Bendito traductor de google

No sé nada de inglés, pero eso no me impidió poder follarme a uno.
Era verano, estaba en un hotel con mis hijos y mientras ellos jugaban yo estaba sentada en el banco de una mesa de picnic, la verdad que todas estaban ocupadas y en la mia había sitio de sobra, yo estaba entretenida mirando el Facebook y noté que alguien se ponía a mí lado, entonces levante la vista y allí estaba un inglés joven ( más joven que yo ) muy atractivo. Nuestras miradas se cruzaron y no hizo falta más, con un gesto me pidió poder dejar la copa en mi mesa, a lo que yo sonreí y asentí. No pasaron dos minutos cuando sentí que me miraba y se volvieron a cruzar nuestras miradas y está vez noté algo más que un simple gesto, me pidió poder sentarse a mí lado, como le iba a decir que no? Esa segunda mirada me dijo mucho más de lo que creía, pero yo seguí mirando el Facebook, puede que me estuviera confundiendo y no quise meter la pata.

No sé cómo pasó, esa sonrisa pudo conmigo y acabamos hablando a través del traductor de Google del móvil, entre preguntas típicas de nombre, edad, si estábamos solos, donde nos estábamos quedando, no quise perder la oportunidad y mi siguiente pregunta fue que si quería follar conmigo en su hotel, ya que en el mío estaban mis hijos.

No sé por qué no se le hizo extraña la pregunta, por el contrario me dio indicaciones de cómo llegar a su hotel y a su habitación, nos dimos los números de teléfono y al ser inglés nos comunicábamos por WhatsApp usando el traductor. Entonces llegaron mis hijos y me fui, él también se marchó.

Llegamos al apartamento y sin apuro nos duchamos y nos preparamos para irnos a dormir, me acosté con los niños hasta que se durmieron, entonces me levanté y me vestí, cogí la tarjeta de mi habitación y me dispuse a salir.
Lo avisé por WhatsApp para decirle que ya iba de camino, al llegar a su hotel pasé por la recepción como si fuera una huésped más y busqué la habitación del inglés.

Cuando encontre la puerta ya él me estaba esperando, me invitó a pasar y me pidió silencio, cosa que en un principio puede parecer una petición fácil de cumplir, pero les aseguro que cuando me entusiasmo ni con una almohada callan mis gemidos.
Ya durante el sexo no nos pudimos comunicar más que con signos, así que lo primero que hice fue quitarle la camisa y desnudarlo de medio para arriba, me quedé un rato contemplando sus abdominales, ese torso bien trabajado y super marcado, la verdad es que con la ropa no parecía que tuviera eso debajo, después de recorrer con mis manos su pecho y sus abdominales seguí bajando mis manos, él llevaba un pantalón corto sin calzoncillos, así que no fue difícil enganchar el pantalón entre mis dedos según seguía acariciando con mis manos su cintura y sus muslos hasta que el pantalón calló al suelo dejándome ver su miembro aún medio dormido.
Me encanta metermela en la boca cuando está flojita y que se haga cada vez más grande dentro de mi boca mientras se la chupo, es un placer saber que esa erección me pertenece a mí, y el inglés no estaba nada mal, estaba muy dotado.

Después de que la polla ya se le hiciera tan grande que casi ya no me cabía en la boca le pregunté ( a media lengua, hablando como los indios y con gestos ) si tenía preservativos, entonces cuando al fin me entendió, fue hacia su cartera y sacó un condón, lo abrió y se lo puso y me subió a la cama boca arriba y se me puso encima, yo separé mis piernas dándole acceso a mí más que húmedo coño. Él se cogió la polla y la paseó por mi entrada y mi clítoris varias veces hasta que la dejo en mi coño y se apoyo con las dos manos en la cama y muy despacio fue introduciendo su gran polla dentro de mi, arrancándome un gemido que intenté callar pero no lo conseguí, el me dijo "sssshhh" y yo con cara de circunstancia hice lo posible por no hacer ruido, pero mis gemidos ( aunque controlados ) no podían silenciarse. Después de introducir todo el miembro en mi interior me sentía llena, sentía como entraba y salía su polla super dura una y otra y otra y otra vez de mí mientras yo solo podía pensar en su duro pene y en lo que me gustaba tener a ese inglés desconocido dentro de mi. Entonces con una maestría que no es normal metió su mano debajo de mi espalda y con un giro me dejó encima suya, apoye las rodillas en la cama y puse mis manos en su pecho, ese pecho perfecto al que le clavaba las uñas con cada movimiento de mis caderas a delante y atrás, arriba y abajo, buscando más y más profundidad dentro de mi, como yo soy muy complicada para llegar al orgasmo. Puse mi mano derecha en mi más que hinchado clítoris y empecé a mover con dos dedos haciendo círculos buscando mi placer sin dejar de moverme encima de ese monumento al que estaba cabalgando, hasta que llegó el momento de dejarme ir, él al ver cómo se me tensaron los músculos vaginales solo pudo ponerme la mano en la boca para que no gritara de placer, aunque no lo consiguió, solo consiguió que el sonido no fuera muy alto.

Una vez recobre el aliento era su turno, se escurrió debajo de mi y me jaló de espaldas hacia el borde de la cama dejándome a 4, pasó la mano por mi coño para comprobar mi lubricación, la cual era más que notoria después de la corrida que me acababa de pegar, así que ya solo pensó en su placer dándome uno, dos, siete, diez empeñones mientras yo contraía mis músculos vaginales haciéndole presión para que sintiera la fuerza que ejercía hasta que se dejo ir, yo intentaba no gemir. Intentaba controlar las ganas que tenía de gritar. Hasta que se terminó de correr y calló sobre mi espalda para coger resuello, finalmente salió de mi, se quitó el preservativo y lo tiró a la basura, entonces yo me limpié con una toallita y me vestí . Él solo se puso el pantalón corto que aún estaba en el suelo, le di las gracias y adiós en inglés ( es de lo poco que se decir ) y me marché como mismo llegué. Ya en mí apartamento y sin hacer mucho ruido me di una ducha rápida para quitarme el olor a sexo y me acosté a dormir.

Basada en una historia real.