Imagina que caminas por un arenal kilometrico en una playa atlantica llena de conchas de moluscos, rodeados de parques naturales y algun que otro sitio de esos donde el genial marisco e historias de América le dan un lugar en el mapa.
Buscas una playa nudista porque te pilla cerca de casualidad, y ya que estas, no desaprovechas tu ritual veraniego favorito, despelotarte por horas y disfrutar de la playa. Y que coincidencia, que donde esta el cuerpo esta el pecado y todos estamos muy tranquilos y relajados desnudos hasta que el sol baja y se marcha la gente. Imagina tambien que dos parejas en la distancia de una mirada, se retan y se tocan, y una de ellas viendo que no hay mas que 4-5 mirones sobre las dunas a la espalda a mas de 30 metros, directamente se lanza a un misionero. Muy fogoso y morboso, al mismo tiempo poco estetico, algo torpes, arena y verguenza. Siempre descarado y sin complejos, notas la presion arterial de tu miembro que suele ir por libre, dice aqui estoy yo, dispuesto como siempre, tirante y apuntando maneras.
Tumbado boca abajo, las siete largas de la tarde en pleno verano, cuatro xuricatos al fondo deleitandose, dos parejas que forman un triangulo de posiciones conmigo de vertice, separados entre nosotros a mas de 20 metros por los huecos de los que se habian ya largado, nadie en el oceano frio que queda mas alla de mis pies y a mis espaldas templadas y yo tumbado a lo largo, viendo la pelicula erotica, nada mejor que se pueda pedir.
Un error logistico en la pareja B, hace que no se monte la caseta de campaña, pero la mujer que tiene el mando sin ningun resquemor fuerza toda fisica y logica y se empeña en succionar y manipular sin lograr la hazaña. Una pareja en plena faena y la otra en la linea de salida, no consigue arrancar. Ya que estamos, le enseño mi ejemplar, como refuerzo disponible. No parece enterarse, hasta que hago el gesto de ponerme de rodillas y disimular con la mochila, cuando se para a mirar mi herramienta. Estoy en fuera de juego y a riesgo de cortar el punto en caso de que sean aprehensivos con terceros hombres, así que decido disimular abriendo la mochila y bebo agua, viendome ridiculo y decidiendo recoger y pasar despacio por el medio de las dos parejas, direccion a las dunas. Total a fin de cuentas, desde ali hay altura y mejor vision.
Y de repente, como acto reflejo, esta mujer que trataba de reanimar como podia a su marido, se levanta y le dice al marido que me mire, y parece querer decirme algo al paso, pero no le salen las palabras y me mira y mira a su marido, quien aletargado y lento, tarda en contestar mientras ella parece cada vez mas impaciente, de pie ya puesta y mirandome parece que me va a seguir los pasos, esperando algo de su marido.
Llego a las dunas y veo que chanclas y toalla en mano, me van a seguir los pasos. Siento adrenalina y sigo la marcha superando la muralla de arena, noto liquido preseminal asomando que deja un hilo entre mi muslo y mi glande, que no tarda en romperse a cada paso y meneo de rabo. Los xuricatos en ese arte de desaparecer para buscar mejor lugar donde observar, se esfuman a segunda fila, por detras de las dunas. Veo que me siguen, asi que rodeo despacio algunos matorrales, y me pierdo en una zona espesa sin mucho angulo exterior. Saco un condon de la mochila, y sigo andando, como el flautista de Amelin, pero cada vez mas lento y procurando que no me pierdan. Ellos vienen hablando y negociando sobre la marcha en voz baja, les puede el morbo pero estan inquietos.
LLego a un espacio ideal, un circulo grande rodeado de matorrales, donde hay restos de una hoguera y hojas de pino secas en el suelo. La pareja se acerca de a uno, distanciados. El se presenta, estrechamos las manos, me felicita por el grosor y la prestanza, parece que tiene todo el interes del mundo en ello. Le advierto que soy hetero, pero que no tengo inconvenientes mas alla de eso. El se extraña y bruscamente me deja claro que no le van los hombres, pero le encanta que "la amiga" (finge no ser el marido) sea bien ensartada (literal). Ella llega segundos despues, un poco agitada de caminar no pierde un segundo y me intimida. Directamente me agarra el miembro y gruñe, me aprieta con su mano derecha y me masturba lentamente, mira a su marido y le dice: mira este cabron, lo dura que la tiene. El le responde pues cometela y follatelo. Ella saca una botellita de agua y me rocia de ombligo hacia abajo con desdén, y se agacha a mamar. Su impetu me agobia, le digo como chupes asi de fuerte te voy a llenar la boca de leche porque con las mamadas a pelo no me puedo resistir, mientras le adelanto el condon todavia en mi mano. Se para y me dice, no, que el sabor de la leche no lo soporto, cabron. Lascivia en sus palabras, me mira fijamente y me lame la cara y me dice: quiero que me llenes de leche, no te pongas condon. Momento miedo, no me fio, no se si es un juego. Contesto que sin goma no me la follo, ella me dice: bueno venga, cagao, estoy totalmente limpia, pero me vale con goma. Su marido le coloca la toalla en el suelo y ella se coloca a 4 patas, mientras el de rodilla, me abre sus nalgas. Visto y no visto, estoy completamente dentro, mientras lubrica sin parar y escucho chapotear, una deliciosa presion al principio que se ensancha rapidamente a las pocas embestidas. Le digo al marido: tenía el coño un poco estrecho, pero ya se lo he abierto. El resopla y niega con la cabeza como maldiciendo lo cachondo que le pone la conversacion. Ella gime y grita mientras el le increpa en el mismo tono morboso y le dice: no grites perra, que te va a escuchar media playa. Ante tal depravacion, decido cambiar el modo y subir de nivel. Dedico mi dedo a urgarle el culo y subo las embestidas a golpes bruscos, sonidos de palmadas, de una en una. El me pide que le folle el culo, pero no lo veo nada dilatado, no parece tener costumbre. Ella cambia el tono del jadeo y me advierte que no se me ocurra, que es muy gorda y a ella mas de un dedo no le gusta. Le echo en cara, que muy bien que le gusta follar a pelo y que la preñe y se rie de mi miedo, pero a ella le da miedo que le rompa el culo. Se deshace en mas gemidos y se corre al escucharlo, me pide que no pare. Lo tomo como un si. Agarro al marido el antebrazo para que ponga la mano por su vientre y le masajee el clitoris. Apoyo mi glande en su culo, agarro con mi mano firme hacia abajo en media sentadilla y le digo a ella: si me dejas follar tranquila ese culo y no haces fuerza, te lleno de leche como a ti te gusta. Eres un cabron joder, me va a doler mucho, me contesta justo cuando le corta el marido y le dice tu callate puta, q se lo he dicho yo. Metesela termino de decirme el marido cuando yo ya estaba com mi glande apoyado, entonces noto que su culo ante la presion hace un espasmo y se relaja un segundo, aprovechando ese momento y comenzando la danza hacia adentro y hacia fuera que todo culo estrecho requiere. Consigo entrar un milimetro mas en cada vaiven, dentro fuera dilatando con extrema lentitud, ella va subiendo decibelios en su jadeo, mascullando insultos. Ya estoy dentro, le digo a esa grandiosa hembra. Ella se queja amargamente pero resiste, mitad de mi dentro, le ensancha sus apretadisimas paredes, le indico al marido que ahora es su turno de masaje de clitoris y no me voy a mover ni un milimetro, para que ella lo disfrute. El marido me contesta: qué bueno, joder!! mientras la masajea y ella comienza a resoplar, jadear y quejarse intercaladamente, hasta que le agarro de las caderas y desde atras la balanceo muy lenta y suavemente, notando como ella sigue el movimiento alante y atras muy a trompicones, hasta que se la clava entera. Ves? Tan dificil no era, le digo. Mis huevos estan dando en la mano de su marido y le pido que la quite, quiero que le reboten en la pipa, le digo. Ella con la voz entrecortada y el aire faltando me contesta, es que tu sabes, hijoputa. Ahora me toca llenarte el coño de leche, te lo has ganado le digo. El truco, fue un poco malvado por mi parte. Habia ensanchado su culo y me sentia correrme en breve, asi que sali de su culo y me quite el condon, me puse otro y la tumbe en misionero. Le dolio todo de mantener la postura, su culo estaba muy abierto y la aureola un poco morada cuando me sali, daba un poco de cosilla. El marido embobado me miraba incredulo, confiando que no lo haria. Ella, me pregunto para que me ponia el condon. Le conteste que ahora me lo quitaba pero primero le queria dar un poco mas. Y asi fue, ese coño mas estrecho que nunca, me apretaba y huntaba de ese lubricante natural blanquecino, hasta que llego el momento de la explosion, me quite el condon brusca y rapidamente, coloque el glande en la entrada y note dos chorros finos y cortos como disparos colarse al fondo de su abertura, seguidos de un borbotoneo salpicar descontrolado desde mi sobre su clitoris, vientre e ingles, momento en el que descubrí que su marido, ahora sí se pajeaba empalmado, para acto seguido sin preveerlo, apartarme apresurado y metersela a su mujer. Yo, sorprendido, aplaudo mentalmente mientras el finaliza la hazaña en menos de un minuto, el depravado se entretuvo entre jadeos rebañando con su miembro agarrado, empujando mis restos para meterselos a fondo. Calculo que en total estuvimo entre 20 y 30 minutos de maxima lujuria, que dieron paso a contactos para otro encuentro mucho menos morboso por la aparicion de algun patosillo, pero bueno.
La verdad es que no me gusta enrollarme tanto y sobre todo contar este tipo de aventura tan kinky, que no creo para todos los publicos. A mi, me resulta interesante, poder contarlo desde una posicion privilegiada, pero nunca hallo la forma de hacerlo escueto.
Seguiré intentándolo.