Por no leer

En mi trabajo me paso muchas horas de pie y la verdad es que acabas con la espalda y los pies destrozos, por lo tanto un día vi un anuncio de un masajista que ofrecía sus servicios y que tenía sitio y camilla y demás. Me dió por escribirle y pedirle información, le pregunté cuando podría darme el masaje y quedamos para finales de esa misma semana por la mañana, él me preguntó que si quería un masaje completo y dije que si, que ya que iba quería salir toda relajada.

Llegó el día y fui a dar con él, me abrió la puerta y me dirigió a un salón, música relajante, aroma a lavanda, ambiente cálido y luz tenue, la verdad que muy acogedor, entonces se puso detrás de mi y me dijo,

- desnúdate por completo y túmbate en la camilla con la toalla que tienes ahí, puedes dejar tus cosas en el sofá, vuelvo en 5 minutos para que te desnudes tranquila-

Él salió del salón y entonces hice lo que me dijo. Me desnudé del todo, me subí a la camilla boca abajo con la toalla en el cuerpo, cuando volvió, cogió un lado de la toalla y la doblo hacia abajo y cogió la parte de abajo y la doblo hacia arriba, creo que de la forma que doblo la toalla él me veía más de la cuenta, pero no dije nada, entonces acarició el tatuaje que acababa de descubrir muy suavemente con los nudillos, se acercó a mí oreja y me susurró 

- espero que eso sea verdad por qué lo haré, me encanta y espero que cumplas -

Al decirme esas palabras, de esa forma, en ese tono tan sensual. Noté como un escalofrío recorría todo mi cuerpo, en ese momento no sabía a lo que se refería, pero me pareció rara su reacción.

Entonces cogió el aceite y se lo coloco en las manos, frotó y empezó a masajearme el cuello, yo lo disfrutaba, me empezó a estallar huesos que ni siquiera sabía que existían, me decía que me pusiera así o asa, que levantará el brazo, y el seguía pasando sus manos por toda la espalda, una vez terminó con la espalda de dedicó a la parte baja, él me masajeaba los pies y yo sentía que los párpados me pasaba cada vez más, entre la luz bajita, la música suave, el calorcito que hacía y las caricias de aquel hombre, creo que me quedé dormida, por qué cuando volví en mí sentía unos dedos dentro de mi vagina, sentía como una mano jugaba con mi clítoris, entonces me sobresalte y le pregunté que si eso era parte del masaje, a lo que él me respondió 

- por supuesto guapa. Fué lo que pediste no? Un masaje completo termina en masturbación y sexo. Lo ponía en el anuncio, no lo viste?

Entonces yo contesté que no. Que no lo había leído todo, y que no sabía que el completo se refería a eso, pero bueno. Ya puestos, el masajista no estaba nada mal y yo estaba empapada como siempre, así que le dije.

- Está bien, pues continúa con el completo, por donde íbamos? -

Él sonrió, me quitó la toalla y yo me puse acostada boca arriba, empezó a jugar con mi clítoris, mientras metía dos dedos en mi interior, yo me abría más y más para él, con las manos de aceite y mi lubricación me introducía los dedos. mientras él me masturbaba yo me agarraba a la camilla y disfrutaba como nunca, hasta que me corrí y entonces él se separo de mí dejándome ver un gran bulto bajó su pantalón, yo no iba preparada para el sexo. Para mí eso iba a ser un masaje tradicional, así que le pregunté que si tenía preservativos y el asintió y fué hasta una mesita y sacó uno para ponérselo, pero yo le dije que aún no, entonces acostada boca arriba, dejé caer mi cabeza por un lado de la camilla y le pedi que viniera, cabeza abajo le bajé el pantalón y los calzoncillos con su ayuda y le agarre la polla y me la metí en la boca, puse mis manos en sus nalgas y le apretaba para que me follara la boca, entonces él empezó a mover su cadera mientras me manoseaba y chupaba los pechos, unos pechos grandes, él buscaba profundidad y a mi me daban arcadas con cada embestida, no suelo correrme mas de una vez ( mis orgasmos son limitados pero muy intensos ) pero entonces llevó su mano hasta mi clítoris sin dejar de follarme la boca y otra vez consiguió que me corriera, quedé exhausta y entonces él saco su polla de mi boca y me dijo que no me moviera, se puso el preservativo y yo con la cabeza colgando por un lado de la camilla me sacó la cadera por el otro lado, coloco mis piernas en sus hombros y me penetró, me penetró una y otra y otra vez, tenía una polla bastante grande y yo no podía parar de gemir, era un dolor gustoso que cada vez que entraba me llega a hasta el alma, y entonces me agarró las piernas y me apretó contra él, ya llegaba el momento, yo me di cuenta y apreté mis músculos vaginales para darle placer, pero el quería otra cosa, salió de mí. Se quitó el preservativo y rodeo la camilla. Se tocó echandome toda la corrida en mi cara, yo aún cabeza abajo solo podía abrir la boca para recibirla. Cuando ya casi terminó, me la metió en la boca y terminó con esos espasmos que nos deja el orgasmo en alguna ocasión. Me limpié con la toalla, me vestí y al despedirme le dije.

- la próxima vez leeré bien el anuncio antes de contactar, aunque ha estado genial. Me voy super r
elajada.