Obligada a hacerlo

Me independicé con 19 años, pero a los 24 por motivos personales tuve que volver a casa de mis padres.
Yo trabajaba de camarera en un bar con contrato de media jornada pero trabajaba jornada completa o incluso a veces hacia dos turnos de 8 horas cada uno y sin cobrar lo que debía cobrar ( mi jefe era un cabron explotador ) pero no podía dejarlo, eso de "más vale malo conocido que bueno por conocer."
El tiempo que estuve en casa de mis padres era simplemente para ahorrar dinero para el alquiler y la fianza de una nueva casa donde vivir, pero con mi trabajo de mierda sabía que no lo iba a conseguir, así que decidí poner un anuncio en Teidevisión ( ese programa de antes que mientras veías el porno salían los mensajes de la gente debajo ofreciendo o buscando sexo ) mi anuncio era que ofrecía sexo a cambio de dinero, cosa que no tardo mucho en generarme ingresos extra, tenía un móvil para mis cosas personales y un móvil para poner en el anuncio de la tele, sinceramente no me fue muy mal.
Aunque por ese entonces me faltaba mucha experiencia, no perdía el tiempo y cada vez que podía quedaba con quien me contactaba, seguía con mi trabajo de camarera y acababa el turno muy cansada. Pero sabía que necesitaba el dinero, así que llegaba a casa de mis padres, me duchaba y me arreglaba para ir con un nuevo cliente.
Siendo sexo de pago no podía elegir, era quien tocaba, incluso por esa época ni siquiera existía el WhatsApp ni las redes sociales o el internet en el móvil. Eran mensajes de texto o llamadas. No podíamos vernos antes de quedar.
Cuando me contactaban yo iba a sus casas o quedábamos en el coche, yo era joven y muy inexperta, no era fácil tener que follarme a quien tocara, pero era eso, o vivir en casa de mis padres por larga temporada.
Yo estaba a merced de lo que me pidieran los clientes, cada uno tenía su forma de follar y su forma de hacer las cosas. Unos querían tocarme, otros que me tocara yo para ellos, otros que se la chupara nada más ( no lo hacía ni la mitad de bien que ahora ) otros directamente a follar, bueno, cada uno a lo suyo.
Como anécdota contaré teniendo en cuenta mi edad y mi poca experiencia, un cliente cuando llegue a su casa me dijo que dejara mis cosas en el sillón y que me desnudara y así lo hice, él me miraba desde otro sillón con una copa de vino en la mano y un cigarro en la otra, no me apartaba la vista de encima. Cuando me quite la camisa no dejaba de mirarme los pechos, entonces me quité el sujetador y según vió mis pechos desnudos se relamió los labios y dió un sorbo a su copa, yo seguí poco a poco a bajarme el pantalón al tiempo que me quitaba los tenis cada uno con el otro pie, cuando solo me quedaba el tanga dio una calada a su cigarro y me mandó parar, me dijo
- espera, date una vuelta -
yo lo hice muy despacio, sintiendo la mirada de ese hombre que me sacaba por lo menos 20 años ( era un hombre maduro para mí en ese entonces) sus ojos penetraban en cada centímetro de mi piel, y entonces cuando termine la vuelta me quedé de frente a él y apagando su cigarro y dejando su copa sobre la mesa se levantó y con paso firme se dirigió hacia mi, me agarró por la cintura y me apretó contra él, noté el bulto de su entrepierna en mi barriga. ( Ya que era mucho más alto que yo ) Y sentí como me aspiraba el aroma de mi pelo, yo me quedé quieta y entonces él me cogió las manos y me las puso en su pecho, con mucha suavidad me empujó hacia atrás dejándome caer en el sofá, recorrió con su nariz desde mi cabeza hasta mi entrepierna, al acabar me miró y me dijo
- deliciosa -
entonces él mismo con sus manos me quitó el tanga y lo aspiró, y vi como se lo guardaba en el bolsillo. Yo fui a rechistar pero él al verme me dijo
- tranquila, te las pagaré también, pero éstas son para mí, me gusta tu olor -
no sé ni cuanto me iba a dar por mi tanga ni como me iba a ir de su casa sin ropa interior. Pero el momento era tan exitante que ese pensamiento desapareció tan pronto como pasó su lengua por mi monte de venus.
En ese instante supe que éste no era un cliente más que iba solo a meterla y descargar en caliente, era un hombre de los pies a la cabeza, un caballero. Mientras él estaba entretenido en mi coño absorbiendo todo lo que le apetecía yo solo podía retorcer las piernas y meter mis dedos en su cabello sedoso buscando mi placer. Apretándolo contra mí mientras movía mis caderas al son de una música que solo oía yo en mi cabeza, el momento era tan sensual que no tardo mucho en llegar el momento de mi orgasmo, en ese momento me parecía que lo iba a asfixiar. Por qué lo agarré con las dos manos por la cabeza y me restregaba contra su cara.
Cuando terminé mi momento, él levantó la cabeza y me preguntó
- ¿ te ha gustado ? -
Yo sin aliento después del momento que acababa de pasar solo podía asentir mientras buscaba aire. Él se incorporo y me lance como una leona a su paquete, me puse yo de rodillas frente a él y con la mirada le pedía permiso para bajarle el pantalón, él me entendio y asintió con la cabeza, era mi turno, con las manos lentamente le bajé el pantalon y apareció frente a mí una buena erección, no era muy grande. Pero si que era gorda, tan gorda que me resultaba casi imposible metermela en la boca, así que empecé con una mano a masajearsela mientras mi lengua recorría sus huevos, esos olvidados en las mamadas, le tocaba una paja mientras la lubricaba con mi lengua empezando desde los huevos hasta la cabeza, lentamente, poco a poco. Entonces él me cogió las manos y me las puso en sus nalgas, apretandoselas con mis manos debajo, lo que me hizo entender que quería que le clavara las uñas y después con las manos recogió mi pelo y lo agarro con una mano y con la otra se agarró la polla y me dijo
- abre bien la boca -
obedecí y me la metió en la boca buscando profundidad, parecía que no podía entrar más pero él con la mano en mi pelo me apretaba contra el ( yo creo que me las estaba cobrando por lo que yo le hice a él, jejejej ) y me follaba la boca, en ese momento aún yo no buscaba las arcadas pero el me las encontró, me faltaba el aire y yo le clababa las uñas cada vez que me apretaba contra él hasta que me saltaron las lágrimas de lo profundo que llegó y entonces la sacó para que cogiera aire y de repente volvió a metermela en la boca hasta que se corrió, se corrió mientras yo me quedaba sin aire y lo miraba, le veía la cara de disfrute que tenía. Una vez termino, me jaló del pelo para alejar mi cabeza y sacarme su polla de la boca, yo seguía de rodillas frente a él y bajé la cabeza. Él con su dedo en mi mentón me hizo que lo mirara y me dijo
- muy bien pequeña, vístete y márchate, sobre la mesilla tienes el dinero de tus servicios y de mi trofeo -
miré hacia donde me señalaba y allí había el doble de lo que yo pedía por el servicio ( como él lo llamó ), me puse la ropa, cogí el dinero y me fui.