Marta y el cornudo

Marta y el cornudo

Marta trabajaba en un hospital. Llevaba años en su puesto y era un trabajo que le encantaba. Casada desde hace años, llevaba una vida tranquila y relativamente monótona. De su casa al hospital y alguna salida con su marido 
Hace tiempo rondaba una idea por su cabeza, tener una aventura extra matrimonial, pero aún más picante, quería que su marido la viera follada por otro hombre . Cada vez que lo imaginaba su coño humedecía con la idea. Ya en varias ocasiones le había comentado a él la idea pero no lograba convencerlo, aunque se mostraba más dispuesto .
Pasaron meses y durante una cena en casa y tras unas copas de vino volvió a salir el tema. Su pareja esta vez accedió a que un día lo hiciera, confesó que realmente le daba mucho morbo la idea aunque le daba vergüenza admitirlo. Esa misma noche como compensación ella le hizo una buena mamada en la misma cocina donde cenaron, mientras él estaba sentando en la silla y bebía su copa de vino ella chupó su polla hasta que se corrió en su boca. Se tragó hasta la última gota.
Pasaron los días y ya con el asunto acordado con él solo faltaba buscar un buen macho empotrador que accediera a participar. En concreto ella tenía en mente dos candidatos. Ambos trabajaban como vigilantes en el mismo hospital donde ella ejercía. Uno era moreno, de 1, 80 de altura, muy simpático y bonita sonrisa, Marta se sentía atraída por eso. El otro era un hombre más maduro que su compañero, muy musculado, más alto. Algo que a ella hacía que se despertara su lado más salvaje y sexual al imaginarse embestida por él. No podía evitarlo, era un instinto animal que estaba latente en sus más oscuras fantasías.
Un día se decidió a dar el paso, hablaba mucho en el trabajo con los dos. Pero prefirió al primero de ellos, su simpatía la hizo sentir más cómoda y dejó de lado su lado más oscuro. Le sugerió a este quedar un día para un café y aunque él sabia que estaba casada accedió. Al fin y al cabo hablaban mucho en el trabajo supuso que era normal, no sabía lo que vendría después.
Al dia siguiente quedaron en una cafetería estuvieron hablando unos minutos de cosas típicas de sus trabajos y demás. Pasado un rato el confesó que le sorprendió su invitación a quedar ya que ella tenía pareja. Fue entoces cuando ella le contó el motivo real de la charla, quedar en su casa para que la follara delante del cornudo. 
Al escuchar eso, él se sorprendió, pero también le confesó que le gustó la idea y hace tiempo quería quedar para follarla pero a solas. Ella se sonrojó, se sintió alagada . Después de seguir comentando el tema ella le dijo que la otra opción era su compañero. El le dijo que la entendía y agradeció que lo elijiese a él. Antes de despedirse concertaron la cita para un día en casa de ella.
Cuando Marta llegó a casa le contó a su marido lo sucedido y que pronto llegaría el ansiado día. El le dijo que estaba algo nervioso pero que no se iba a echar atrás.
Llegó el gran día, Marta y su marido estaban en casa esperando la ansiada compañía. Ella estaba vestida solo con ropa interior de color negra. Un tanga muy fino y sujetador a juego que dejaba a la vista sus enormes pechos. Lo habían hablado y creyeron que era lo mejor para sorprender a su invitado. De repente sonó el timbre, ella se quedó en el dormitorio, sobre la cama. Y él fue a abrir la puerta. Quería recibir y dar la bienvenida personalmente al hombre que lo haría un buen cornudo.
Al abrir la puerta el compañero de Marta se quedó un poco cortado.
- Hola que tal soy ...
- El compañero de mi mujer si, el que viene a follarsela mientras yo miro.
- Vaya que directo.
- Si la verdad te estábamos esperando y me he puesto cachondo, pasa por favor, acompañame.
Juntos entraron hasta el dormitorio y allí estaba ella en ropa interior y sentada junto a la cama.
- Hola cariño-  dijo ella 
- Hola... la verdad no te esperaba así ya, sin casi ropa.
- Es a lo que viniste - Dijo el marido. 
- Pues si a eso vine.
Entonces el marido tomó asiento en la silla mientras ella saludaba con dos besos a su invitado.
Ella le comentó lo que querían, era muy simple, una sesión de sexo delante de su marido, que se sintiera muy guarra, que le hiciese de todo y podía hacerlo sin condón, quería sentirlo todo y ella tomaba medidas de protección para embarazo. Al escuchar esto el bulto del pantalón de él creció al instante, no daba crédito y por supuesto estuvo de acuerdo.
Se acercó a ella, le quitó el sujetador suavemente y empezó a lamer sus enormes pechos.
- Son muy grandes - dijo mientras miraba al cornudo- Voy a necesitar ayuda con esto.
- Oh no, yo solo me limito a mirar- contestó él.
- No me has entendido creo. 
Entonces mientras con una mano tocaba las tetas de ella, sacó su teléfono e hizo una llamada.
- Toca el timbre que te dije y sube.
El matrimonio lo miró con cara de no entender nada. Segundos después sonó el timbre de la casa.
- Ve y abre cornudo. Es un regalo que traigo.
Atónito el marido la miró y ella asintió con la cabeza.
Abrió la puerta mientras Marta y su amante permanecían en la habitación, hubo unos segundos de charla pero no oían bien lo que decían. Escucharon la puerta cerrarse y como unos pasos se acercaban al dormitirio.
- Cariño... hay otro.- Dijo su marido al entrar en su habitación.
Entoces los ojos de Marta casi se salen de sus órbitas al ver qué junto a su marido estaba su otro compañero, el maduro y enorme que ella ansiaba.
- Mira que melones compañero, y son solo para nosotros dos.
- Ummm si que son grandes, no parecían tanto con el uniforme.
- Me dijiste que mi compañero también era una opción y me elegiste a mí, pues bien ahora te vamos a follar los dos, así no te quedas con ganas del otro.
- uffff estoy muy cachonda, cariño siéntate y disfruta mientras yo atiendo a mis compañeros.
El marido obediente se sentó tranquilamente. 
Los dos hombres se pusieron uno a cada lado de ella mientras le masajeaban las tetas y ella de rodillas les bajaba los pantalones. Estaba muy excitada al descubrir que bajo esos pantalones había dos enormes pollas erectas apuntando a su cara. No dudó un segundo y empezó a chupar una mientras agarraba la otra e intercambiaba, unos segundos una en su boca y luego la otra. Así durante unos 10 minutos.
- Que bien la chupa tu mujer.
- Si ya veo que está disfrutando.
Acto seguido la pusieron a cuatro en la cama, mientras uno le comía coño y culo el otro le seguía metiendo la polla en la boca. Intercambiaron puestos y de repente el mayor de ellos exclamó:
- Ya no aguanto más.
Y se la metió bien entera por su coño muy húmedo mientras ella gritó de placer al mismo tiempo.
- Que bien!!! Como entra!
El otro compañero también quiso probarla y la puso boca arriba, entoces por primera vez para él la penetro bien y ella estaba loca de placer.
Ella quiso después de un rato ponerse encima del más grande de los dos y cabalgar, mientras miraba a su marido.
Entonces el otro se puso por detrás y le penetró por el culo, ella gritó y miró para él con cara de picardía y excitada dando a entender lo mucho que disfrutaba.
No paró de follar si enorme culazo mientras su compañero disfrutaba debajo y a la vez se comía sus tetazas . En un momento el que le estaba follando el culo exclamó:
- Me corro!!
- Yo también!!-dijo su compañero.
- Mientras los dos la llenaban de leche, ella tuvo un gran orgasmo y sentía como el semen de ambos entraba por sus dos agujeros.
Una vez acabaron los dos se tumbaron al lado de ella en la cama .
- No te quedes ahí mirando, trae agua a nuestros invitados, cariño. Se la merecen.
Fin.

Publicado por: lobo82
Publicado: 20/03/2025 15:03
Visto (veces): 336
Comentarios: 4
A 30 personas les gusta este blog
Comentarios (4)

pive | 24/03/2025 19:54

uff que pasada!!

mikitfe | 24/03/2025 11:31

Que buena historia me gusta mucho que forma de describirlo!! Morbo puro!!

danilopez | 22/03/2025 12:43

Joder me dejaste empalmado amigo

morboso78 | 21/03/2025 20:34

Para la próxima me apuntaría. Mira mi perfil igual te das cuenta de algo. Jj.

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