nuevo hasta su máximo esplendor. No sabía si esta vez me podría correr de nuevo, pero notar sus succiones, su ansia, los ruidos que hacía su boca sobre mi polla me excitaron tanto que irremediablemente me volví a correr en su boca y de nuevo se lo trago todo.
Y así repetimos los dos siguientes días, llegaba, íbamos a mi cuarto, me la mamaba hasta hacerme correr en su boca y se lo tragaba todo, luego veíamos porno mientras merendábamos y cuando conseguía ponermela dura otra vez, siempre iba por una segunda mamada. Recuerdo que algunas veces abría la boca y me la mostraba llena de semen, antes de tragar, y luego me sonreía. Decía que le daba morbo hacerlo, porque lo había visto en algunos vídeos.
Al día siguiente, se prensetó con un vaso de cristal de su casa y me propuso que me corriera en el. Así que las dos mamadas que me hizo, cuando me iba a correr, esta vez la avisé y ella me terminó con una mano, mientras con la otra sujetaba el vaso, y todo el semen que pude liberar fue recolectado. Cuando tuvo las dos corridas en el vaso, lo miró, olió y luego se lo bebió de una, empinando bien el brazo hacia arriba para que cayera todo. Me confesó más tarda, que ese vaso lo usó esa noche durante la cena, sin lavar, y que cada vez que bebía agua, notaba el regustillo de mi semen y se ponía muy cachonda.
Pero la semana llegaba a su fin y mis padres volvieron al piso, así que ella ya no podía venir, ya que normalmente en casa no solía cerrar la puerta de mi cuarto, pues mis padres preguntarían qué estabamos haciendo. Pasaron los días, y ya nos volvimos a tener ese tipo de encuentros, pero alguna vez que nos cruzamos por la escalera, siempre nos sonreíamos, y ella me guiñaba un ojo...