Vispera de Reyes: Recuperando tradiciones

Esta pasada víspera de Reyes hemos recuperado mi chico y yo la buena costumbre de salir por Triana de copas y de tapeo . Mi padre vino a casa y se quedo con mi hijo para compartir con nosotros la noche de Reyes, además mi hijo es suficientemente mayor como para no querer ir a cabalgata de Reyes. Entre una cosa y otra nos encontramos en Triana

El ambiente era fabuloso, mucha gente por donde quieras que estuvieras, pedir una cerveza y un plato de cualquier cosa te lo tenias que tomar con calma. Pero el ambiente lo merecía y transcurría todo de forma genial encontrando a gente del trabajo, antiguos amigos y mucha gente en general

A toda estas se acerca un chico y me llama por mi nombre y me da un gran abrazo... era Abel un amigo de estos juegos que nos enrollamos con él y su pareja en varias ocasiones pero que hacia muchísimo que no sabíamos nada de ellos. Allí estaba el con un grupito de amigos. Nos quedamos hablando los tres y nos contó que ya no estaba en el ambiente y que no seguía con su pareja ( cosas de la vida) y que por esa razón se había desconectado del mundillo swinger. La noche avanzaba y nos encontrábamos muy como pero el lugar donde estábamos cerraba y nos invitaron a irnos... serian sobre las doce de la noche. Buscamos un garito para tomarnos la ultima pero o estaba muy lleno o estaba cerrado.

Ante el fracaso de nuestra busqueda nos propone ir a su casa (León y Castillo muy cerca de Plaza San Telmo). Nos apuntamos nosotros y uno de sus amigos.

Camino a su casa Abel y yo íbamos delante y nuestra conversación se iba calentando a medidas que nos acercábamos a su casa. Algún pico, alguna caricia y algún roce por mis pechos y mientras mi marido y su amigo flipaban detrás ( por lo que me contó mi marido después)

Realmente vivía cerca y en menos de 10 minutos estábamos sentado en el salón de su casa mi chico y yo con un Gintonic y ellos dos con una cerveza. Estábamos Abel y yo sentados en el sillón, mi chico en un sillón individual y el amigo en una silla ( le llamo amigo porque no recuerdo su nombre). A cada sorbo aquello se calentaba mas y era curioso la mirada de este chico que no entendía nada

En un determinado momento pregunta por el baño y Abel le indica donde se encuentra. Nada mas abandonar la habitación me subo el traje y me siento en las piernas Abel mientras lo beso. Este no tardo nada en terminar de quitarme el traje y dejarme en ropa interior y tacones. Yo le desabrocho la camisa y me levanto para que el también se levante. Le desabrocho el pantalón vaquero y saco su polla y arrodillándome empiezo a comerme su polla.

Se oye cerrar una puerta y a los pocos instantes esta el amigo allí mirando con ojos asombrados. No se mueve me mira sin decir nada. Me saco la polla de la boca y le dijo :” es muy sencillo o te desnudas y te apuntas o te vas porque para mirón ya esta mi marido” que gintonic en mano disfruta del espectáculo. Abel le dice: “ aprovecha que cuando pruebes esto vas a querer mas y mas”.
El chico se queda en dudas pero termino por desnudarse y me vi de rodillas saboreando dos pollas la de Abel tan deliciosa como recordaba y la de este chico – una polla muy gorda y compacta no especialmente grande pero con un capullo bestial... de esas que sientes que tienes que abrir a tope la mandíbula para chuparla-.

El chico se sentó en el sillón y yo le comí la polla mientras Abel me comió el coñito y el culete. Cuando estaba bien dilatada le pidió un condón a mi marido y empezó a meter mela por el culito. El placer era máximo quería correrme pero me faltaba algo. Le pedí a Abel se sentara sillón y yo me senté encima de el con su polla en mi culo mientas mi marido le daba un condón al chico para que me penetrara. Primera doble de la noche y primer orgasmo.

Nos fuimos al dormitorio para continuar. Se sucedieron las dobles penetraciones y mis escandalosos orgasmo. Abel se corrió dos veces una en mi espalda y la ultima en mi cara y su amigo una única vez en mi cara a la misma vez que Abel

Disfrute de la noche de Reyes como hacia años que no lo hacia y quedamos en contacto con Abel porque aquello había que repetirlo